SITUACIÓN POLÍTICA SOCIALISTA EN LA COMARCA SEGÚN EL LIBERAL. 1892

Tomado de la edición de El Liberal de veintiuno de abril de 1892:

Y dejo hablar á un caracterizado socialista de Antequera quien, entre reservado y ansioso de expresar lo que piensa y siente, como resumen y compendio de las aspiraciones comunes á sus correligionarios, ha hecho las siguientes declaraciones: «Desde hace ocho ó diez años, venimos trabajando para organizamos por gremios, sin que hasta el día hayamos podido realizar este deseo de un modo oficial, efecto de las cortapisas que coartan nuestro derecho; pero la unión real existe tiempo há entre los obreros antequeranos, relacionados con los de otros países. Hay deliberado propósito de anularnos por medio de la desorganización, para ver si el desaliento se apodera de nosotros; conatos contraproducentes, puesto que en no lejana fecha demostraremos que la asociación y la propaganda vigorizan nuestras filas, permitiéndonos el goce de nuestros derechos al amparo de las leyes, y preparando el advenimiento de nuestra emancipación por los medios que la clase media ha empleado con el mismo objeto.
Nuestra organización es especialísima. No dependemos de dirección alguna, en España y fuera de ella; no aceptamos jefaturas; obramos por propio impulso, en consonancia con nuestro credo y en armonía con nuestros individuales intereses, que son comunes á todo trabajador.
Antequera, Barcelona, Valencia y Jerez, son centros socialistas importantísimos, y quizás pasen de 6.000 los de esta ciudad. Los anarquistas son escasos; carecen de organización, de solidaridad, y aunque disienten profundamente de nosotros, es posible que alguna vez mancomunemos los respectivos esfuerzos con el fin de vencer los obstáculos que, tergiversando las ideas de orden y desnaturalizando el espíritu de las leyes, se suscitan contra nuestros esfuerzos organizadores.
El obrero antequerano, así el de las fábricas como el del campo, es socialista; la responsabilidad de los futuros sucesos en que pudiéramos aparecer envueltos sería de los gobernantes, que con sus arbitrariedades nos niegan derechos que la Constitución de un pueblo libre nos concede, y de esta actitud protestante dimos ya gallarda muestra, unidos á los barceloneses, cuando se verificó la gran manifestación del año 90, en la que formamos de 6 á 7.000 hombres, y que fué organizada en veinticuatro horas, por la solidaridad que nos da cohesión al proceder y unidad al discurrir.
Respecto al 1º del próximo mes, aún no sabemos si optaremos por la manifestación ó por la huelga, por no haber recaído acuerdo sobre este punto; de todos modos, lo que se determine, no se sabrá con mucha antelación. No ha sonado aún la hora de vengar agravios y solventar deudas. De nuestra ruda labor nuestros hijos recogerán el fruto.
En los inmediatos pueblos de Cuevas Altas y Bajas, Villa Nueva de la Concepción, del Trabuco y del Rosario, Alameda, Archidona. Humilladero, Mollina, Valle y Bobadilla hay pocos socialistas y faltos de relación con este centro; el caciquismo es en tales puntos tan abrumador, que cada vecino piensa y se preocupa tan solo de sustraerse á sus desatentadas imposiciones.»
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Poco he de añadir por cuenta propia á lo antes expresado como síntesis de propósitos generales. Realmente, Antequera es quiza (sic) el primero ó segundo centro obrero de Andalucía; la fuerza es considerable, aunque la organización resulte rudimentaria; el obrero es de buena índole, si bien carece de ilustración que le permita asimilarse peligrosas lecturas, y el total de estas circunstancias influye en que el público imparcial resuma sus opiniones acerca de lo que suceder pueda el 1º de Mayo, entregándose á una confianza prudente en las autoridades y en el pueblo.
Aquéllas, obrando con arreglo á lo dispuesto por la superioridad, no piensan autorizar manifestaciones al aire libre y si dejar expedita la celebración de meetings en local cerrado. Cualquiera transgresión violenta de la ley está prevenida, pues se pedirán fuerzas que desplieguen acentuada energía contra la alteración del orden. Para este caso, que la actitud del trabajador antequerano hace improbable, se reconcentraría en la ciudad la guardia civil de los puestos inmediatos que, reunida á la existente allí, se elevarla al número de 150 guardias de caballería, á los que habría que agregar las fuerzas que el capitán general mandara, con arreglo á la circular del ministro correspondiente, que ustedes ya conocen, siendo oportuno calcular en 400 los hombres de que el elemento militar dispondrá para una represión.