COMISIÓN MOLLINATA EN EL ENTIERRO DE ROMERO ROBLEDO. 1906

El tres de marzo de 1906 moría en Madrid Francisco Romero Robledo tras muchos años de dominio político en toda la comarca. La Época, diario conservador de Madrid publicaba así la noticia del entierro en su edición de la tarde del día seis:

EL CADÁVER DEL SR. ROMERO ROBLEDO
(DE NUESTRO SERVICIO PARTICULAR)
Llegada Á Antequera.
ANTEQUERA 5.—Ha llegado el cadáver del señor Romero Robledo.
En el mismo tren han venido más de 500 personas, representantes de Corporaciones andaluzas; el gobernador de Málaga, el obispo, el presidente de la Diputación y concejales malagueños.
Amigos del Sr. Romero Robledo bajaron el féretro del tren, conduciéndole á una carroza.
El obispo de Málaga cantó un responso, y la comitiva se puso en marcha.
Iba delante una sección de la Guardia civil, siguiendo el clero parroquial con cruces, Cofradías y Hermandades. Luego la carroza, custodiada por cuatro soldados, con las armas á la funerala, y porteros del Congreso.
Llevaban las cintas los Sres. Dronces, Muñoz, conde de Colchado, Berdoy, Gálvez y Fonseca. Presidían el duelo el gobernador civil de Málaga, señor Sánchez Lozano; el obispo de la diócesis, señor Muñoz Herrera; el alcalde de Antequera, señor Águila Castro; el canónigo Sr. Morales y los diputados á Cortes.
Han llegado Comisiones de Mollina, Fuentepiedra, Humilladero, Archidona, Valle, Alora, Pizarra, Málaga, Ronda, Granada, Córdoba y otros pueblos.
Todos los establecimientos han cerrado las puertas como manifestación de duelo.
Los balcones ostentaban colgaduras negras.
El cadáver fué depositado en el salón de sesiones del Ayuntamiento, convertido en capilla ardiente.
Junto al féretro hay una corona de violetas, en la que se lee: «Antequera dedica este recuerdo á su ilustro y predilecto hijo».
Mañana, después de los funerales, será trasladado á la cripta el cadáver del Sr. Romero Robledo.—C.


En esa misma fecha El Globo, diario afín al republicanismo posibilista de Castelar daba la crónica de Antequera después de describir la comitiva fúnebre en Madrid y su llegada a la estación:

Desde el amanecer no ha cesado de entrar en Antequera gente de los pueblos de la comarca,  deseosa de rendir un último tributo de respeto y cariño al ilustre hombre público y asistir a conducción de su cadáver.
Desde la estación, hasta la capilla ardiente, muchas casas estaban enlutadas.
El ayuntamiento estaba alfombrado de negro desde la puerta de entrada hasta el piso principal, y enlutadas las paredes, el techo y las galerías.
En el centro del salón, se levantaba el catafalco.
Toda Antequera bajó á la estación para esperar al fúnebre cortejo y los establecimientos de todas clases han cerrado sus puertas en señal de duelo.
El alcalde, Sr. Aguila Castro, colocó sobre el féretro una hermosa corona de violetas cuyas cintas tenían este letrero:
"Antequera dedica este recuerdo á su ilustre y predilecto hijo."
El féretro fue bajado del furgón por los señores Vergara, Ceballos, León, Sánchez, Morales y Bazaga. 
Lo colocaron en una lujosa carroza fúnebre, arrastrada por ocho magníficos caballos negros, engualdrapados de negro, y servidos cada uno por un palafrenero. 
Las cintas las llevaron los Sres. Dronces, Muñoz, Conde, Colchado, (sic) Berdoy, Gálvez y Fonseca. 
Abrió marcha un piquete de la Guardia civil, y siguieron todas las parroquias de Antequera, con cruz alzada. 
La carroza-estufa, escoltada por cuatro guardias. 
El cortejo lo formó todo Antequera y las Comisiones llegadas de los pueblos de Mollina, Fuente Piedra, Humilladero, Archidona, Valle, Alora, Pizarra, Ronda y nutridas Comisiones oficiales de Málaga, Granada y Córdoba.
El duelo lo presidió el gobernador civil de la provincia, Sr. Sánchez Lozano; el obispo, Sr. Muñoz Herrera; el alcalde de Antequera, Sr. Aguila Castro y los amigos del finado que acompañan el cadáver desde Madrid.-El Corresponsal.


Mientras tanto la gente en Mollina y en Andalucía sufriendo del hambre. En la imagen crónica de La Época.