MUERTE DE TRABAJADOR ADOLESCENTE. 1925

El periódico semanal La Verdad, de Antequera, del día 29 de agosto de 1925, año II, núm. 59 nos traía esta noticia en sus páginas 2 y 3:

Una desgracia por imprudencia
 El viernes ocurrió un desagradable suceso en el cortijo llamado de los Yedros, de este partido judicial, y enclavado entre Mollina y Alameda.
 Como a las ocho de la mañana, intentó el joven de 13 años Antonio Delgado Alarcón, porquero en dicha finca, subirse a un carro en marcha, lleno de paja, agarrándose a las redes que sujetaban esta; pero, con tan mala fortuna, que se resbaló, cayendo junto a la rueda derecha, que le pasó por encima del cuerpo, causándole tan graves heridas que falleció al poco rato.
 El carrero, que iba conduciendo a la izquierda del carro y junto al varal que correspondía, no se apercibió del hecho hasta después de ocurrir la desgracia. 
Avisado el Juzgado de Instrucción, personóse inmediatamente en el lugar de esta, el Sr. Juez don Mariano Lacambra, acompañado del Sr. Secretario judicial don José Rodríguez, forense señor Aguila, y subalternos, levantando el cadáver, e instruyendo las diligencias sumariales del caso.
 El pobre niño, pagó, con la vida su imprudencia.


Por su parte El Sol de Antequera, año III, núm. 94 traía esta noticia en su página 7 el día siguiente:

MUERTO POR UNA CARRETA

En las cercanías del cortijo de los Yedros, término de Mollina, ha ocurrido una desgracia, que costó La vida a un joven. Llamábase éste Antonio Delgado Alarcón, tenía dieciséis años de edad y era porquero de aquella finca.
 Según parece, el citado muchacho intentó subirse a una carreta que iba cargada de paja, teniendo la fatalidad de caer y que una rueda le pasase por el bajo vientre, reventándole por dentro sin causarle herida externa.
 Recogido en el acto y trasladado a Mollina, falleció a los pocos momentos. 
El juzgado de Instrucción de ésta, compuesto por el digno juez señor Lacambra, el habilitado señor Rodríguez y el doctor Aguila Collantes, se personó en dicho pueblo instruyendo las diligencias de rigor. 
El hecho ocurrió en la mañana del jueves.



En ese mismo medio,  11 de octubre de 1925, año III, núm. 100, en su página 7, aparecía de nuevo un recordatorio de este suceso, aunque relatado por el corresponsal de Bobadilla, en el que se quejaba por la tardanza en solucionar el seguro:

El 27 del pasado Septiembre hizo un mes que ocurrió un lamentable suceso en el cortijo de los Yedros, propiedad de don José Dorado. Fué la víctima un joven de dieciocho años, hijo de Antonio Delgado Villarís, natural de Mollina. El desgraciado joven servía al señor Dorado, y en algunas faenas ayudaba al carrero, también sirviente de dicho señor. Pero su sino le condujo a una espantosa muerte, bajo las ruedas de una carreta, según se publicó en este periódico. 
Todavía sigue sin resolver este desgraciado suceso, a pesar de haber transcurrido mes y medio; y mientras tanto sigue su padre implorando la caridad, y en el mayor desconsuelo esperando que le gratifiquen lo que en justicia le corresponda por accidente del trabajo.
 EL CORRESPONSAL 




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