CONSEJO DE GUERRA CONTRA SOLDADO MOLLINATO. 1927
El diario La Voz, de Madrid, del 23 de marzo de 1927 traía esto en su página 8:
Supremo de Guerra y Marina
La causa contra un soldado por desacato
Esta mañana se reunió la Sala de Justicia del Consejo Supremo de Guerra y Marina para ver y fallar en última instancia la causa instruída y fallada en Málaga en Consejo ordinario contra el soldado peninsular en las intervenciones indígenas Miguel Díaz Gallego, acusado do un delito de desacato e insulto a fuerza armada.
Los hechos origen del sumario son los siguientes:
La noche del 24 de enero de 1926 se encontraba el procesado en el pueblo de Mollina, provincia de Málaga, en unión de otros varios individuos pasando alegremente la noche. Embriagados todos, promovieron una viva discusión, que subió a reyerta. Intervino la Guardia Civil y dio cuenta por escrito del soldado, acusándole de haberla desacatado e insultado al instituto a que ella pertenecía.
Instruido sumario, se celebró el Consejo de guerra ordinario en Málaga, y el soldado fué absuelto por no estar comprobado en las diligencias que el guardia interviniese como tal autoridad. El Consejo acordó se impusiera al soldado un correctivo por vía disciplinaria por la falta de embriaguez.
El auditor de la región estimó que en la prueba estaba suficientemente probado el delito de insulto a fuerza armada, y pedía se impusiera al procesado la pena de seis meses y un día. Por esta discrepancia la causa pasó al Consejo Supremo de Guerra y Marina. Esta mañana el fiscal del alto Tribunal, Sr. Piquer, se mostró conforme en un todo con el fallo del Consejo de guerra ordinario por estimar que en la prueba no estaba justificada la intervención del guardia civil como tal autoridad, sino más parecía demostrar que el guardia formaba también parte del grupo, intervino en la discusión y en el momento en que le convino hizo presente su condición de guardia civil. Pidió, por tanto, la absolución del procesado y cl correctivo disciplinario pertinente a la falta de embriaguez. El defensor, capitán de Infantería D. José Tapia Ruano, se mostró conforme en todo con la teoría del fiscal.
La causa quedó vista para sentencia.
Ese mismo día el diario La Nación, también de Madrid, decía en su página 6:
EN EL CONSEJO SUPREMO DE GUERRA Y MARINA
Causa contra un soldado por insulto a fuerza armada
En la Sala de justicia del Consejo Supremo se ha visto hoy la causa seguida contra el soldado del batallón de Cazadores de África, número 6, Enrique Díaz Gallego, por el delito de insulto a fuerza armada. Ocurrió el hecho el día 24 de enero de 1926, hallándose el procesado disfrutando licencia en el pueblo de Mollina (Málaga); reuniéndose con varios paisanos y en estado de embriaguez promovieron escándalo, y al ser requeridos por el guardia civil de aquel puesto, Francisco Conejo Salazar, el soldado Miguel Díaz Gallego profirió frases insultantes contra el Instituto de la Guardia Civil y contra su representante en aquel momento, instruyéndose el oportuno atestado y siendo puesto el Miguel Díaz a disposición de la autoridad militar.
En el Consejo de guerra de plaza reunido en Málaga se absolvió al procesado, por no considerar suficientemente probado el delito, llamando la atención de la autoridad judicial por si estimaba corregible la falta de embriaguez.
El auditor, con cuyo dictamen se conformó el capitán general de la región, disentió de la sentencia, por entender consumado el delito de insulto de palabra a fuerza armada, y que debía imponérsele al procesado la pena de seis meses y un día de prisión correccional.
Por tal disentimiento vino la causa al Consejo Supremo. En la vista celebrada hoy, el segundo teniente fiscal militar don Gregorio Montiel entiende que el disentimiento debe resolverse de acuerdo con el Consejo de guerra de plaza, absolviendo al procesado, e imponiéndole sólo un mes de arresto por la falta de embriaguez.
El defensor, capitán de Infantería don José Tapia-Ruano, solicitó la absolución.
En la imagen un cabo con uniforme muy parecido al que llevaba nuestro paisano cuando se intentaba conquistar Marruecos.
Supremo de Guerra y Marina
La causa contra un soldado por desacato
Esta mañana se reunió la Sala de Justicia del Consejo Supremo de Guerra y Marina para ver y fallar en última instancia la causa instruída y fallada en Málaga en Consejo ordinario contra el soldado peninsular en las intervenciones indígenas Miguel Díaz Gallego, acusado do un delito de desacato e insulto a fuerza armada.
Los hechos origen del sumario son los siguientes:
La noche del 24 de enero de 1926 se encontraba el procesado en el pueblo de Mollina, provincia de Málaga, en unión de otros varios individuos pasando alegremente la noche. Embriagados todos, promovieron una viva discusión, que subió a reyerta. Intervino la Guardia Civil y dio cuenta por escrito del soldado, acusándole de haberla desacatado e insultado al instituto a que ella pertenecía.
Instruido sumario, se celebró el Consejo de guerra ordinario en Málaga, y el soldado fué absuelto por no estar comprobado en las diligencias que el guardia interviniese como tal autoridad. El Consejo acordó se impusiera al soldado un correctivo por vía disciplinaria por la falta de embriaguez.
El auditor de la región estimó que en la prueba estaba suficientemente probado el delito de insulto a fuerza armada, y pedía se impusiera al procesado la pena de seis meses y un día. Por esta discrepancia la causa pasó al Consejo Supremo de Guerra y Marina. Esta mañana el fiscal del alto Tribunal, Sr. Piquer, se mostró conforme en un todo con el fallo del Consejo de guerra ordinario por estimar que en la prueba no estaba justificada la intervención del guardia civil como tal autoridad, sino más parecía demostrar que el guardia formaba también parte del grupo, intervino en la discusión y en el momento en que le convino hizo presente su condición de guardia civil. Pidió, por tanto, la absolución del procesado y cl correctivo disciplinario pertinente a la falta de embriaguez. El defensor, capitán de Infantería D. José Tapia Ruano, se mostró conforme en todo con la teoría del fiscal.
La causa quedó vista para sentencia.
Ese mismo día el diario La Nación, también de Madrid, decía en su página 6:
EN EL CONSEJO SUPREMO DE GUERRA Y MARINA
Causa contra un soldado por insulto a fuerza armada
En la Sala de justicia del Consejo Supremo se ha visto hoy la causa seguida contra el soldado del batallón de Cazadores de África, número 6, Enrique Díaz Gallego, por el delito de insulto a fuerza armada. Ocurrió el hecho el día 24 de enero de 1926, hallándose el procesado disfrutando licencia en el pueblo de Mollina (Málaga); reuniéndose con varios paisanos y en estado de embriaguez promovieron escándalo, y al ser requeridos por el guardia civil de aquel puesto, Francisco Conejo Salazar, el soldado Miguel Díaz Gallego profirió frases insultantes contra el Instituto de la Guardia Civil y contra su representante en aquel momento, instruyéndose el oportuno atestado y siendo puesto el Miguel Díaz a disposición de la autoridad militar.
En el Consejo de guerra de plaza reunido en Málaga se absolvió al procesado, por no considerar suficientemente probado el delito, llamando la atención de la autoridad judicial por si estimaba corregible la falta de embriaguez.
El auditor, con cuyo dictamen se conformó el capitán general de la región, disentió de la sentencia, por entender consumado el delito de insulto de palabra a fuerza armada, y que debía imponérsele al procesado la pena de seis meses y un día de prisión correccional.
Por tal disentimiento vino la causa al Consejo Supremo. En la vista celebrada hoy, el segundo teniente fiscal militar don Gregorio Montiel entiende que el disentimiento debe resolverse de acuerdo con el Consejo de guerra de plaza, absolviendo al procesado, e imponiéndole sólo un mes de arresto por la falta de embriaguez.
El defensor, capitán de Infantería don José Tapia-Ruano, solicitó la absolución.
En la imagen un cabo con uniforme muy parecido al que llevaba nuestro paisano cuando se intentaba conquistar Marruecos.
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