MÁS PROBLEMAS CON ARMAS DE FUEGO. 1927-1928
El 31 de julio de 1927 El Sol de Antequera, año V, núm. 194 decía en su página 7:
LAS ARMAS DE FUEGO
HERIDO GRAVE
Anteayer ocurrió en Mollina una sensible desgracia. El joven de diecinueve años Antonio González García examinaba un revólver, sin darse cuenta de que estaba cargado, y tuvo la ocurrencia de apuntarse a la barba, disparándose el arma y destrozándose la mandíbula inferior.
En grave estado, y después de asistido de primera intención en aquel pueblo, fué trasladado al hospital de nuestra ciudad.
El día 2 de agosto de ese año eran dos los periódicos madrileños que daban esa misma noticia. La Voz decía:
HERIDO POR DISPARO CASUAL
Al vecino de Mollina Antonio González García, de veinte años, se le disparó una pistola que examinaba y el proyectil le produjo una herida de pronóstico grave.
Por su parte El Sol decía:
Herido al examinar un arma
MAI.AGA 2 (3 t.).—El vecino de Mollina Antonio González García, de veinte años, cuando examinaba una pistola, se le disparó y le produjo una herida de pronóstico grave.
La Unión Patriótica, de Antequera nos decía el lunes 12 de agosto de 1928 que la Guardia Civil había detenido a Rafael Gómez Cano a quien se le intervino una escopeta por no tener licencia para su uso.
Ese mismo día El Sol de Antequera, año VI, núm. 248 nos lo explica mejor en su página 5:
ESCÁNDALO EN EL CAMPO
La Guardia civil de Mollina ha intervenido en una cuestión promovida por un sujeto llamado Rafael Gómez Cano, quien profirió palabras injuriosas y provocativas contra sus vecinos de tierras colindantes, Antonio Lara Granados y un hijo de éste, llegando a amenazarles con una escopeta, que le recogió la Benemérita por no tener licencia de uso de armas, poniéndole a disposición del Juzgado de este partido.
También en El Sol de Antequera, pero del día 9 de setiembre de 1928, año VI, núm. 252 aparecía:
SIN LICENCIA
La Guardia civil de Mollina, sorprendió cazando al vecino Antonio Cano Pacheco, de sesenta y dos años, y como no llevaba la correspondiente licencia, le detuvo, interviniéndole una escopeta de dos cañones y poniéndole a disposición del Juzgado de Instrucción.
LAS ARMAS DE FUEGO
HERIDO GRAVE
Anteayer ocurrió en Mollina una sensible desgracia. El joven de diecinueve años Antonio González García examinaba un revólver, sin darse cuenta de que estaba cargado, y tuvo la ocurrencia de apuntarse a la barba, disparándose el arma y destrozándose la mandíbula inferior.
En grave estado, y después de asistido de primera intención en aquel pueblo, fué trasladado al hospital de nuestra ciudad.
El día 2 de agosto de ese año eran dos los periódicos madrileños que daban esa misma noticia. La Voz decía:
HERIDO POR DISPARO CASUAL
Al vecino de Mollina Antonio González García, de veinte años, se le disparó una pistola que examinaba y el proyectil le produjo una herida de pronóstico grave.
Por su parte El Sol decía:
Herido al examinar un arma
MAI.AGA 2 (3 t.).—El vecino de Mollina Antonio González García, de veinte años, cuando examinaba una pistola, se le disparó y le produjo una herida de pronóstico grave.
La Unión Patriótica, de Antequera nos decía el lunes 12 de agosto de 1928 que la Guardia Civil había detenido a Rafael Gómez Cano a quien se le intervino una escopeta por no tener licencia para su uso.
Ese mismo día El Sol de Antequera, año VI, núm. 248 nos lo explica mejor en su página 5:
ESCÁNDALO EN EL CAMPO
La Guardia civil de Mollina ha intervenido en una cuestión promovida por un sujeto llamado Rafael Gómez Cano, quien profirió palabras injuriosas y provocativas contra sus vecinos de tierras colindantes, Antonio Lara Granados y un hijo de éste, llegando a amenazarles con una escopeta, que le recogió la Benemérita por no tener licencia de uso de armas, poniéndole a disposición del Juzgado de este partido.
También en El Sol de Antequera, pero del día 9 de setiembre de 1928, año VI, núm. 252 aparecía:
SIN LICENCIA
La Guardia civil de Mollina, sorprendió cazando al vecino Antonio Cano Pacheco, de sesenta y dos años, y como no llevaba la correspondiente licencia, le detuvo, interviniéndole una escopeta de dos cañones y poniéndole a disposición del Juzgado de Instrucción.
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