ALMIREZ XII. 25 DE ENERO DE 1935
Viene de https://lopez29532mollina.blogspot.com/2018/07/almirez-xi-24-de-enero-de-1935.html
Por fin la prensa traía noticias ciertas sobre el juicio al Almirez.
Después de haberse planteado la posibilidad de celebrarlo en el cuartel de la Trinidad, luego en el de Capuchinos, al final hubo de celebrarse en la Cárcel Provincial acudiendo al mismo una gran cantidad de gente.
La imagen obtenida del diario La Voz, de Madrid, de veintiséis de enero de 1935 da idea de la expectación que generó ese juicio.
La crónica del mismo la hemos tomado de dos periódicos.
La crónica del mismo la hemos tomado de dos periódicos.
El primero, El Sol de Madrid del día veinticinco de enero de 1935, pág. 8.
Decía:
Consejo de guerra sumarísimo contra "el Almirez"
MALAGA 24 (6,15 t.) A las cuatro menos veinte de la tarde comenzó en la sala audiencia de la cárcel el Consejo de guerra sumarísimo contra Antonio Fernández del Pozo (a) "el Almirez".
La sala se llenó totalmente de público, y hubo necesidad de formar una fila ante el edificio para las numerosísimas personas que aguardaban turno para entrar en la sala.
Comenzado el Consejo, el juez leyó el apuntamiento, en el que se relatan los hechos en la forma ya conocida, señalándolos como constitutivos de un delito para el que está determinada la pena de muerte.
"El Almirez" se presentó muy sereno, y al ser interrogado contestó con tranquilidad a cuantas preguntas se le hicieron. Explicó que, hallándose en la cueva, la Guardia civil le hizo dos dispareo, y que él contestó al ver que alguien intentaba penetrar en aquélla. No pudo distinguir perfectamente si se trataba o no de un guardia civil. Asegura que disparó dos veces nada más. Sin embargo, el cadáver del guardia presenta seis heridas por arma de fuego.
Declararon a continuación los forenses y los guardias civiles compañeros de la victima, asi como el médico de Mollina que aconsejó a "el Almirez" que se entregara.
El único incidente que se registró fué uno de poca importancia al llamar la atención el fiscal cerca de la presidencia por unas preguntas de un vocal.
A las cinco de la tarde se suspendió el juicio, y poco después se reanudó, creyéndose que terminará a primera hora de la noche. La impresión es pesimista» (Febus.)
MALAGA 24 (11,30 n.).—El fiscal, en su informe, detalló lo demostrado por las pruebas, y pidió que se condenara a Antonio Fernández Pozo a 1a pena de muerte y una indemnización de 30.000 pesetas por la muerte del guardia civil José Pendón, con arreglo al articulo 353 del Código de Justicia militar, y a otra pena de muerte por insulto a la fuerza armada, reincidencia, perversidad, etc. con arreglo al articulo 173 del mismo cuerpo legal y. en virtud de estar establecido el estado de guerra.
El defensor, capitán Cabezas, hizo un elocuente informe, en el que dijo que "el Almirez" no tuvo intención de matar al guardia, pues no sentía odio hacia la Guardia civil, y que en un momento de míedo insuperable disparó, creyendo que le iban a matar. Dijo también que el cadáver del guarda (sic) presentaba seis heridas de bala, no obstante no haber hecho el procesado más que dos disparos, suponiendo que cuatro de las heridas fueros causadas por la propia Guardia civil al disparar sobre la cueva. Pidió al Tribunal la mayor indulgencia para juzgar a "el Almirez".
Después de rectificar el fiscal y la defensa, el Consejo se retiró a deliberar. Poco después se había dictado sentencia; pero ésta no será conocida hasta que la apruebe la Auditoria. A primera hora de la noche ha salido en automóvil para Sevilla un oficial portador de la sentencia.
La otra crónica la extraemos de la página 2 de La Época, también de Madrid y también del día veinticinco de enero de 1935.
Consejo de guerra sumarísimo contra "el Almirez"
MALAGA 24 (6,15 t.) A las cuatro menos veinte de la tarde comenzó en la sala audiencia de la cárcel el Consejo de guerra sumarísimo contra Antonio Fernández del Pozo (a) "el Almirez".
La sala se llenó totalmente de público, y hubo necesidad de formar una fila ante el edificio para las numerosísimas personas que aguardaban turno para entrar en la sala.
Comenzado el Consejo, el juez leyó el apuntamiento, en el que se relatan los hechos en la forma ya conocida, señalándolos como constitutivos de un delito para el que está determinada la pena de muerte.
"El Almirez" se presentó muy sereno, y al ser interrogado contestó con tranquilidad a cuantas preguntas se le hicieron. Explicó que, hallándose en la cueva, la Guardia civil le hizo dos dispareo, y que él contestó al ver que alguien intentaba penetrar en aquélla. No pudo distinguir perfectamente si se trataba o no de un guardia civil. Asegura que disparó dos veces nada más. Sin embargo, el cadáver del guardia presenta seis heridas por arma de fuego.
Declararon a continuación los forenses y los guardias civiles compañeros de la victima, asi como el médico de Mollina que aconsejó a "el Almirez" que se entregara.
El único incidente que se registró fué uno de poca importancia al llamar la atención el fiscal cerca de la presidencia por unas preguntas de un vocal.
A las cinco de la tarde se suspendió el juicio, y poco después se reanudó, creyéndose que terminará a primera hora de la noche. La impresión es pesimista» (Febus.)
MALAGA 24 (11,30 n.).—El fiscal, en su informe, detalló lo demostrado por las pruebas, y pidió que se condenara a Antonio Fernández Pozo a 1a pena de muerte y una indemnización de 30.000 pesetas por la muerte del guardia civil José Pendón, con arreglo al articulo 353 del Código de Justicia militar, y a otra pena de muerte por insulto a la fuerza armada, reincidencia, perversidad, etc. con arreglo al articulo 173 del mismo cuerpo legal y. en virtud de estar establecido el estado de guerra.
El defensor, capitán Cabezas, hizo un elocuente informe, en el que dijo que "el Almirez" no tuvo intención de matar al guardia, pues no sentía odio hacia la Guardia civil, y que en un momento de míedo insuperable disparó, creyendo que le iban a matar. Dijo también que el cadáver del guarda (sic) presentaba seis heridas de bala, no obstante no haber hecho el procesado más que dos disparos, suponiendo que cuatro de las heridas fueros causadas por la propia Guardia civil al disparar sobre la cueva. Pidió al Tribunal la mayor indulgencia para juzgar a "el Almirez".
Después de rectificar el fiscal y la defensa, el Consejo se retiró a deliberar. Poco después se había dictado sentencia; pero ésta no será conocida hasta que la apruebe la Auditoria. A primera hora de la noche ha salido en automóvil para Sevilla un oficial portador de la sentencia.
La otra crónica la extraemos de la página 2 de La Época, también de Madrid y también del día veinticinco de enero de 1935.
Decía.
MALAGA
El fiscal pide pena de muerte para "el Almirez"
En caso de indulto, cadena perpetua y 30.000 pesetas de indemnización
MALAGA 24.—A las tres y media de la tarde se constituyó el Tribunal que ha de fallar la causa instruida en Consejo sumarísimo contra el criminal detenido en la sierra de Mollina, «El Almirez», por haber dado muerte al guardia civil José Fernández Pendón.
El secretario da lectura al rollo de cargos, en el que se relatan los hechos en la forma ya conocida, o sea que el día 19 de enero, al pasar los guardias civiles Heredia, Morente y Pendón por las inmediaciones de la cueva del Acebuche, entre Mollina y Alameda, sintieron ruido en el interior de la sima, y al acercarse el guardia Pendón, al poner el pie en el interior de la cueva, «El Almirez» disparó sobre él, hiriéndole mortalmente. El cuerpo del guardia cayó dentro de la cueva, donde lo retuvo el criminal, sin querer entregarse hasta el día, siguiente, a las nueve de la mañana, en que lo hizo al médico de La Alameda, señor Medina Toledo. Se hace resaltar en el sumario la resistencia que en todo momento opuso el procesado a entregarse a la Guardia Civil, diciendo desde el interior de la cueva que al guardia que se acercara había de matarlo y cantando coplas alusivas a la acción criminal que acababa de cometer.
Comparecen como testigos los peritos armeros y los peritos médicos que practicaron la autopsia al cadáver de la víctima. Coinciden unos y otros peritos en que el interfecto presentaba seis heridas de bala y que estas balas eran de pistola del calibre 9. Esta prueba resulta interesante porque la defensa alegaba que el criminal sólo habla hecho dos disparos y que las restantes heridas habían sido producidas por proyectiles de máuser, dando a entender que había sido alcanzado por las balas que disparaban los guardias civiles contra «El Almirez» en el interior de la cueva.
Comparecen también los guardias civiles Heredia y Morente, que acompasaban al interfecto, y que refieren el hecho en la forma conocida. A continuación comparece también el médico de La Alameda, señor Medina Toledo, que hace historia de la forma en que se realizó la entrega a él personalmente de «el Almirez».
Informa el teniente coronel auditor de la división, señor Jiménez Quintanilla. Hace una glorificación del benemérito Cuerpo de la Guardia Civil y describe con frases muy felices y elocuentes el heroísmo demostrado por el guardia civil muerto. Demuestra con textos legales que el guardia citado se hallaba en aquel momento en acto del servicio. Prueba a continuación que las heridas habían sido producidas por pistola, según el peritaje anteriormente citado. Se extiende en otros términos muy elocuentes de acusación y termina pidiendo pena de muerte. En caso de indulto, solicita se le conmute esa pena por la de reclusión perpetua, y tasa la responsabilidad civil en carácter de indemnización a los herederos de la victima en 30.000 pesetas.
La defensa, a cargo del capitán de Infantería señor Cabezo, hace un informe brillante, no obstante la pobreza de materia defensiva que tiene. Termina pidiendo al Tribunal indulgencia y presentando al delincuente como un hombre enfermo cerebral.
MALAGA
El fiscal pide pena de muerte para "el Almirez"
En caso de indulto, cadena perpetua y 30.000 pesetas de indemnización
MALAGA 24.—A las tres y media de la tarde se constituyó el Tribunal que ha de fallar la causa instruida en Consejo sumarísimo contra el criminal detenido en la sierra de Mollina, «El Almirez», por haber dado muerte al guardia civil José Fernández Pendón.
El secretario da lectura al rollo de cargos, en el que se relatan los hechos en la forma ya conocida, o sea que el día 19 de enero, al pasar los guardias civiles Heredia, Morente y Pendón por las inmediaciones de la cueva del Acebuche, entre Mollina y Alameda, sintieron ruido en el interior de la sima, y al acercarse el guardia Pendón, al poner el pie en el interior de la cueva, «El Almirez» disparó sobre él, hiriéndole mortalmente. El cuerpo del guardia cayó dentro de la cueva, donde lo retuvo el criminal, sin querer entregarse hasta el día, siguiente, a las nueve de la mañana, en que lo hizo al médico de La Alameda, señor Medina Toledo. Se hace resaltar en el sumario la resistencia que en todo momento opuso el procesado a entregarse a la Guardia Civil, diciendo desde el interior de la cueva que al guardia que se acercara había de matarlo y cantando coplas alusivas a la acción criminal que acababa de cometer.
Comparecen como testigos los peritos armeros y los peritos médicos que practicaron la autopsia al cadáver de la víctima. Coinciden unos y otros peritos en que el interfecto presentaba seis heridas de bala y que estas balas eran de pistola del calibre 9. Esta prueba resulta interesante porque la defensa alegaba que el criminal sólo habla hecho dos disparos y que las restantes heridas habían sido producidas por proyectiles de máuser, dando a entender que había sido alcanzado por las balas que disparaban los guardias civiles contra «El Almirez» en el interior de la cueva.
Comparecen también los guardias civiles Heredia y Morente, que acompasaban al interfecto, y que refieren el hecho en la forma conocida. A continuación comparece también el médico de La Alameda, señor Medina Toledo, que hace historia de la forma en que se realizó la entrega a él personalmente de «el Almirez».
Informa el teniente coronel auditor de la división, señor Jiménez Quintanilla. Hace una glorificación del benemérito Cuerpo de la Guardia Civil y describe con frases muy felices y elocuentes el heroísmo demostrado por el guardia civil muerto. Demuestra con textos legales que el guardia citado se hallaba en aquel momento en acto del servicio. Prueba a continuación que las heridas habían sido producidas por pistola, según el peritaje anteriormente citado. Se extiende en otros términos muy elocuentes de acusación y termina pidiendo pena de muerte. En caso de indulto, solicita se le conmute esa pena por la de reclusión perpetua, y tasa la responsabilidad civil en carácter de indemnización a los herederos de la victima en 30.000 pesetas.
La defensa, a cargo del capitán de Infantería señor Cabezo, hace un informe brillante, no obstante la pobreza de materia defensiva que tiene. Termina pidiendo al Tribunal indulgencia y presentando al delincuente como un hombre enfermo cerebral.
Son algunos los medios que erróneamente citan a Cristóbal Medina como médico de La Alameda, cuando lo era de Mollina.
Por otro lado constatar las dotes para el cante de nuestro bandido. Más adelante veremos también esta faceta reflejada en algún periódico.
Ahora, ABC, El Heraldo de Madrid, El Siglo Futuro, El Sol, La Época, La Libertad, La Tierra y La Voz son los periódicos madrileños que hablaron ese día sobre el Almirez.
En provincias: El Defensor de Córdoba; El Iris, de Ciudadela; La Voz de Menorca; Crónica Meridional, de Almería; Diario de Burgos; Diario de Córdoba; El Bien Público, de Mahón; El Cantábrico, de Santander; El Día, de Alicante; El Diario Palentino; El Progreso, de Lugo, La Región, de Murcia; Heraldo de Zamora; La Gaceta de Tenerife; Diario de Avisos, de Santa Cruz de la Palma; Diario de Las Palmas; El Faro de Vigo; La Provincia, de Las Palmas de Gran Canaria; La Voz de Aragón, de Zaragoza; Pensamiento Alavés, de Vitoria y ABC de Sevilla.
Fuera de España: Diario de la Marina, periódico oficial del apostadero de La Habana.
Continúa en https://lopez29532mollina.blogspot.com/2018/07/almirez-xiii-26-de-enero-de-1935.html
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