PRIMER NÚMERO DE LA RAZÓN. 1930




La dictablanda del general Berenguer fue el último periodo de la Restauración borbónica y del reinado de Alfonso XIII en España. Encargado el general por el rey sin constitución que era Alfonso XIII de formar gobierno lo hizo en enero de 1930.

El término dictablanda fue utilizado por la prensa para referirse a la indefinición del gobierno de Berenguer que ni continuó con la dictadura anterior, ni restableció plenamente la Constitución de 1876, ni mucho menos convocó elecciones a Cortes Constituyentes como exigía la oposición republicana. Buena Wikipedia.

La prensa de izquierdas contó con mayor libertad para hacer públicas sus ideas. En nuestra comarca apareció el 30 de agosto de 1930 el primer número de La Razón, que se hacía llamar Órgano de la Agrupación Socialista y Sociedades Obreras. Defensor de los intereses del pueblo.

El consejo de redacción estaba formado por Antonio García Prieto, director; Juan Villalba Troyano, redactor jefe; José Mª Ciria, redactor jefe 2º y Felipe González, administrador. La sede estaba en la calle Estepa, 23 –oficialmente calle Infante- en la sastrería que regentaba el director.

En su primera página ya deja ver su ideología. Así abre esta publicación:

Al empezar

A la cabeza del periódico vá (sic) claramente expuesto nuestro lema. No necesitamos, pues, definirnos otra vez.

Salimos a la lucha con LA RAZÓN por delante, puesto que con ella puede irse a todas partes. Así pensamos nosotros: que ella sea nuestra égida en el batallar de las ideas político-sociales; procuraremos, siempre, hacerla nuestra compañera inseparable. Y con ella por delante, pediremos justicia, equidad, fraternidad y lucharemos por el establecimiento de un régimen más equitativo y humano, donde la lucha del hombre por el hombre no exista. Todos iguales, pero a la manera socialista.

La tierra para el que la trabaja. No hay más propiedad que la del trabajo. Libertad de conciencia.

Llegarnos a la palestra sin odios ni rencores, completamente sanos de cuerpo y espíritu, sin otro fin que el de aportar nuestro grano de arena a la grande obra de humanización de la Humanidad.

Para los que discrepen de nuestras ideas, el ataque noble, a plena luz, sin recovecos ni subterfugios.

Cordialidad, solidaridad para nuestros hermanos de clase. Nuestro abrazo fraternal, que haga aún más indisoluble el lazo que a ellos nos une.

Un fraterno y sentido saludo a nuestros camaradas en la prensa, a los paladines de la idea, muy especial para El Socialista, el viejo maestro luchador.

No necesitamos decir que estamos al lado del pueblo y que trabajaremos por su mejoramiento cuanto sea preciso y hasta donde alcancen nuestras fuerzas. En nuestro lema está la defensa de sus intereses, que procuraremos llevar a cabo con la entereza y el tesón peculiares en los batalladores socialistas

. Cuantas ideas nobles y plausibles propósitos se inicien contarán con nuestra modesta pero decidida ayuda, vengan de donde vengan.  Nada puede haber en nosotros de intransigencia. Seremos firmes, serenos, ecuánimes, sin vacilaciones ni equívocos.

A nuestro colega local un amical saludo.



El artículo de al lado, bajo el título de El Socialismo en Antequera empezaba así:

Es la primera vez que la historia de Antequera registra la aparición de un periódico de la extrema izquierda.



Los huecos dejados entre artículo y artículo iban ocupados por consignas de corte socialista. Las aparecidas en este primer número eran:



Todo hombre, por humilde que sea, tiene derecho a intervenir en la administración del Estado



Los trabajadores son los dueños legítimos de la tierra.



Los empleados y obreros son tan propietarios de la industria como los patronos.



La tierra debe ser para los que la trabajan.



La propiedad es una función social



Todo el que trabaja en una empresa, en una fábrica, en una labor cualquiera, debe participar de las utilidades.



Aparecían también algunos anuncios de empresas, entre ellas la sastrería del director. Y pedía a los lectores:



ROGAMOS

a nuestros compañeros, amigos y simpatizantes consuman sus artículos en las casas anunciadas en este periódico.

 Deber nuestro es ayudar a aquellos que a nosotros nos ayudan.



Desde ese primer número ya apareció una sección que se llamaba De los pueblos. En esa fecha aparecieron noticias de Cuevas de S. Marcos, Fuente Piedra, Mollina y Teba.



Con respecto a Mollina decía en su página 4:



Con un entusiasmo grandísimo por parte de todos los trabajadores, cada día que pasa hay más entusiasmo por nuestra Sociedad, pues sabemos positivamente y estamos desengañados de más que las monarquías oligárquicas son la ruina de las naciones y, por ende, de los trabajadores.

 Así es que no desmayar, y adelante con la organización, que unidos todos sabremos conseguir que en nuestro pueblo impere la Razón y la Justicia y termine esta burguesía infamante y corrosiva que tan miserablemente nos explota.

¡Viva la Unión General y el Partido Socialista!

 UN CAMPESINO



La implicación de Mollina con este semanario fue intensa por dos motivos: una gran fortaleza de la Unión General de Trabajadores en el pueblo y el origen mollinato del director, Antonio García Prieto. Ya apareció en este blog artículos reivindicativos aparecidos en estas páginas. Y a partir de ahora aparecerán bastantes más.  Con respecto al director, Antonio García Prieto, vamos a reproducir  la ficha elaborada por Aurelio Martín Nájera para su libro Segunda República. El Grupo Parlamentario Socialista, editado por la Fundación Pablo Iglesias en el año2000. 



García Prieto, Antonio

Antonio García Prieto nació en Mollina (Málaga) el 19 de julio de 1892.

 Sastre. Se instaló en Antequera (Málaga) a mediados de los años veinte. Presidió la Agrupación Socialista de la localidad y dirigió el semanario socialista La Razón.



Elegido concejal en las elecciones municipales de abril de 1931. Presidió la UGT provincial de Málaga durante la Segunda República. Diputado por Málaga-provincia en las elecciones de 1931.

 Masón. Iniciado en 1936 perteneció a la logia "Patria Grande" n° 18 de Málaga.

 Al empezar la guerra era alcalde de Antequera. Fue jefe de milicias y comandante de Carabineros. Al concluir la misma era Gobernador Militar de Ciudad Real. Hecho prisionero fue fusilado en Málaga el 7 de febrero de 1940.



La primera imagen corresponde al retrato fotográfico de Antonio García Prieto aparecido en http://www.todoslosnombres.org/content/biografias/antonio-garcia-prieto y la segunda es la primera página del primer número de La Razón.



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