DÉCIMA FERIA DEL LIBRO. 1985
El 18 de abril de 1985 moría en accidente de tránsito Gerardo Fernández. Nacido el 8 de setiembre de 1946, alcalde y vicepresidente de la Diputación hizo sus estudios de Magisterio como tantos otros lo podíamos hacer en aquellos tiempos: por libre.
El folleto de la Feria del Libro de Mollina de aquel año tenía que llevar, forzosamente, el recuerdo a aquel concejal que acompañó al joven y al cura ante el alcalde y representante de la dictadura para interceder por esa idea tan peregrina como fue la creación de una celebración del libro en el pueblo.
Además de fotografías y poemas dedicados al que fue alcalde llevaba también el plano de algo que tuvo su importancia para la feria. Juan García Parrado y F. Carmona Narbona habían diseñado una caseta desmontable para sacar la Feria del Libro del patio de la casa del cura. Costeada por la Diputación se colocó en unos primeros años en el ensanchamiento de la calle Real. Qué buen sitio para, una vez saneado, denominarlo Plaza del Libro y perpetuar así el amor de una buena parte de Mollina por ese objeto cultural. Dicho queda.
También recordaba todos los lemas usados hasta la fecha. El de 1995 era Los libros son alas.
Las catorce primeras ilustraciones corresponden al folleto de la Feria del Libro de ese año. Las dos siguientes las que aparecieron en el programa de feria.
El folleto de la Feria del Libro de Mollina de aquel año tenía que llevar, forzosamente, el recuerdo a aquel concejal que acompañó al joven y al cura ante el alcalde y representante de la dictadura para interceder por esa idea tan peregrina como fue la creación de una celebración del libro en el pueblo.
Además de fotografías y poemas dedicados al que fue alcalde llevaba también el plano de algo que tuvo su importancia para la feria. Juan García Parrado y F. Carmona Narbona habían diseñado una caseta desmontable para sacar la Feria del Libro del patio de la casa del cura. Costeada por la Diputación se colocó en unos primeros años en el ensanchamiento de la calle Real. Qué buen sitio para, una vez saneado, denominarlo Plaza del Libro y perpetuar así el amor de una buena parte de Mollina por ese objeto cultural. Dicho queda.
También recordaba todos los lemas usados hasta la fecha. El de 1995 era Los libros son alas.
Las catorce primeras ilustraciones corresponden al folleto de la Feria del Libro de ese año. Las dos siguientes las que aparecieron en el programa de feria.
Haremos también una publicación sobre la polémica en torno a la caseta.
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