HUELGA DE JUNIO DE 1932. Y III
Acabamos con el repaso a la prensa de junio de 1932 y
siguientes, referida a la huelga del campo en Mollina.
El 17 de junio de 1932 La
Tierra, diario anarquista de Madrid traía, además de sus diarios ataques a
los socialistas –socioenchufes, o enchufismo exaltado decía- traía otra noticia
sobre Mollina en la página 3 de su última edición de la tarde:
Varios obreros heridos
en Mollina
MALAGA, 17. (Servicio
especial.) Un grupo de obreros campesinos huelguistas del pueblo de Mollina, al
cruzarse con una pareja de la Guardia civil la hizo objeto de insultos por lo
que la fuerza dio una carga, causando lesiones a tres de los manifestantes.
El diario Heraldo de
Madrid en su edición de las 7 de la noche decía:
Los conflictos
sociales
La huelga del muelle
de Málaga, en igual estado
MALAGA 17.—Continúa en
el mismo estado la huelga en el muelle. Se han registrado varias coacciones
entre los obreros que se dedican a la carga de vapores.
Un grupo de campesinos
del pueblo de Mollina insultó a la Guardia civil. Esta se vio precisada a dar
una carga, e hirió a tres de los revoltosos.
El Noticiero Gaditano,
año XIV, número 5.051, de ese mismo día 17 decía escuetamente:
-La huelga de los
obreros campesinos de Mollina se ha agravado.
Al día siguiente, día 18,
los diarios de la mañana daban la misma noticia. Así el diario Ahora, de Madrid, vinculado al centro
político y que tuvo como subdirector a Manuel Chaves Nogales, repetía en su
página 9 lo dicho la tarde antes por el Heraldo
de Madrid. El Imparcial, diario liberal de Madrid, año LXVII, número 22.735,
daba así la noticia:
En Mollina los civiles
disuelven a sablazos grupos huelguistas
Málaga 17,—En el pueblo de Mollina han vuelto
a producirse alteraciones del orden público. Dos grupos de huelguistas, al
presentarse la Guardia civil, la hicieron objeto de demostraciones de
hostilidad. Los guardias desenvainaron los sables, y dieron una carga que puso
en dispersión a los huelguistas.
Resultaron heridos tres individuos.
Esta misma crónica, proporcionada por su agencia de noticias
Febus, era reproducida en la página 5 del diario El Sol.
El Telegrama del Rif,
de Melilla, recoge en su primera página declaraciones del gobernador civil de
Málaga informando que en el pueblo de
Mollina fué insultada y agredida la Guardia Civil por los huelguistas de aquel
pueblo.
La Benemérita se vió
obligada a cargar, resultando tres
huelguistas heridos leves.
La Libertad,
diario madrileño liberal progresista, año XIV, número 3.821, reproducía en su
sección de cuestiones sociales la información proporcionada por la agencia
Febus.
El domingo 19 de junio de 1932 el clerical El Sol de Antequera, traía en sus páginas
2 y 3 el anuncio del fin de la huelga con su ataque a Antonio García Duarte, a
quien aluden sin nombrar:
¡Ha terminado la
huelga!
Nos satisface poder dar hoy esta noticia,
grata para todos los antequeranos porque los perjuicios alcanzaban ya a todos
los sectores sociales de la población.
Aludíamos la semana
anterior a unas actuaciones desdichadas, que hasta última hora han tratado de
imponer su mala fe y su interés político, y hoy podemos hablar de otras
actuaciones felices, que han logrado lo que exponemos en nuestro editorial de
este número como un anhelo ferviente para que no queden resquemores entre las
clases sociales que han estado en pugna; esto es: que no haya vencedores ni
vencidos.
Procedieron unas
gestiones en Málaga, de las que fué eficaz medianero el teniente de alcalde de
aquel Ayuntamiento don Eduardo Fráppolli, y que continuaron en Madrid, cerca de
los ministros de la Gobernación y Trabajo, quedando fracasada la maniobra del
diputado «socialista», que a toda costa quería imponerse a la autoridad y a los
intereses incluso de los propios obreros, que han estado unos días más, pendientes
del anuncio de su llegada con dos delegados nada menos...
Mientras tanto, unos hombres de buena voluntad
intentaban aquí conseguir de modo directo encontrar la fórmula de armonía, sin
mediaciones de personajes ni de comisiones oficiales, y bien merecen la
gratitud de todos por haber logrado el éxito.
Concretadas las
modificaciones que los obreros estimaban necesarias en el laudo, y aceptadas
esas variaciones por las respectivas sociedades patronal y obrera, en la noche
del viernes se firmó un escrito por el alcalde don Camilo Chousa, los señores
don José Carreira, don Juan Jiménez Vida, don José Blázquez Lora y don Juan
Muñoz Rojas, por los patronos, y los compañeros Manuel Carrillo, Antonio
Martín, Alfonso Orozco, Antonio García y José Ruiz, por los obreros.
Esas modificaciones,
que se espera sean autorizadas por el señor gobernador y Comisión delegada,
pues merced a las cuales ayer mismo se reintegraron al trabajo la mayoría de
los obreros agrícolas, son las que figuran en el escrito que copiamos a
continuación:
Ante las
circunstancias por que atraviesa el conflicto agrícola de Antequera, un grupo
de patronos y obreros, deseando hallar una solución armónica, se ha reunido y,
después de solventar pequeñas diferencias de orden a la interpretación del
Laudo vigente, proponen las siguientes aclaraciones al mismo, por entender
justo y razonable dicho Laudo dictado por la Comisión provincial y aprobado por
el Excelentísimo señor gobernador civil.
Aclaraciones que se
proponen en orden a las condiciones del trabajo.—Para las faenas de siega será
a usos y costumbres de esta localidad, teniendo en cuenta que el máximo de
jornales a emplear por fanega de tierra será el siguiente:
Cereales, seis
peonadas; habas y bezas, seis peonadas; garbanzos, cuatro peonadas.
Por cada máquina simple deberá haber un mínimo
de ocho amarradores, quienes tendrán la obligación de segar los carriles y
cortes.
Caso de avería en las máquinas trilladoras, si
ésta se prolongase más de dos horas, los patronos emplearán a los obreros en
otras faenas, abonándoles el jornal de la labor que realicen. Si la avería
durara menos de dos horas se compensará dicha pérdida con horas extraordinarias
en días sucesivos.
La jornada en el
trabajo de era sin máquinas se sujetará a las costumbres, cantidad y condiciones
anteriores, entendiéndose que por cada erero un carro.
Carreros y carreteros, seis pesetas.
Carreros y carreteros, acarreadores de grano
al pueblo o granero, cualquiera que sea el sitio en que se encuentre, seis
pesetas cincuenta céntimos.
El trabajo de ara será
de sol a sol en el tajo, distribuyéndose la jornada en la siguiente forma: una
hora de almuerzo, dos de merienda y cinco fumadas de a media hora, quedando el
resto de la jornada como trabajo útil.
Los jornales se regirán a usos y costumbres.
Los varaderos o gasteros, estarán en el tajo
de sol a sol, distribuyéndose los trabajos en la siguiente forma: una hora de
almuerzo; dos horas de siesta; una hora de comida y cinco fumadas de media
hora, quedando el resto de la jornada de trabajo útil.
Para los trabajos de
maíz y remolacha, la jornada de jornaleros y varaderos quedará establecida en
las mismas condiciones que las especificadas en las condiciones anteriores.
Las condiciones
generales de trabajo, quedan aclaradas en los siguientes conceptos:
Las salidas de los varaderos será a las nueve
de la mañana, con obligación de encontrarse a esta hora en el primer kilómetro
a la salida de la población; al terminar la varada se dará de mano a las doce
de la mañana en el tajo.
No se podrán emplear por ningún motivo más de
medio día en dar comienzo a la faena en los de la salida de la varada.
Las vestidas serán al
partir la varada si esta es superior a quince días, suspendiéndose el trabajo
en el tajo a la una y se reanudará al siguiente dia a las nueve de la mañana en
el tajo.
Están exceptuadas de
vestidas el trabajo de era. Los de máquinas trilladoras tienen derecho a
vestida siendo potestativo en los patronos suspenderla abonando en este caso
tres cuartos de jornal.
Los patronos tienen
obligación de poner un vehículo los días de salida y regreso de la varada para
el transporte de los hatos.
En la primera quincena del próximo Agosto se
reunirá una comisión patronal y obrera, compuesta de cuatro individuos por cada
parte que se comprometerán a redactar unas bases anuales de trabajo, para que
el veinte de Agosto, fecha improrrogable de vigencia de este laudo, estén
confeccionadas para ser puestas en vigor.
Antequera, diecisiete
de Junio de mil novecientos treinta y dos.
La Razón, semanario socialista de Antequera, traía ese mismo
día 19 de junio, número 74, en su página 1 esta carta dirigida al alcalde de
Mollina:
DE MOLLINA
Carta para el alcalde.
Señor alcalde del
pueblo de Mollina: Después de saludarle atentamente, como usted no se merece,
empiezo por decirle que es indigno y bochornoso que un hombre, sea del matiz
político que sea, tenga la ideología que tenga, recurra a los mezquinos manejos
caciquiles a que usted recurre.
Yo, como socialista,
me duele en el corazón que usted, señor alcalde, cometa con los obreros de este
honrado pueblo tantas injusticias y tantas arbitrariedades.
Con la crisis tan aguda que atravesamos, los
obreros se ven obligados a tener que ir a pedir trabajo, y a que usted los
socorra, y usted, con su poca conciencia y su corazón de hiena, los socorre con
la mezquina cantidad de treinta y cinco céntimos. Y además les dice usted que
si no tienen de qué comer, que se coman a sus pequeñuelos. ¡Cómo si los
pequeñuelos hubieran venido al mundo para satisfacer necesidades!
También se dió el caso otro día de ir tres
obreros a trabajar con usted, so cavernícola, y quiso usted pagarle los
jornales a tres pesetas. ¿No sabe usted, monterilla, que no estamos en aquellos
tiempos en que un kilo de pan valía 30 ó 40 céntimos?
Tenga usted más
conciencia para los obreros; vaya usted menos a misa y proceda como un
caballero, y no proceda como un cuervo carnicero, que se valen de los tiempos y
de las circunstancias para hacerles a los obreros que se humillen ante su despótica
tiranía.
Otro caso que se me
iba de la memoria:
Que valiéndose de
tantas artimañas para sitiar a los obreros por el hambre, usted les mandaba
cartas a los patronos para que obligaran a los obreros a que ingresaran en el
comité republicano, denominado La Inclusa, y si no lo aceptaban, les amenazaban
con el despido.
Caramba, con don
Francisco, que dice que los obreros somos revolucionarios.
Dios le guarde a usted muy pocos años y se
vaya usted con Satanás, con la cruz y el escapulario, y nos deje a todos en
paz.
FERNANDO RUIZ
Mollina, y junio 1932.
Con respecto a esta huelga decir que La Razón en su edición
del día 31 de julio de 1932, número 80,
traía en su primera página un ruego de García Prieto como diputado en el
Congreso:
La voz de nuestro
camarada García Prieto se alza una vez más en el Congreso en defensa de los
pueblos por él representados
Y denuncia numerosos
abusos caciquiles, con el ruego de que sean corregidos
AI Sr. Ministro de la
Gobernación
En el pueblo de Mollina (Málaga), y siguiendo
procedimientos caciquiles, se ha destituido y procesado a todo aquel
Ayuntamiento, habiéndose puesto en su lugar un gestor de los mismos monárquicos
de antes del 14 de abril, llevando actuando en el mismo más de cuatro meses,
estando, por lo tanto, fuera de la ley, que no permite que las Comisiones
gestoras tengan más de tres meses de actuación, y cometiendo además una serie
de atropellos que denuncio a V. E. para que proceda con justicia y castigue a
los enemigos del régimen.
En el mes de mayo, y por negarse los obreros a
aceptar un laudo impuesto por el gobernador civil y en el cual obligaba con
amenazas de todo género a que fuera aceptado por éstos, siendo éste de una
inferioridad en precios y con unas condiciones tan leoninas que era de todo punto
imposible su aceptación; y al negarse los patronos a discutir con los obreros,
éstos, en uso de su derecho y mediante los trámites reglamentarios, declararon
una huelga con toda clase de orden, no siendo alterado éste en ningún momento.
La primera autoridad de dicho pueblo, y en combinación con el cabo de la
guardia civil, declaran porque si (sic) el estado de guerra, y dice en un
edicto leído por el que suscribe, que hará fuego contra los grupos de más de
dos personas, lanzando además la fuerza pública a la calle, apaleando a todo el
mundo y deteniendo sin ningún género de contemplaciones hasta unas cuantas
madres que al ver a sus hijos en peligro se interpusieron entre la fuerza
pública; clausurando además el Centro Obrero y obligando a los trabajadores a
romper la cartilla de afiliados a la Unión General de Trabajadores si quieren
tener trabajo. Siendo, por lo tanto, causantes de todos estos atropellos el
Ayuntamiento gestor y secretario del mismo, que en combinación con caciques
hace denuncias falsas que el gobernador acepta.
Por todo lo expuesto
suplico a V. E. se active dicho proceso y se destituya inmediatamente la Junta
gestora, reponiendo en su lugar a los elegidos por elección popular.
Sigue con los casos de otros lugares de la provincia.
En la página 4 decía:
Prueba de solidaridad
Hemos remitido a
Mollina 5 pesetas con destino a los compañeros presos de aquel pueblo, y otras
5 hemos entregado a la familia del obrero Antonio López Rodríguez, herido en
los sucesos de marzo.
Dicho donativo nos ha sido enviado por el
Centro Socialista Obrero de Cortes de la Frontera, a cuyos camaradas damos las
gracias en nombre de los beneficiados.
De la situación social en Mollina en ese tiempo puede darnos
una idea esta carta aparecida poco después en el diario anarquista La Tierra. Apareció el día 8 de agosto
de 1932, pocos días después de la huelga y poco antes de la supresión ese año de
la procesión de la Virgen de la Oliva. No olvida atacar a los socialistas al
final del escrito:
SE EMBARGA A UN OBRERO
PARADO
Señor director de LA
TIERRA: En este pueblecito de blancas casas habitadas por obreros en paro
forzoso, y por tanto en angustiosísima situación económica, a la que no parece
hallarse solución, se presentan en el domicilio de Rafael Carmona el cobrador
del impuesto de utilidades y el agente ejecutivo del Ayuntamiento, acompañados
de una pareja de fuerza pública, con el intento de proceder al embargo de lo
que allí tuviera algún valor.
Fué inútil que el interesado expusiera que llevaba
más de seis meses sin ganar un jornal y que el propio Ayuntamiento le adeudaba
sus devengos por el tiempo que fué guarda rural, los que había reclamado
constantemente, sin conseguir el cobro. Los agentes invadieron el domicilio del
camarada Carmona, y. sin respeto alguno y con formas Inconvenientes procedieron
a registrar meticulosamente habitaciones y muebles, no hallando de valor sino
diez pesetas en metálico, que el hijo del compañero le habla facilitado para
una medicina y ayudar al alimento del matrimonio, cantidad que, pese a las
súplicas y ruegos de la esposa, se llevaron.
El hecho no necesita
comentarlos, pero sí ser conocido. para que todos los obreros sepan cómo se
procede en el actual régimen de trabajadores con aquellos obreros que se
encuentran sin labor y no por su culpa, y para que lo sepan, si no lo sabían
ministros y altos funcionarios socialistas que gastan coche.— U. O.—Mollina
(Málaga).
Las iniciales U.O. podríamos leerlas como Un obrero.
Del recuerdo a la huelga aparecido en el número del año IV,
116, del 9 de abril de 1933 ya se dará cuenta cuando hagamos el repaso de ese
número.
Para cerrar estas publicaciones sobre la huelga de junio de
1932 traemos lo recordado en el Almanaque
de Tierra y Libertad, anarquista, correspondiente a 1934 en el que en el
mes de junio decía –equivocadamente, ya que empezó el día 2- lo siguiente:
DÍA 3. -En Mollina
(Málaga), a consecuencia de la huelga de campesinos, dispara la Guardia civil
hiriendo a dos. A la manera de Guzmán el Bueno, el alcalde de Mairena
(Sevilla), entrega a las autoridades su propio hijo, por ser uno de los que
intentaron quemar la iglesia.
La imagen corresponde a una extraída del reportaje que la
revista Nuevo Mundo dedicó el 17 de
junio de 1932 a las tareas de los segadores andaluces. En ella ya aparece una
máquina que sería la competidora más desleal con los obreros.
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