VIDA SOCIAL LAICA EN MOLLINA. 1886-1933




Los cambios sociales son mucho más profundos que los cambios políticos.  Sobre todo porque los primeros suelen afectar a la vida cotidiana y a las costumbres enraizadas -o por enraizar- en la sociedad. Y en cuestión de costumbres tampoco es raro que aquellas reivindicadas por la izquierda, al cabo del tiempo –escaso-, son disfrutadas por todos los sectores sociales, izquierda y derecha.

 Pero no olvidemos algo elemental: Mientras hoy nos parece normal, por ejemplo,  casarse por el juzgado; bautizar a un hijo, o no; seguir viviendo, o no, con alguien a quien se dejó de querer... no hace mucho tiempo esos hechos remitían a luchas de la izquierda inasumibles por la gente de bien. Quienes eso hacían se significaban tan ostensiblemente que, sobre todo en la dictadura con la que acabó la Guerra Incivil, eran tenidos por algo peor que apestados.

Por poner un ejemplo recentísimo -si hablamos en términos históricos- de cambios sociales y de costumbres y del que nos acordamos aquellos que vivimos nuestra adolescencia en los últimos lustros del franquismo podemos traer el caso de aquellas jóvenes que empezaron a fumar públicamente en la calle y en los bares. El férreo control social ejercido por hombres y mujeres –incluso aquellos que una década después alardeaban de votar a las izquierdas- se tornaba en insultos y en críticas despiadadas. No olvidemos que en una localidad costera cercana, a las chicas que vestían minifalda o tenían el atrevimiento de lucir bikini sin ser extranjeras se las apedreaba en la segunda mitad de los años sesenta. O, sin ir más lejos, aquí las albercas públicas tenían horarios diferentes para sexos diferentes.

En esta entrada haremos un repaso por los actos sociales laicos que aparecieron en la prensa. Lógicamente en la prensa de izquierdas. Mientras que los medios de la derecha ponían los nombres en letras de imprenta de aquellos pudientes que celebraban ceremonias religiosas, los de izquierdas animaban a la clase trabajadora a imitar a aquellos que habían tenido el coraje de no seguir las normas establecidas de una Iglesia que poco tenía que ver con la actual y muchísimo menos con la surgida del Concilio Vaticano II. El hecho de ver en la prensa con letras de molde los nombres de paisanos podía constituir para los trabajadores un acicate para adoptar las nuevas costumbres.

El primer acto del que hablamos ya salió en este blog en sus primeros días. Se trataba de la inscripción en el Registro Civil de Universo Progreso Libre Cano Cordón. La noticia apareció el 18 de noviembre de 1886 en el semanario de ideología anarquista Bandera Social y decía así:



Mollina.—El lunes 1°de noviembre fué inscrito en el registro civil un niño con los nombres de Universo, Progreso Libre, hijo de nuestros queridos compañeros Manuel Cano y Ana Cordón, siendo testigos Francisco Díaz Carmona y José Gómez García.

Felicitamos cordialmente á todos los compañeros por el acto á la par natural y revolucionario.



Otro medio que se decantó hacia el anarcosindicalismo y el anarquismo fue El Porvenir del Obrero, periódico mensual, cuyo primer número salió el uno de setiembre de 1898 en Mahón (Menorca). Con suscriptores en Mollina, publicó el 18 de noviembre de 1904 esto:



De Mollina nos participan que se ha inscrito civilmente con el nombre de Amable un hijo de nuestros compañeros Oliva Cano y Juan Llamas.



La mayoría de actos civiles siguientes –ya en los años treinta- aparecieron en el semanario socialista antequerano La Razón. La crónica del primero de ellos apareció en la edición del día 2 de agosto de 1931, año II, número 28, con una carga de reivindicación anticlerical manifiesta. Decía:



Mollina

Actos civiles.

 Han sido inscritos en el Registro Civil dos niños con los nombres de Helios y José, respectivamente, hijos de nuestros estimados compañeros José Moreno Matas y José Rodríguez García y sus compañeras Elena Castañeda Carmona y Pura Matas Zamorano. Tanto las madres como los pequeñuelos gozan de perfecta salud. El acto que con este motivo se ha celebrado ha sido brillantísimo. La Juventud Socialista, para festejar y al mismo tiempo dar la enhorabuena a los padres, celebró una importante manifestación en la que se desbordó el entusiasmo, principalmente de la gente moza, acordándose también abrir una suscripción para hacer un regalo a los afortunados recién nacidos que se han librado del remojón clerical.

Aprendan a despojarse de los prejuicios religiosos imitando a estos compañeros, todos los que tengan a honra el ser socialistas.



Al mes siguiente aparecía la noticia de una boda civil con su correspondiente reivindicación laicista en el mismo medio el día 27 de setiembre de 1931, año II, número 36:



Acto civil.

Se ha celebrado en este pueblo el enlace matrimonial de los jóvenes Juan Ramón Reyes Cebrián y Matilde Cuadrado Aranda. Ambos compañeros, desechando los prejuicios religiosos se han unido libremente, señalando a todos el camino a seguir.

 ¡Jóvenes socialistas! Imitad a estos compañeros, que con la valentía de todo ser consciente han conseguido apartarse de la Religión católica, aunque para ello han tenido que arrostrar todos los obstáculos que le impedían su libre determinación.

 Reciban nuestra más cordial enhorabuena, deseándoles al mismo tiempo felicidades sin cuento.



La crónica iba firmada por LA JUVENTUD SOCIALISTA.

El 17 de abril de 1932 La Razón, año III, número 65, decía:



DE MOLLINA

 Ha sido inscrito en el Registro civil un hermoso niño del compañero Francisco García Pozo y Encarnación Atero Rubio.

Tanto la madre como el niño gozan de la más perfecta salud.

Felicitamos al apreciable matrimonio por el fausto acontecimiento familiar.



El hecho de no ir la noticia acompañada de su correspondiente carga anticlerical puede darnos a entender que este niño sí que fue bautizado, aunque no pueda afirmarse con rotundidad.

El 24 de abril de ese mismo año La Razón, año III, número 66, nos decía en boca del CORRESPONSAL lo siguiente:



DE MOLLINA

Actos civiles.

Han contraído matrimonio civil el día 17 de los corrientes los vecinos de ésta Vicente Fortes Ruiz y Victoria Artacho Rogel, celebrándose el enlace con toda clase de regocijos por parte de los nuevos cónyuges y de los amigos, que admiran el gran civismo que demuestran los que así se conducen, señalándoles el camino a las juventudes para que desechen toda clase de fetichismos y entre en sus cerebros la luz tantos años empañada por las tinieblas cavernarias.

Actuaron como testigos de dicho enlace los vecinos de ésta Francisco Páez Ramírez y José Rojas Palomino.

Nuestra enhorabuena.

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Ha sido inscrito en el Registro civil un niño en fecha 19 del corriente, hijo de nuestros compañeros José Moreno Matas y Elena Castañeda Carmona, al cual se le puso el nombre de José.

Deseamos un brillante porvenir al nuevo retoño y felicidades a sus padres, que saben librarlo de un enfriamiento que podía traer graves consecuencias.



El enfriamiento al que se refiere el corresponsal de La Razón no es otro que una referencia al agua vertida sobre la cabeza del niño en el bautismo.

También el corresponsal de ese semanario firmaba la crónica del día 5 de junio de 1932, año III, número 72. Decía:



DE MOLLINA

Acto civil.

 Ha sido inscrita en el Registro Civil con el nombre de Armonía, la hija de nuestro estimado camarada Antonio Parrado Matas, y su esposa Victoria González Fernández. El acto fué muy regocijado.

 Nuestra más sincera enhorabuena.



El 29 de setiembre de 1932 La Razón traía un apartado para este tipo de actos. Reivindicando el laicismo como sinónimo de República:



ACTOS CIVILES

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Ha sido inscrito en el Registro civil, el día 13 de septiembre, un niño con el nombre de Floreal, hijo del compañero José Solís Ruiz y de Carmen Lara González.

 En el Valle de Abdalajís

Han contraído matrimonio civil, el pasado día 21, los camaradas José Pérez Domínguez y Ana Domínguez Pérez.

 En Mollina

Ha sido inscrito en el Registro civil un niño del camarada José Rodríguez García y de su compañera Pura Matas Zamorano con el nombre de Progreso.

Es el segundo hijo que esta pareja libra del clásico remojón.

 En Humilladero

En este pueblo se han celebrado de poco tiempo a esta parte más de veinte actos civiles, según nos asegura el concejal socialista de aquel Ayuntamiento, camarada Antonio Fuentes.

* * *

Cordialmente felicitamos a todos estos camaradas que saben proceder de acuerdo con el laicismo de nuestra República, extirpando al mismo tiempo al clericalismo.



El único acto civil en periodo republicano celebrado en Mollina y que no apareció en La Razón sí lo hizo en La Tierra, periódico madrileño filo anarquista. En su edición del 5 de octubre de 1932 traía una sección que abría con el titular de Cunden los actos civiles. Tras noticiar una boda civil en Tánger y otra en Loja –en donde destacaba que en poco tiempo se habían celebrado más de noventa matrimonios civiles-  continuaba con esto:



MATRIMONIO EN MOLLINA

(MALAGA)

 En el Juzgado municipal de aquella población ante el juez D. Pedro Llamas, y secretario D. Antonio Cano, se ha celebrado el enlace de la gentil señorita Josefa  Linares Muñoz y el compañero Miguel Berrocal Castillo, actuando como testigos D. José González y D. Antonio Llamas.

Después del acto, al que acudió numerosa concurrencia, los invitados se trasladaron al domicilio de la novia, donde se organizó una agradable fiesta y se hicieron votos por la prosperidad de los nuevos esposos.



La sección seguía con un entierro en Tocina y una boda en Grazalema.

De nuevo en el semanario socialista antequerano La Razón, año III, número 94, del día 6 de noviembre de 1932 aparecía una crónica de boda, esta vez firmada por Andrés González Páez, el miembro de las Juventudes Socialistas con tanta facilidad para la pluma. Decía:



EN MOLLINA

Ha tenido lugar en esta villa el día 31 de octubre un importante y ejemplar acto civil, con motivo de la celebración del matrimonio de nuestro estimado compañero Francisco Sánchez García con la bella y sin par joven Teresa Muñoz Doblas.

Actuaron como testigos los compañeros Agustín Vallejo Delgado y José González Lozano.

Los novios, seguidos de una multitud numerosa de compañeros de esta Sociedad, se dirigieron al Juzgado municipal, donde se celebró el enlace matrimonial tal como lo prescribe la Ley de matrimonios civiles, tan cívicamente promulgada por el ministro de Justicia don Alvaro de Albornoz.

 Acto seguido, los nuevos cónyuges, seguidos de numerosos compañeros, entre vítores a los contrayentes y a la República, se dirigieron a su domicilio, donde celebróse un animado baile. Entre los invitados se encontraban los compañeros, Francisco Romero y José García, presidente y secretario de la juventud Socialista, y Juan Adalid, Antonio Rojas, José Romero y Juan Carmona. Distinguiéronse por su simpatía y belleza Socorro y Cruz Sánchez, hermanas del novio; Trinidad Vegas Fernández; Anita, Encarnación y Carmela Matas Borrego; Josefa Salguero Álvarez; María Luque Castañeda; Rosario y Dolores Morente Bermúdez.

 Durante el acto reinó la más cordial alegría.

Reciban desde las columnas de LA RAZÓN nuestra más sincera y cordial enhorabuena, deseándoles salud y felicidad luengos años.

 ANDRÉS GONZÁLEZ PÁEZ.



A partir de 1933 los escritos aparecidos en La Razón son mayoritariamente firmados por pseudónimos que ocultaban la identidad del corresponsal. Además este semanario fue acortando su espacio dedicado a la actualidad de los pueblos.

El 8 de enero de 1933 apareció la última crónica con un acto civil en tiempos de la II República. Suponemos que no fue el último, pero sí el último del que tenemos constancia en la prensa. El relato de este bautizo civil venía acompañado de unas palabras más cercanas a un mitin que a una crónica de sociedad. Decía La Razón de ese día, año IV, número 103:



EN MOLLINA

Un acto civil

 Ha sido inscrito en el Registro civil con el nombre de Elena una niña, hija de nuestro estimado compañero Francisco Porras Gálvez y su esposa Elena Lozano Galisteo.

 El acto, que fué concurridísimo, revistió gran importancia.

Tanto la madre como la recién nacida gozan de buena salud, no obstante haber desafiado estos compañeros la omnipotencia del “pichón” que es todo el espíritu santo y las iras de la clerigalla nauseabunda que en grado superlativo abunda en este pueblecito, víctima del caciquismo más reaccionario, monárquico y oscurantista que hay en todo el planeta.

 ¡Bastante han comerciado los clericales con el agua del Jordán y con la incultura del obrero!

Felicitamos sinceramente a nuestros compañeros, y deseamos cunda este ejemplo cívico entre la clase obrera.

FEMIO RENALDS.



La imagen corresponde a la página cuatro de El Porvenir del Obrero, del día 18 de noviembre de 1904.


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