FRANCISCO DE ROJAS GARCÍA. 26. SOBRE LOS TÍTULOS.

 

 Viene de https://lopez29532mollina.blogspot.com/2024/03/francisco-de-rojas-garcia-25-sobre-los.html


 

    Nos dejó escrito Lope de Vega en uno de sus sonetos:

Verá la envidia, en la mayor alteza

de títulos tan grandes y escogidos

el del ingenio fértil y abundante. 


 

    Pasemos a analizar ahora los diversos títulos usados por Francisco de Rojas García para referirse a su persona. 

    Unos ciertos y otros apócrifos. 


    Sabemos que era costumbre en las letras españolas -y europeas-acompañar al nombre del autor de un libro con los cargos de los que disfrutaba. El comprador de libros debería impresionarse con una serie de títulos y sobre todo, con ese etc. etc. etc. con el que acababa esa lista.


    Cuando en 1884 Francisco de Rojas edita el Ramillete... con sus veintiocho palabras en el título, sólo pone tres cargos: 

-Misionero Apostólico Capuchino. 

-Subdirector de la Congregación universal de Loreto.

-Capellán de honor de la Santa Casa.


Imagen 363. Cargos de Francisco de Rojas en 1884.




    En 1887, cuando publica la primera edición, el 15 de mayo, de la Historia de las Traslaciones milagrosas de la Santa Casa de Loreto se queda en:

-Misionero Apostólico.

-Etc.

-Etc.


Imagen 364. Cargos de Francisco de Rojas el 15 de mayo de 1887. 




    La segunda edición aparece con los mismos cargos. 


    Sin embargo, cuando publica la primera edición de Viaje á Tierra Santa, el 26 de mayo de 1887, sólo unos días después del 15 de mayo de ese mismo año, ya tiene algunos cargos más: 

-Misionero Apostólico Capuchino. 

-Canónigo honorario de Loreto.

-Pastor Arcade Romano.

-Caballero de la Real y Militar Orden Pontificia del Santísimo Sepulcro.

-Abogado de San Pedro. 

-Etc.


Imagen 365. Cargos de Francisco de Rojas el 26 de mayo de 1887. 




    Cuando en 1888 publica en Lugo su Admirables portentos de monte Alverna sólo aparece 

-Misionero capuchino.


Imagen 366. Cargos en 1888. 




    En 1897, cuando hace en Barcelona una edición conjunta de sus tres libros (Traslaciones... Portentos... y Viaje...) es cuando más títulos pone:

-Misionero Apostólico de Propaganda Fide.

-Fundador Superior de la Misión Apostólica de las Siete Palabras (para la América Latina)

-Sub-Director de la Congregación Universal de la Santa Casa.

-Canónigo mitrado de Loreto y Lacedonia (insignes basílicas catedrales).

-Visitador Eclesiástico de la América Central.

-Abogado de San Pedro en Vaticano.

-Pastor Arcade Romano.

-Caballero Comendador del Santísimo Sepulcro de Jerusalén (por Su Santidad León XIII)

-Predicador de SS.MM. los Reyes de España.

-Examinador Sinodal de varios obispados de España e Italia.

-Socio de la Cruz Roja humanitaria de Madrid.

-Miembro de varias Academias Científicas, Literarias y arqueológicas.

-Socio de los Amigos del País.

-Etc-

-Etc. 


Imagen 367. Cargos de Francisco de Rojas en 1897. 



    Aunque ya hablaremos de estos títulos, aclaremos ahora que el título de Visitador Eclesiástico es un invento tan gordo, tan gordo, que una vez impresos los ejemplares del libro, se tacharon del mismo, uno a uno. Se podían inventar cargos, pero ese no. Ya lo explicaremos.


Imagen 368. Cargos de Francisco de Rojas en 1897. El más gordo, tachado.



    En 1904 se edita un libro con lo de Alverna y lo de Tierra Santa.  Hemos conseguido ver la portada, pero no el interior, así que no sabemos qué títulos tenía ese año. 


    En 1912. publica la Revisión del más inicuo proceso. Aparte de hacerse llamar Ilustrísimo Señor, Francisco de Rojas tenía -según él, claro- los siguientes cargos: 

-Misionero.

-Protonotario Apostólico.

-Canónigo mitrado de Loreto, Gaeta y Lacedonia. 

-Caballero del Santísimo Sepulcro.

 -Caballero de San Juan Bautista. 

-Abogado de San Pedro.

 -Pastor Arcade Romano. 

-Etc. 


Imagen 369. Cargos de Francisco de Rojas García en 1912. 



     Como veíamos en el nombre y en el emblema, el Francisco de Rojas de 1912 es algo más moderado que el Francisco de Rojas de 1897. Menos cargos, aunque algunos de rumbo y tronío. 


    Sin embargo De Rojas ponía, en escritos oficiales, su verdadero nombre y su cargo verdadero dentro de la Iglesia. Aquellos con los que la Iglesia Católica, Apostólica y Romana lo enterró: 


Presbítero Don Francisco de Rojas García.


Imagen 370. Cargo y nombre de Francisco de Rojas García para la Iglesia en 1916. Acta eclesiástica de defunción. 



    Vemos que los títulos de los que presumía De Rojas no coinciden según las fechas. Unos aparecen, otros desaparecen, así que lo más lógico es hacer un análisis de ellos.



    Empecemos la explicación de los cargos -reales y apócrifos- de De Rojas por éste de presbítero. Cargo dignísimo para cualquier católico, pero insuficiente para alguien arribista.


    Los sacramentos son signos visibles por los que Dios actúa y comunica su gracia a los creyentes. De los siete sacramentos de la Iglesia Católica -Bautismo, Confirmación o Crismación, Eucaristía, Penitencia, Unción de los Enfermos, Orden Sacerdotal y Matrimonio- tres de ellos -Bautismo, Confirmación y Orden- imprimen carácter. O sea, que se reciben una sola vez en la vida. Se puede comulgar más de una vez. Incluso casarse. Pero esos tres dichos, no.


    Pues bien, aunque Francisco de Rojas García fue expulsado de la orden capuchina, no dejó de ser presbítero, o sea, cura. El obispo Sancha le retiró los permisos para predicar en su diócesis. Pero no el sacramento del Orden sacerdotal. El Orden imprime carácter y Francisco de Rojas murió como presbítero. 


    Analicemos ahora los otros -muchos y variados-cargos. Como hemos dicho unos reales y otros apócrifos. 


    Empecemos con el título de misionero.

Esto dice el diccionario de la RAE sobre la palabra misionero:

misionero1, ra

1. adj. Perteneciente o relativo a la misión que tiene por objeto predicar el evangelio.

2. m. y f. Persona que predica el evangelio en las misiones.

3. m. y f. Religioso que en tierra de infieles enseña y predica la religión cristiana.

 

misionero2, ra

1. adj. Natural de Misiones, provincia de la Argentina. U. t. c. s.

2. adj. Natural de Misiones, departamento del Paraguay. U. t. c. s.

3. adj. Perteneciente o relativo a Misiones o a los misioneros.

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A eso debemos atenernos. Pero para nosotros la idea de misionero es más bien la definición tercera de la primera acepción. La de una persona que lo da todo por los demás y por su fe. Descorazona ver cómo en De Rojas  esto no coincide.  Más bien nos encontramos con alguien que se dedicaba a hacer caja a costa de un dominio de la retórica –muchas veces vacía, pero era lo que gustaba- y de la buena fe de los oyentes. Nada que ver con algunos otros de sus compañeros de orden que, mendicantes, vivían en la pobreza, con los pobres y para los pobres, predicando el mensaje de Francisco, llano y sencillo. Como lo hacen hoy la mayoría de sus seguidores.


Confundir el trabajo entregado de los misioneros actuales que entregan su vida a los demás por seguir el mandato evangélico, con el trabajo de De Rojas en la segunda mitad del siglo XIX es una aberración intelectual. Lo de los misioneros de hoy es entrega. Lo de De Rojas era una comenencia. Y de las buenas.


Lo de Misionero Apostólico o Misionero Apostólico de Propaganda Fide es, con más palabras, pero lo mismo. O sea, misionero. Pero más rimbombante. La Propaganda Fide, Sacra Congregatio de Propaganda Fide, fue fundada por Gregorio XV en 1622. Todos los misioneros pertenecen a ella. Todos.

 

Además, las misiones de las que se ocupaba De Rojas eran similares a ésta de Mollina de 1896. Alguien había informado a El Siglo Futuro, diario carlista e integrista, y este periódico lo insertó en su edición del 27 de mayo de 1896:


Imagen 371. Reseña sobre la misión en Mollina de 1896.



 

Pasemos ahora a analizar el segundo cargo, el de Subdirector de la Congregación Universal de Loreto.


La Congregación Universal de la Santa Casa, fue fundada en el año 1883 para difundir el culto mariano lauretano con particular atención hacia el misterio de la Encarnación, a la Sagrada Familia, a la Virgen y a la Santa Casa donde se han “cumplido los divinos misterios”. La Congregación custodia ese lugar sagrado donde habitó la Sagrada Familia de Nazaret que se encuentra desde hace más de siete siglos en Loreto. Su principal labor es la divulgación de la devoción a Nuestra Señora de Loreto, a través de la edición de publicaciones y la realización de investigaciones relacionadas con la Santa Casa. La Congregación Universal trata de asociar a todas las organizaciones, congregaciones, comunidades, fraternidades, familias cristianas y personas devotas de la Virgen de Loreto, deseosas de tener la protección de la Sagrada Familia de Nazaret. Tomado de http://loretojerez.blogspot.com.es/2009/06/pertenencia-la-congregacion-universal.html


Hoy sabemos que, pese a la belleza literaria de los distintos traslados, la realidad es que la familia De Angelis trasladó las piedras de lo que tradicionalmente había sido la Casa de Nazaret, en una nave tras la derrota de los cruzados cristianos, por miedo a la profanación de los musulmanes.

Actualmente son los capuchinos los que siguen en el santuario de Loreto.


Pues bien, De Rojas estaba en Loreto cuando se creó la congregación. Lo de subdirector habría que entenderlo mientras estuvo en Loreto. Cuando vuelve a España deberíamos entender como extinguido ese cargo.

Otra cosa es lo de

  capellán de honor. Lógicamente, mientras no llegaran noticias negativas al santuario es posible que lo mantuviera. Pero ya sabemos la lentitud de la transmisión de  las noticias en el siglo XIX.

Es impensable que continuara con ese cargo tras su expulsión de la orden capuchina. Además, la congregación lo que tenía en España era un representante y celador como ya vimos en 1909.

 


Canónigo honorario de Loreto. Las catedrales y las colegiatas no están regidas por un párroco, sino por un grupo –colegio- de clérigos. Estos clérigos son los canónigos.

Loreto es considerado dentro de la Iglesia Católica como prelatura territorial -Praelatura Territorialis ab Alma Domo Lauretana- con su cabildo catedral. 


Es muy posible que De Rojas fuera nombrado canónigo honorario en Loreto –puede que también en Gaeta y Lacedonia- mientras estuviera en el santuario de la Santa Casa. Y lo más probable es que De Rojas usara este título a pesar de no estar en la orden capuchina.  Es impensable hoy en día creer que De Rojas continuara con este título honorífico después de la expulsión de los capuchinos y de lo de Chinchón.


Otra cosa es lo de canónigo mitrado.

Un canónigo mitrado es aquel que tiene derecho a usar mitra. Aunque hoy no la usan, a pesar de tener derecho, las únicas catedrales que tenían canónigos mitrados en España eran, tradicionalmente, Toledo, Santiago de Compostela, Valencia y Sevilla.

Impensable lo de canónigo mitrado para De Rojas.


Veamos la fotografía de una celebración de la Inmaculada en la catedral de Sevilla. Además del arzobispo, hay con él unos canónigos que también llevan mitra. Repetimos, impensable que De Rojas la usara. Además, viendo el porte de las fotografías hechas a su persona en el siglo XX lo más que probable es que De Rojas se hubiera hecho una con la mitra. Si no puesta, al menos, sujeta en la mano. 


Imagen 372. El arzobispo cardenal Amigo Vallejo con canónigos mitrados. Finales del siglo XX. Sevilla. Fotografía de liturgia.mforos.com

 


Sigamos ahora con lo de Pastor Arcade Romano.


La Academia de la Arcadia o de los Arcades –en original italiano Accademia dell’Arcadia- fue una academia literaria creada en Roma en 1690 para combatir los excesos del barroco mediante la nueva estética del clasicismo. La idea de crear la Academia surgió del jesuita, jurista y crítico literario italiano Giovanni Mario Crescimbeni que contó con el apoyo y el patronazdo de la reina Cristina de Suecia y del papa Clemente IX. Tanto era el gusto hacia lo natural y lo clásico, contra los desvíos del último barroco que los miembros tomaban nombres extraídos de la mitología o la historia antigua griega. Crescimbeni tomó, por ejemplo, el de Alfesibeo.

Tras unos años de reuniones en un palacio del Esquilino, en 1696 pasaron al Palatino y finalmente, y gracias a la generosidad de Juan V de Portugal, uno de sus miembros, que usaba el nombre de Arete Melleo, la sociedad se estableció en el Janiculo en 1723 en el lugar conocido como Bosco Parrasio durante los veranos  y en el Teatro degli Arcadi, en el palacio Salviati en los inviernos. La primera mujer en ser miembro de la Academia fue María Remigia Fernández de Velasco, VI Duquesa de Osuna.

Si queremos ver lista de españoles miembros de la Academia no tenemos más que entrar en la Wikipedia y ver los nombres y pseudónimos de los mismos.


Es de todo punto insostenible la creencia de que un fraile que fue repetidamente tildado de Campazas, que como ya sabemos es el calificativo desdeñoso dado a lo más barroco, entrara en esa Academia.


Lo más razonable es que Francisco de Rojas, en su estancia en Roma, tras huir de España con el dinero del hospicio no construido en Chinchón, se enterara de la existencia de la Academia.


Pongamos un ejemplo de la insostenibilidad de este título. El grandísimo pintor antequerano Alfonso Albacete ingresó en marzo de 2023 en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Lógico en un pintor con una trayectoria con una categoría artística incuestionable. Además de haber sido propuesto por tres académicos. Y supongamos que un pintor aficionado –respetable, lógicamente, como persona, pero no como pintor- se presenta en la redacción de El Sol de Antequera comunicando que es académico de la de San Fernando. Pues igual.


Imagen 373. Grabado alusivo a la Academia de los Arcades. Vista en ilmessaggero.it





 En la biblioteca de la Universidad de Murcia se conserva Arcadia pictorica en sueño: alegoria ó Poema prosaico sobre la teoórica y práctica de la pintura / escrita porParrasio Tebano, pastor arcade de Roma ; dividida en dos partes, la primera que trata de lo que pertenece al dibuxo y la segunda del colorido. 

Parrasio Tebano era el pseudónimo de Francisco Preciado de la Vega (1713-1789)



Pasemos ahora a lo de Caballero de la Real y Militar Orden Pontificia del Santísimo Sepulcro. Cuando en los meses de mayo y junio de 1886 Francisco de Rojas estuvo en Tierra Santa pasó por Jerusalén.


En las páginas 29 a 32 del libro Viaje a Tierra Santa aparece descrita la ceremonia de investidura de Caballero de la Real y Militar Orden Pontificia del Santísimo Sepulcro. Vayamos por partes. Dando muestra de inmodestia, De Rojas copia la ceremonia en latín, no en castellano como el resto del libro, siendo éste un libro divulgativo.


Imagen 374. Anverso de la actual medalla Jerosolimitana.



    Más o menos el rito sería así:

Después del Veni Creator.

V. Envía tu Espíritu, Señor

R. Y  repuebla la faz de la tierra

V. Señor, escucha mis oraciones

R. Y llegue hasta ti mi clamor

V. El señor esté con vosotros.

R. Y con tu espíritu.

A continuación después del Oremus empieza una oración que no acaba. Es ésta:

DEUS, qui corda fidelium Sancti Spiritus illustratione docuisti: da nobis in eodem Spiritu recta sapere, et de eius semper consolatione gaudere. Per Christum Dominum nostrum. Amen

 Oh Dios, que habéis instruido los corazones de los fieles con la luz del Espíritu Santo, concedednos según el mismo Espíritu conocer las cosas rectas y gozar siempre de sus divinos consuelos. Por Jesucristo nuestro Señor.  R/. Amén

A continuación viene el interrogatorio para ser investido caballero:

V. ¿Qué quieres?

R. Quiero ser Caballero del Santísimo Sepulcro.

V. ¿Cuál es tu condición?

R. De clase respetable y nacido de padres generosos.

V. ¿Tienes para vivir dignamente y para conservar la dignidad de la Sagrada Milicia?

R. Tengo, gracias a Dios, bastantes y suficientes bienes y puedo soportar el estado de Caballero.

V. ¿Prometes de corazón y de palabra servir hasta lo que sea posible a este instituto militar y Sagrada Milicia?

R. Prometo.

Viendo todas estas virtudes y etc.etc.etc.


 Imagen 375. Reverso.



Ante este hecho del que Francisco de Rojas tanto y tanto beneficio le supo sacar más adelante tanto en su ropaje como en un emblema, se pueden hacer algunas consideraciones:


-Habrá que decir que al estar encargados los franciscanos de Tierra Santa, el papa León X los autorizó para armar caballeros del Santo Sepulcro a cuantos peregrinos llegaban a Jerusalén y así lo solicitaban. El Papa León XIII  había anexionado los Caballeros Sepulcristas a la Santa Sede, ratificando así su doble carácter de Orden ecuestre y pontificia. El Pontífice se declaró él mismo y sus sucesores Gran Maestre de ella y dio facultad al Guardián del Santo Sepulcro, como Vicario Apostólico en Tierra Santa que era, para conferir en exclusiva la Orden a los peregrinos de Tierra Santa.


                La condición para ser investido era ser hijo legítimo y tener medios para subsistir.


A partir de 1900 León XIII regularizó la venta de cruces e impulsó un modelo nuevo. Hoy esa cruz se puede adquirir en https://www.custodia.org/es/la-medalla-del-peregrino con pergamino incluido.


Hoy los caballeros del Santo Sepulcro superan los veinticinco mil en todo el mundo. Señal de no ser un cargo excesivamente exclusivo.


El hecho de suponer que León XIII sabía del nombramiento de Monseñor es algo peregrino. El nombramiento se hace en nombre del Papa. Lógico. Los títulos académicos de bachillerato superior eran encabezados en el siglo pasado por ·”El rector de la Universidad de Granada” – o el de “Su Excelencia el Jefe del Estado” para títulos superiores. Pues bien, eso no significa que el Rector granadino ni Franco supieran que alguien había sacado un título. No confundamos los formalismos. Muerto Franco los títulos los expedía Juan Carlos I. Abdicado éste, Felipe VI. Formalismos que son rubricados por un funcionario con categoría de Director General o así, y éste por un funcionario de más bajo nivel. Pero nunca por Franco, Juan Carlos I, Felipe VI, el Rector ni por el Ministro de Educación y Ciencia. Cuando el Patriarca de Jerusalén, franciscano como Monseñor, lo inviste caballero lo hace en nombre de León XIII, cosa lógica, pero de eso no podemos colegir que León XIII estuviera informado ni conociera las andanzas de De Rojas.


Imagen 376. Pergamino para la medalla.


 

Abogado de San Pedro. Después de algunos años intentando averiguar, nada. No sabemos qué puede ser eso.


Fundador Superior de la Misión Apostólica de las Siete Palabras (para la América Latina) No hemos conseguido averiguar si hay una orden con ese nombre. Lo más probable es que Francisco de Rojas fuera fundador, superior y único miembro de la misma. Lo de para la América Latina suponemos que se referiría a Hispanoamérica, ya que Latino es un adjetivo referido al Lazio, región italiana que no tiene nada que ver con América. 


Visitador Eclesiástico de la América Central.  Entre las meteduras de pata de De Rojas en cuanto a títulos, éste es el mayor. De hecho en la edición de sus libros de 1897 hemos visto cómo en un ejemplar estaba puesto. En otros dos hemos visto cómo estaba tachado. Pero no un tachón infantil. No. Un tachón hecho a propósito. No sabemos si por el propio de Rojas o por el librero. 

Y es que este cargo no es moco de pavo. En la Iglesia Católica un visitador apostólico es un representante del Papa con la misión de efectuar una visita canónica a un país o territorio y para presentar a la Santa Sede una conclusión de su indagatoria. 

Ejemplos de visitadores apostólicos los tenemos en el arzobispo Achille Ratti, futuro Pío IX, visitador de Polonia antes del establecimiento de relaciones diplomáticas entre el Vaticano y ese país. O el del futuro papa Juan XXIII que en 1925 fue enviado a Bulgaria.


Caballero de San Juan Bautista. En su libro Viaje a Tierra Santa no nos habla de ese nombramiento. Raro.


Predicador de SS.MM. los Reyes de España. Título no conferido por nadie. Más que improbable que los Reyes fueran a algunas de sus novenas. 


Examinador Sinodal de varios obispados de España e Italia. Un examinador sinodal es un teólogo o canonista nombrado por el prelado diocesano en el sínodo de su diócesis, o fuera de él, en virtud de su propia autoridad, para examinar a los que han de ser admitidos a las órdenes sagradas y ejercer los ministerios de párrocos, confesores, predicadores, etc. Lo que hoy sería ser miembro de algún tribunal de oposiciones o algo parecido.

No se indica cuáles diócesis.

Increíble que un fraile expulsado de su orden y teniendo prohibido la predicación en la diócesis de Madrid fuera nombrado Examinador Sinodal por, no uno, sino varios obispos.


Socio de la Cruz Roja humanitaria de Madrid. Éste es uno de los títulos de más ingenuidad. Por razones obvias no vamos a entrar. Y por respeto a los socios de la Cruz Roja que hay por aquí. 


Miembro de varias Academias Científicas, Literarias y arqueológicas. Al parecer, De Rojas estuvo en un Ateneo cultural barcelonés. Se ofreció como corresponsal de Antequera. 


Socio de los Amigos del País. Las sociedades económicas de amigos del país eran unas asociaciones surgidas en la segunda mitad del siglo XVIII en España -aunque también existieron en otros países europeos, como Irlanda o Suiza- cuya finalidad era difundir las nuevas ideas y conocimientos científicos y técnicos de la Ilustración. Nacieron en el reinado de Carlos III, quien las puso bajo la protección real para que fueran un instrumento del reformismo borbónico. En la actualidad algunas de ellas todavía permanecen activas y siguen teniendo como objetivo el fomento de la economía de los lugares donde se asientan y de toda España. 

Impensable que un fraile carlista se adhiriera a los principios fundacionales de esa sociedad.


Imagen 377. Emblema de la Sociedad Económica de Amigos del País de Málaga. 





Protonotario Apostólico. Si en 1897 Francisco de Rojas se presentaba como Visitador Eclesiástico, aunque después se desdijera, en 1912 se presentaba como Protonotario Apostólico. Ahí es nada. 

En la Iglesia Católica, protonotario apostólico (protonotarius apostolicus en latín) es el título entregado al miembro del más alto colegio no episcopal de prelados en la Curia Romana, o fuera de Roma, a un prelado honorario a quien el papa ha conferido este título y sus privilegios especiales. 

Lo dicho más arriba. Para qué vamos a decir más.


Aunque sí que debemos hablar de otro título. No usado por Francisco de Rojas -que sepamos- sino por uno de sus sobrinos segundos que le acompañaban y servían en sus viajes. Uno de ellos, para referirse a De Rojas lo hace como Monseñor Francisco de Rojas, Prelado de Su Santidad, Protonotario Apostólico, etc. Pues bien, ese cargo de Prelado de Su Santidad es difícil de asumir para cualquiera que conociera la vida y milagros de este personaje. En cuanto tengamos los permisos oportunos publicaremos esta fotografía y la comentaremos en el apéndice a estas publicaciones. 



Continúa en https://lopez29532mollina.blogspot.com/2024/04/francisco-de-rojas-garcia-27-sobre-los.html


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