PUCHERAZO Y VIOLENCIA ELECTORAL EN MOLLINA. 1870








La comarca de Antequera fue una de las que más sufrió el dominio caciquil en la Andalucía de la Restauración -1874-1923 aprox.- Aquí en Mollina tenemos un ejemplo de pucherazo antes de la Primera República. No olvidemos, para entender mejor la noticia, que solo nueve años antes había tenido lugar la Asonada de Mollina, prólogo de la Revolución de Loja, por los llamados garibaldinos –en lenguaje local calibaldinos-.

El uno de setiembre de 1870 La Igualdad, diario democrático republicano de Madrid publicaba el siguiente artículo:

Cada dia son más graves los abusos y atentados cometidos en este último período de elecciones municipales que tenemos  que denunciar.

En Mollina no se ha perdonado medio ni persecución para conseguir el triunfo, del que había respondido un monárquico muy conocido en esa localidad, con tal que se le concediera carta blanca, como efectivamente se le otorgó.

El secretario del comité republicano, Antonio Bermudez ha sido, según se nos escribe, la primera víctima del ayuntamiento militar. El día 2 del corriente á las nueve de la noche penetraron casi por violencia en la casa de nuestro correligionario el alcalde, un concejal  y dos guardias civiles y un grupo de seis o siete municipales que, según el testo de la carta á que nos referimos, sin decir una palabra sacaron las armas, le acometieron dándole golpes y causándole lesiones, que no fueron más graves gracias á la intervención de uno de los guardias civiles; lo cual le dió lugar para librarse de la furia de sus enemigos, saltando por una de las tapias de su casa.

Este hecho, de ser cierto en todas sus partes, constituye un horrible atentado, cuyo severo castigo no se dilataria ni un momento en ningún país del mundo.

 Después de esta primera hazaña, se creó una partida completa de municipales de Antequera y de guardias civiles, que con todo un aparato militar, fueron repartiendo las cédulas á aquellos que creían adictos a la causa monárquica.

Por estos medios, dignos de un pais de cafres, se han ganado las elecciones en Mollina.

Ahora bien; después de estos hechos, si el partido republicano fuera un partido de venganza y de represalias, ¿qué de desgracias no tendríamos que lamentar el día de mañana? Y seguramente que los únicos culpables serian las desatentadas autoridades, que consienten que semejantes escesos se repitan y multipliquen, en medio de la impunidad más absoluta.



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