NIÑOS MOLLINATOS CANTAN A MOLLINA. 1927-1928



Encabezamiento de la última página del periódico La Nación. 



La Dictadura de Primo de Rivera auspició en 1925 un periódico madrileño con el nombre de La Nación. La plantilla era la base del diario Justicia, Paz y Trabajo. Después de la dictadura permaneció hasta 1936 defendiendo la derecha más extrema española. Con salida los lunes –aunque el niño hable del sábado-, su página cuatro y última estaba dedicada a los niños bajo el epígrafe de Pitusilla y Pitusín. 
En su número 59 del 19 de setiembre de 1927, en su sección de Correspondencia del Pájaro Pinto salía:

Victoria y Antonio Velasco,  Mollina (Málaga) .- Se publicarán vuestras composiciones poéticas.

Estas composiciones no son otra cosa que un canto a la labor del Ayuntamiento adicto a la dictadura que había hecho posible la frustrada traída del agua en los años veinte del siglo pasado. 
Por su vocabulario, composición y rima -con sus correspondientes ripios- más parece la obra de algún adulto poco letrado, aunque no analfabeto, aprovechado del altavoz que el periódico del régimen le ofrecía.

La poesía del niño apareció en el número 84, correspondiente al día 19 de marzo de 1928 y decía así:



Venida  (sic) Mollina.

Mí hermana Victoria y yo,

 niños de ocho y de diez años,

naturales de Mollina,

del partido antequerano,

 el cuento infantil de hoy

 nos trae tan preocupados,

que estamos siempre impacientes

 por ver LA NACION del sábado.

 Esos cuentos infantiles,

 de tal modo nos maravillan,

que convidamos gustosos ,

 a Pitusín y Pitusilla para que vean el progreso

 de este pueblo de Mollina.

Es un pueblo adelantado,

 tiene su agua potable

por él sólo costeado.

Tiene árboles frondosos,

donde el Pájaro Pinto pueda

 reclamar la maravílla

de Pitusín y Pitusilla.

 Antonio Velasco Reyes, diez años. Mollina (Málaga).



Una semana más tarde, el 26 de marzo, sería la niña la que publicara su obra:



Invitación.

Ruego, señores lectores,

que me dispensen las faltas,

pues, con arreglo a mí edad,

existe mucha ignorancia.

Le suplico al director,

con bondad y de corazón,

que inserte estas cortas líneas

en el periódico LA NACIÓN.

 Invito a echar una excursión

 a este pueblo de Mollina

al señor gato Pilongo,

Pítusín y Pitusilla.

Frecuentarán una cueva que

hay en sierra de Camorra,

que se denomina Organos

por su fama muy notoria.

Y dentro de aquella gruta

puede Pilongo coger

 abundancia de murciélagos

para el apetito satisfacer.

 Victoria Velasco Reyes, ocho años. Mollina (Málaga).



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