FLORILEGIO DE HOMENAJES, BESAMANOS Y ENTIERROS EN LA DICTADURA PRIMORRIVERISTA. 1925-1928



En las imágenes anverso y reverso de la medalla del homenaje de los ayuntamientos a los reyes de España del día veintitrés de enero de 1925.





La Verdad, de treintaiuno de enero de 1925, año II, núm. 29 nos habla del homenaje de los ayuntamientos españoles al rey Alfonso XIII celebrado entre los días 22 y 24 de enero con motivo de la festividad del monarca:


DE TODO

 Del homenaje al Rey

De Madrid regresaron, el presidente del comité Unión Patriótica don León Sarrailler, D. José Palomino, don Francisco Jiménez Platero, y los alcaldes, y comisiones de dicho comité, de Mollina, Humilladero, Fuente Piedra y el Valle de Abdalajís, que fueron a la Corte, para asistir al homenaje a S, M. el Rey.

También han regresado los Sres. de la comisión del Ayuntamiento de esta ciudad, que con igual motivo fueron a Madrid, compuesta del alcalde don Carlos Moreno Fernández, don Juan Cuadra Blázquez, D. José Rojas Pérez, D. José Lora Pareja, don Juan Rodríguez Díaz,  don Manuel Alcaide Duplas, D. Jerónimo Moreno Checa, don Benito Ramos  Casarmeiro, don José Berdún Adalid y don Pedro Ortíz Padilla.

Vienen dichos señores entusiasmados  de la magnificencia de los actos a que han asistido, y agradecidísimos a las  atenciones de que han sido objeto, y  han aprovechado su estancia en la Corte, gestionando asuntos de gran interés ; para Antequera.

Nuestra enhorabuena y sean bien venidos los que saben imponerse sacrificios por su patria chica.




También en La Verdad, pero del día once de julio de 1925, año II, núm. 52 se nos dice:

Excursión al Torcal

Como anunciáramos en el número anterior, el sábado pasado tuvo lugar la excursión a la Sierra del Torcal, en la que fué obsequiado con un almuerzo el ilustre General Cano.

Para acompañarle desde Málaga y a los demás invitados, marcharon allá el día antes, el Alcalde don Carlos Moreno Fernández de Rodas, los Tenientes alcaldes señores Rojas Arreses, Cuadra Blázquez, Rojas Pérez y Moreno Ramírez de Arellano; y los concejales señores Lora Pareja-Obregón y Diaz Rodríguez.

A las seis de la mañana llegaban a la Venta de Clarín los automóviles que conducían a los expedicionarios, entre los cuales venían el Gobernador, Presidente de la Audiencia señor Mendicutia; de la Diputación Provincial, señor Peralta; de La Unión Patriótica, don Juan Rodríguez Muñoz; Coronel de la Guardia Civil, don Rafael Bernal; Teniente Coronel, don Antonio Ruiz Jiménez; Delegados Gubernativos de esta ciudad y de Archidona, Sres. Móner y Sagaseta; Diputado Provincial-, señor Rosado Bergón; los Ingenieros, don Ramón Díaz Pettersen, don Manuel Jiménez Lombardo y don Julio Moreno; Comandante militar de Vélez Málaga, señor Mendoza y los Comandantes de Infantería, don Carlos Ximénez de la Macona y don Manuel Lería Baxter y el Alcalde de Archidona.

 En la citada Venta, esperábanlos el Vicario, señor Moyano; el Capitán de la Guardia Civil, don José de la Herranz; el Presidente del Somatén, don Juan Blázquez Pareja; los concejales don Jerónimo Moreno, don Salvador Muñoz Checa, donjuán González y don Benito Ramos Casermeiro; el Alcalde de Mollina, don Manuel Rubio Fernández y el Secretario del Ayuntamiento de dicha villa don Francisco Ruiz Pozo; los amigos, don Carlos Mantilla Mantilla, don Daniel y don Manuel Cuadra Blázquez, don José Arjona, don Ensebio Calonge, don Francisco Jiménez Platero, don Federico Villanova, don José Díaz Rodríguez y don Manuel León Sorzano.

 El fotógrafo señor Morente, acudió a obtener instantáneas. A la llegada, todo hallábase preparado para tomar el desayuno y a las ocho emprendíase la ascensión a la pintoresca Sierra.

Dejadas las caballerías en el lugar que habíase señalado como cuartel general,  emprendióse la marcha a pie, aun cuando algunos, y sin que mediara en ello su voluntad, hacía rato que caminaban, por haberse negado la caballería a llevarles, o al menos porque ellos, así creyéranlo.

 Pocos pasos habíanse dado, cuando al Alcalde, que intentara subir a una altura, en la que ya estaban varios de los excursionistas (entre ellos el Gobernador) se le fué encima una enorme piedra, evitando la oportunidad con que el señor Cano Ortega desvióla, el que cayera de lleno sobre don Carlos, que sin embargo sufrió fuerte golpe en una pierna, y aquél en el esfuerzo se lastimó un brazo.

 El señor Moreno, aunque pretendió continuar la excursión se le hubo de hacer desistir, ante las molestias que sentía; prosiguiendo los demás señores, hasta cerca de las dos de la tarde que volvían para el almuerzo, que fué admirablemente servido por el dueño del Hotel Colón.

Cerca de las cinco de la tarde emprendíase el regreso hacia Villanueva de Cauche, para asistir a la inauguración de la escuela.

 En suma, una excursión agradabilísima, por la que bien merecen sus organizadores un aplauso. Los malagueños mostraban su satisfacción ante la esplendidez de los maravillosos panoramas que admiraron.



También en ese medio el 18 de octubre de 1926, año III, núm. 119, nos traía la crónica del homenaje al jefe provincial del partido único –Unión Patriótica- con el lenguaje propio del tiempo y sus circunstancias:

El homenaje al ilustre Jefe provincial de Unión Patriótica

Supera a toda ponderación, la importancia del magnífico acto realizado ayer en el Balneario del Carmen de Málaga, en honor del Sr. Rodríguez Muñoz. En cuanto a concurrencia, baste decir, que deseando los organizadores limitar a 300 o 400 los comensales, tuvieron que ampliar hace cuatro días el número al doble, y anteayer mismo se vieron en el caso de llegar a mil, claro es que con la salvedad consiguiente por parte de la empresa del Balneario, acerca de Inevitables deficiencias en el servicio.

 Las hubo en efecto, y muchas; pero, también es cierto, que pasaron de las MIL CIEN personas las reunidas en el banquete, y para esto no hay disponibilidades en aquél gran restaurant. Aún así, se quedaron sin poder asistir al almuerzo centenares de malagueños y de amigos en la provincia.

A juzgar por Antequera y pueblos del distrito, han sido otros tantos los que habrían deseado acudir a rendir tributo de respeto y simpatía al hombre inteligente, honorable y patriota, que dirige en esta comarca el nuevo régimen.

Tuvo que limitarse a sesenta y tantos el número de las personas que formaran la comisión antequerana, representativa de esta ciudad y término. Y a cinco o seis el de cada uno de los pueblos del partido, y aunque dióse aviso desde Málaga anteanoche, de reducir aquí y en los pueblos el número de concurrentes, fué imposible yá evitar que quedara sin tener asiento mucha gente.

La animación fraternal durante el acto, fué grande. La banda municipal ejecutó admirablemente lo más escogido de su repertorio, aplaudiéndosele mucho. Una orquesta muy buena, también tomó parte, y se lució bien.

 Llegado el momento de los brindis, ofreció el banquete el elocuentísimo letrado malagueño Sr. Fernández Ruano, que afirmó una vez más su merecida reputación de orador muy hábil, fácil y vigoroso. Dedicó al trazado de los rasgos característicos admirables de la ilustre personalidad homenajeada, períodos brillantísimos que viéronse constantemente subrayados por grandes salvas de aplausos.

El General Cano Ortega, como Alcalde de Málaga, tuvo para el Sr. Rodríguez Muñoz conceptos y frases rebosantes de sincera y cariñosa amistad, y en los elocuentes párrafos dedicados a enaltecer la labor impulsada por el insigne Primo de Rivera, y que ha secundado en la provincia tan acertadamente don Juan Rodríguez Muñoz, culminada en el grandioso resultado del plebiscito; hizo brillar el orador la galanura y fluidez de su oratoria sugestiva. Fué aplaudidísimo el bizarro soldado.

 Don Juan Peralta, presidente de la Diputación, también estuvo muy afortunado en su discurso. Es hombre que dice solo lo que se propone decir, con dominio absoluto de su palabra elocuente. Rindió sentidísimo homenaje al señor Rodríguez Muñoz, y aplaudiósele bastante.

El señor Rodríguez Muñoz, a quien tributósele prolongado aplauso al levantarse, hizo hermoso discurso, aun hallándose algo enfermo desde hacía días. Sereno, ecuánime, ponderado, discreto, correctísimo en el fondo y la forma, expuso sabias doctrinas, acerca de lo que tenía que ser el partido nacional de Unión Patriótica, y se ocupó de los procedimientos a seguir. Tributó homenaje al caudillo Primo de Rivera, y al Gobierno, destacando la figura ilustre del Conde de Guadalhorce; e igualmente enalteció merecidamente, la benemérita obra desarrollada en Málaga y su provincia, por el General Cano. Agradeció la colaboración valiosísima que se le había prestado en el plebiscito, y el acto trascendental de adhesión que se estaba realizando. Durante el discurso y al terminar, los comensales ovacionaron al Jefe provincial.

Se acordó telegrafiar adhesión entusiasta al Rey y al Gobierno, y se dió fin al acto con entusiastas vítores.

Sentimos no tener nota de los nombres de las personas que formaran las comisiones de los pueblos; pero, vimos allí, en representación de Mollina, entre otros, a nuestros queridos amigos don Antonio Vergara Pérez, los señores Rubio, Sr. Ruíz, y el Sr. Fernández; del Valle, a los señores González Gómez, Guerrero Macías, (don José y don Francisco), don José León Sorzano, y el competente secretario del Ayuntamiento; de Fuente Piedra, a los señores Acuña (don Francisco y don José), Sr. Pozo, y algunos otros; de Humilladero, el señor Rodríguez, Alcalá y otros amigos.

 De Antequera, y en caravana automovilista, marcharon con tal objeto los señores siguientes:

D. Carlos Moreno F. de Rodas, don  José Rojas Arreses Rojas, don Juan Rodríguez Díaz, don Juan Cuadra Blázquez, don Juan Blázquez Pareja, don Francisco Jiménez Platero, don Manuel Alcaide Duplas, don Manuel Alcaide Iñiguez, don Felipe Alcaide Iñiguez, don losé Palomino Vegas, don Rafael Zurita Palomo, don José León Motta, don Benito Ramos Casermeiro, don Manuel Cuadra Blázquez, don José Berdún Adalid, don Francisco Andrade Berrocal.

 Don Carlos Mantilla Mantilla, don Federico Villanova Oppelt, don José Paché de los Ríos, don José Ramos Gaitero, don José Moreno Ramírez, don Antonio Rojas Pérez, don Antonio Palma G. del Pino, don Antonio Rodriguez Díaz, don José Rodríguez Díaz, don Rodrigo Rodríguez Díaz, don Carlos Moreno Luna, don Isidro Ramos Gaitero, don Francisco Conejo Martín, don Cándido Conejo Romero, don Francisco Gómez Sauz, don Luis Moreno Rivera. Don Juan Franquelo Facia, don José Pérez de la Vega, don Agustín Checa Perea. don José García Jiménez, don José Rojas Castilla, don Fernando Castillo Rodríguez, don José Carrasco Moreno, don Francisco Ruíz Ortega, don Ramón Gutiérrez Rivera, don José Mantilla Mantilla, don Miguel Delgado Gómez - Quintero, don Ensebio Calonge Pérez, don Domingo Cuadra Blázquez, don Luis García Cardo, don Carlos Lería Baxter.

Don Antonio Gómez Casco, don José Castilla Granados, don Joaquín Castilla Granados, don José de Lora Pareja, don Joaquín Muñoz G. del Pino, don Manuel Ramírez Jiménez, don Justo Manzanares Sorzano, don José Cuadra Blázquez, don Antonio Vergara Pérez, don Juan Jiménez Vida, don Jerónimo Moreno Checa, don José Muñoz Checa, don Francisco Podadera Molina, don Francisco Ortíz, don Ensebio Ureta, don Cristóbal Gómez Godoy.







El periódico La Verdad cambió de cabecera, pero no de domicilio –Merecillas, 18- ni de teléfono –el 164- y pasó a llamarse como el partido único: La Unión patriótica.
 Con su mismo lenguaje de siempre nos daba la noticia de un entierro el día doce de marzo de 1928, año II, núm. 17:


D. Salvador Muñoz González

En la madrugada del viernes último falleció nuestro respetable y querido amigo don Salvador Muñoz González (q. e. p. d.)

 Venia aquejado, de tiempo, por dolencia que en más de una ocasión, últimamente había requerido la asistencia de médicos eminentes; pero en la actualidad su estado general no hacía temer un funesto desenlace tan inmediato. El miércoles se agravó en términos que aconsejaron avisar con urgencia al reputado facultativo don Rafael Pérez Bryan, que vino de Málaga a las pocas horas. Desgraciadamente los auxilios de la ciencia eran ya ineficaces: el venerable anciano lindió su vida rodeado de los suyos, a primera hora de la madrugada.

 La relevante personalidad del inolvidable amigo que nos deja, era tan conocida y estimada, que no se ha menester para destacarla el tributo--muy debido en este caso —del elogio póstumo. Las prendas de carácter que le adornaban, el buen uso de su cuantiosa fortuna en tantas ocasiones espléndido instrumento de su generosidad en favor de los necesitados, su corrección caballerosa, le habían conquistado un lugar preeminente en el afecto de cuantos tuvieron el honor de su amistad y hacían de él una figura que se destacaba en la sociedad antequerana, sobre sólidos prestigios. El sentimiento general que su muerte ha producido es una consecuencia lógica de las simpatías que le rodearon de por vida.

Al divulgarse la triste nueva de su fallecimiento acudieron a la casa mortuoria numerosísimos amigos a testimoniar su pésame a la distinguida familia doliente.

El acto de la conducción de! cadáver que se efectuó el viernes a las diez y media de la mañana constituyó una imponente manifestación de duelo, en la que tomaron parte representaciones de todas las clases sociales.

La comitiva se organizó precediendo el clero de las cinco parroquias, con mangas y cruz alzada. Seguían el féretro, de caoba con aplicaciones de plata, llevado a brazo por servidores de la casa y el coche fúnebre, de respeto.

 Llevaban las cintas el Jefe local de la Unión Patriótica, don Carlos Moreno Fernández de Rodas, el exsubsecretario de Fomento don José Estrada y Estrada, el exdiputado a Cortes don José Luna Pérez, don Carlos Blázquez y Ruíz-Tagle, don Luís Morales Berdoy y don Alfonso Arjona.

En el numerosísimo cortejo figuraba cuanto vale y significa en Antequera y algunos amigos llegados de Málaga y de Archidona, Alameda, Mollina, Campillos, Cuevas Bajas y otros pueblos para rendir este postrer tributo de afecto.

 La presidencia del duelo la constituían el Sr. Alcalde don José de Rojas y Arreses-Rojas; el Sr. Vicario Arcipreste don José Moyano Sánchez; el Iltmo. Sr. don Juan Muñoz Gozálvez, sobrino del finado; sus hijos políticos don Juan Jiménez Vida y don Juan Espinosa Pérez y don Esteban Artacho.

Que Dios acoja el alma de nuestro inolvidable amigo a cuya distinguida familia enviamos con estas líneas la expresión sincera de nuestro pésame.










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