MUJER MUERTA POR QUEMADURAS. 1928
El diario La Voz, de Madrid, de 19 de julio de 1928 traía esta noticia luctuosa:
QUEMADURAS GRAVÍSIMAS
Comunican de Mollina que cuando se hallaba haciendo café la vecina Dolores Víctor (sic) Castañeda, que tiene perturbada la razón, se le inflamaron las ropas y resultó con quemaduras gravísimas.
Por su parte El Sol de Antequera del día 22 de julio de ese año, en su página 4 decía:
CRONICA DE SUCESOS
SE LE PRENDE FUEGO A LAS ROPAS, Y MUERE DE LAS QUEMADURAS
La vecina de Mollina, Dolores Pinto Castañeda, que se hallaba haciendo café en la mañana del lunes anterior, tuvo la desgracia de que le diera un ataque de alferecía, cayendo a la candela e incendiándosele las ropas. Los vecinos Francisco Cuestas Baro y su esposa, que acudieron a socorrerla, la envolvieron en una manta, con lo cual consiguieron apagar el fuego, e inmediatamente fué llevada la infeliz mujer a casa del médico, que le apreció horribles quemaduras en distintas partes del cuerpo, sobre todo en la cara, brazos y pecho. La desgraciada falleció cuatro días después, ordenándose por el Juzgado la práctica de la autopsia y demás diligencias.
QUEMADURAS GRAVÍSIMAS
Comunican de Mollina que cuando se hallaba haciendo café la vecina Dolores Víctor (sic) Castañeda, que tiene perturbada la razón, se le inflamaron las ropas y resultó con quemaduras gravísimas.
Por su parte El Sol de Antequera del día 22 de julio de ese año, en su página 4 decía:
CRONICA DE SUCESOS
SE LE PRENDE FUEGO A LAS ROPAS, Y MUERE DE LAS QUEMADURAS
La vecina de Mollina, Dolores Pinto Castañeda, que se hallaba haciendo café en la mañana del lunes anterior, tuvo la desgracia de que le diera un ataque de alferecía, cayendo a la candela e incendiándosele las ropas. Los vecinos Francisco Cuestas Baro y su esposa, que acudieron a socorrerla, la envolvieron en una manta, con lo cual consiguieron apagar el fuego, e inmediatamente fué llevada la infeliz mujer a casa del médico, que le apreció horribles quemaduras en distintas partes del cuerpo, sobre todo en la cara, brazos y pecho. La desgraciada falleció cuatro días después, ordenándose por el Juzgado la práctica de la autopsia y demás diligencias.
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