FERIA DE 1933

 

La última feria de la que tenemos constancia en medios periodísticos durante la Segunda República Española es la de 1933.

El semanario socialista La Razón de fecha 13 de agosto de 1933, año IV, núm. 134 nos daba en su página 4 el programa para la feria de agosto que comenzaría al día siguiente.

 Decía:

 

Fiestas en Mollina

 La junta de festejos del Ayuntamiento del vecino pueblo ha organizado los siguientes para los días 14, 15 y 16 del actual, con motivo de la feria:

Día 14 —A las siete de la tarde, entrada a la población de la banda municipal de Huétor Tajar, la que recorrerá las principales calles tocando el Himno de Riego y la Marsellesa.

 A las diez de la noche, vistosa función de fuegos artificiales, por acreditado pirotécnico de Málaga.

A las once, gran baile en la Plaza pública, concediéndose un bonito regalo a la pareja que mejor se distinga.

A las doce, gran función de teatro en la Casa del Pueblo por una Compañía de Málaga, que dejará un tanto por ciento en beneficio de la citada Casa.

 Día 15.-A las siete de la mañana, alegre diana por la citada banda de música, que hará el recorrido de todas las calles del pueblo.

 A las once, elevación de globos y fantoches en la Plaza de Fermín Galán.

 A las seis de la tarde, en calle Pablo Iglesias, concurso de cante flamenco en el que tomarán parte varios jóvenes del pueblo.

 A las nueve de la noche, concierto musical en la Plaza de Fermín Galán y bailes públicos.

 Día 16.- A las seis de la mañana, despedida de la banda de música—que marchará al inmediato pueblo de Alameda interpretando el Himno de Riego.

 A las diez. Concurso de feos en la Caseta de baile, adjudicándose un premio en metálico al más horroroso.

 A las cuatro de la tarde, cucañas en la Caleta.

A las seis, carreras de burros y en sacos, siendo gratificados los individuos que ganasen las mismas y también será elegido el burro más flaco que ha de ganar dicha gratificación.

 A las nueve de la noche empezarán los cines, teatros, bailes, etc.

 Debut de la Compañía de la Casa del Pueblo, representándose entre otras obras «Anacleto se divorcia», de Muñoz Seca, y «Santa Rusia», de Benavente.

Aviso importante. — La entrada en la Casa del Pueblo será en general para todos los ciudadanos.

 Por la Junta de Festejos,

 JOSÉ CARMONA ALVAREZ.


 

Ya en la próxima entrada hablaremos del teatro que se hacía en la Casa del Pueblo. Notar que no aparece para nada ni cultos ni procesión ni nada relacionado con la Virgen de la Oliva. Ni hay constancia de que hubiera procesión. Consultados los números de El Sol de Antequera, diario clerical y conservador, de esas fechas no aparecen esos cultos por ningún sitio.

 

Tampoco aparecen las fiestas de 1934 y 1935 por ninguna parte. Hasta 1941 no tenemos noticias en prensa de celebraciones en el pueblo.

 

Tras este programa aparecía el programa de la feria de la Alameda. Por curiosidad y para ver que en todas las partes las habas eran contadas -eso de si los malvados no lo impiden es llamativo- lo reproducimos a continuación:

 

Fiestas en Alameda

Durante los días 16, 17 y 18 del presente mes. y organizadas por la Junta de Festejos de este Ayuntamiento, se efectuarán en esta Villa (SI LOS MALVADOS NO LO IMPIDEN) unas modestas y divertidas fiestas para que, tanto las clases humildes como las demás, disfruten al menos de tres días de expansión durante el año, para lo cual se ha escogido el siguiente programa:

Día 16. —Alegres dianas por afamada Banda de música, que recorrerá hasta las calles más apartadas de la población.

Por la tarde, cucañas y elevación de globos.

 Por la noche, gran vista de fuegos artificiales (última creación).

 Día 17. —Bonito despertar a los acordes del Himno de Riego y Marsellesa.

 Por la tarde, carreras de cintas a caballo.

 Por la noche, se quemará una extraordinaria traca con disparos luminosos y estruendosa bomba final.

Día 18.—Escogidas piezas de música darán principio al último día de fiestas, y por la tarde habrá carreras de burros flojos con premio al peor jinete.

Se elevarán globos y figuras curiosas.

 Por la noche se quemará otra y más superior vista de fuegos de lo más moderno.

 Todas las noches habrá bailes públicos, teatro, circo y cine.

A todos los espectáculos asistirá la citada Banda musical.

Por la Junta de Festejos,

FRANCISCO SANCHEZ NARBONA.

 

 

Este mismo número traía en su página primera una crítica al ayuntamiento de Antequera por su gasto en festejos. Deducimos que de carácter conservador dado el tono del escrito:

 

 

MOSAICO

 Hambre y Festejos

Cinco mil hogares sin pan que representan seguramente cinco mil madres famélicas y más de diez mil niños inocentes que la mayor parte de los días no desayunan, os lanzan al rostro este apóstrofe: ¡Nerones!

Sí, señores del Concejo Municipal: ¿No os remordió vuestra conciencia al votar esa milada de pesetas para invertirlas en pólvora y oropeles, mofándoos así del hambre del pueblo?

 ¡Hambre y festejos!. Los patricios romanos, para contener al pueblo, hacían correr el vino por las vías romanas. Infinitas naves y caravanas vertían torrentes de trigo con que saciaba su hambre la plebe. Tanta prodigalidad no era hija de los humanitarios sentimientos de aquellos déspotas.

El grandioso Circo Romano abría sus puertas y aquel pueblo abyecto y embrutecido se regocijaba durante muchos días con espectáculos que son estigma de aquella bárbara civilización.

 Vosotros, señores ediles, sois más, muchísimo más crueles que aquellos tiranos en sus bacanales, puesto que con un refinamiento digno del cantor del incendio de Roma, confeccionáis un programa que es un insulto a la dignidad humana.

 «Entrada libre y gratuita a la función de circo que tendrá lugar en la Plaza de toros».

 ¡Qué sarcasmo!

 Vuestra hipócrita generosidad no es sino una afrenta.

¿No comprendéis que ya, estos que vivimos no son días de milagros ni limosnas?...



 

O sea, que mientras para Mollina y la Alameda eran vistosa función de fuegos artificiales, por acreditado pirotécnico; gran vista de fuegos artificiales (última creación); extraordinaria traca con disparos luminosos y estruendosa bomba final, para Antequera se convertía en ¡Hambre y festejos!.

 



La imagen no corresponde a Mollina. Pertenece al fotógrafo Urech y apareció en el libro Madrid a pie de calle y conseguida en http://www.edicioneslalibreria.es/la-foto-de-la-semana-carrera-de-sacos/

Alumnos de la facultad de medicina celebran el fin de su licenciatura. Con distintos ropajes aquí sería lo mismo.









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