TEATRO EN LA CASA DEL PUEBLO. 1933




El semanario socialista La Razón, en su edición del 7 de octubre de 1933, año IV, núm. 142 traía esta noticia en su página 3:



Función teatral en Mollina

El domingo día 1 de octubre fué representado por los compañeros de Alameda y a beneficio de la Sociedad de Agricultores «El Progreso» de Mollina el grandioso drama social titulado «El cacique, o la justicia del Pueblo».

Los camaradas del grupo artístico de Alameda, con el desinterés y el espíritu de sacrificio característico en estos luchadores incansables, siempre dispuestos a difundir los ideales de Emancipación, Amor y Justicia por todos los horizontes, interpretaron de una manera clara y sencilla las maquinaciones y monstruosidades que llevaban a cabo aquellos caciques, que al igual que los de hoy, sacrifican los derechos inviolables de la libertad y la conciencia y no les importaba, como hoy tampoco, llegar incluso al crimen para satisfacer sus instintos sanguinarios con aquel rebaño de borregos... que un día cansados de sufrir engaños, pasar hambre y estar faltos de justicia, se transformaron en hombres y se hicieron la justicia por su mano.

 Trabajadores: aprendamos a ser hombres y no borregos, y transformemos esta sociedad llena de injusticias en otra donde sólo impere el Amor y la Paz.

 Reciban nuestro más cordial saludo las compañeras y compañeros del grupo artístico de Alameda y todas aquellas personas que nos honraron con su presencia en nuestra Casa del Pueblo, manifestando de este modo una vez -más los lazos de solidaridad que unen a estos dos pueblos.

 Camaradas: sigamos por el camino emprendido, que es de la única forma que podemos llevar a los pueblos el espíritu de amor y concordia que precisa en los actuales momentos.

Trabajadores: salud a todos, y a luchar por la causa de los oprimidos.

 Por el Grupo Artístico de Mollina.— A. PARRADO. —J. CASTAÑEDA.



Pasemos a analizar el tipo de obras representadas en la Casa del Pueblo ese año de 1933.

Por el programa de feria de ese año sabemos que el día 14, a las doce de la noche se representó en esa Casa una obra de teatro a cargo de una compañía de Málaga. No sabemos nada más, solo que dejarían un tanto por ciento para el beneficio de la Casa.

Por ese mismo programa sabemos que el día 16 debutaría la compañía de esa Casa del Pueblo que iba a representar varias obras. Se nos da el título de dos de ellas. Anacleto se divorcia, de Muñoz Seca y Santa Rusia, de Benavente.

Anacleto se divorcia es una obra de teatro en tres actos escrita por Pedro Muñoz Seca y Pedro Pérez Fernández y estrenada en el Teatro de la Comedia de Madrid el 2 de mayo de 1932. Se trata de una sátira de la entonces recién aprobada ley de divorcio en la Segunda República Española. La obra trata sobre las desavenencias del matrimonio formado por Anacleto y Baldomera. Anacleto sigue los consejos de su amigo Juncosa, que en realidad lo que tiene son aspiraciones de cama con Baldomera. Anacleto toma la decisión de ponerse al día y divorciarse, pero esto le acarrea llegar a un estado de calamidad y descuido enorme. Al final Anacleto llega a la conclusión de que el estado de libertad que había soñado está bastante lejos de la realidad.

Pedro Muñoz Seca había nacido en El Puerto de Santa María en 1879 y estudió en los jesuitas de su ciudad. Perteneciente a la generación del 14 o Novecentismo fue escritor prolífico y de mucho éxito. Valle Inclán lo alabó. A partir de 1931 empieza a escribir obras satirizando contra la República. Una de ellas es esta que se representó en Mollina. Pero no fue la única. Marcelino fue a por vino, La Voz de su amo, El Gran ciudadano, La oca –siglas de Libre Asociación de Obreros Cansados y Aburridos- son algunas otras.

Detenido al inicio de la Guerra Civil en Barcelona fue acusado de albergar ideas monárquicas y católicas, trasladado a Madrid y encarcelado en la recién creada cárcel de San Antón. Fue asesinado el 28 de noviembre de ese año 1936 en Paracuellos de Jarama. Humorista hasta el final, sus últimas palabras, dirigidas al pelotón de fusilamiento, fueron: «Podéis quitarme mi hacienda, mi patria, mi fortuna e incluso— como estáis al hacer— mi vida. Pero hay una cosa que no podéis quitarme: ¡El miedo que tengo ahora mismo!»

Pedro Pérez Fernández nació en Sevilla en 1884, aunque de niño se fue a Los Palacios y Villafranca. Fue uno de los autores del teatro cómico llamado astracanada. Tuvo una especial y fructífera colaboración con Pedro Muñoz Seca por lo que fueron conocidos como "los pericos". Como su amigo Pedro Muñoz Seca simpatizó con el bando sublevado durante la Guerra Civil y se ocultó por el riesgo de ser ejecutado. Tras el asesinato de su amigo y con autoría personal, su estrella dramática declinó rápidamente. Murió en 1956.

Por su parte Santa Rusia es una obra mediocre de un autor que, ideológicamente, daba unos bandazos absolutamente demenciales. Veamos. Jacinto Benavente, nació en Madrid en 1866. Fundamentalmente fue acomodaticio, burgués y conservador. Durante la Primera Guerra Mundial se declaró germanófilo. Apoyó al derechista Antonio Maura. Sufrió el desprecio de la intelectualidad por su connivencia con la dictadura de Primo de Rivera. Defendió la revolución soviética en Santa Rusia, estrenada en 1933.  La Guerra Civil le pilló en Barcelona –zona republicana- en donde hizo declaraciones a favor del gobierno legítimo que luego afirmó que fueron forzadas por las autoridades. A partir de 1940 se desdijo de todas sus afirmaciones progubernamentales y expresa un fascismo sin el más mínimo pudor. Aunque el gobierno franquista prohíbe sus obras por la homosexualidad del autor, al final terminó por aceptarlas como una muestra del teatro de los vencedores y promoviéndolas en todos los Estudios 1 que difundían el teatro en los primeros años de la televisión en España.

Según Manuel Aznar Soler en su libro República literaria y revolución (1920-1939) Benavente no contribuyó ni podía contribuir con ninguna obra a la creación de un verdadero teatro de masas revolucionario. También según este mismo autor Santa Rusia tuvo unas críticas bastante negativas. Se decía que esa obra no expresaba en su vigor y eclosión formidables la gesta revolucionaria del pueblo ruso. También se decía que la obra estaba llena de conceptos burgueses, de frases burguesas, de intención burguesa. Pero el lenguaje y el tema sí que eran del agrado de los programadores de teatro en los pueblos.

Pasemos a la obra traída por el grupo de teatro de la Alameda.

José Folá Igúrbide nació en Castellón en el siglo XIX. No sabemos el año. Murió en 1918. Dramaturgo, filósofo, matemático e inventor. Autor de una variada obra tenemos la primera edición de El Cacique o la Justicia del Pueblo aparecida en 1920, tras la muerte de su autor. escribió en Jesús María Barrajón define sus piezas literarias como un «cóctel de pedagogía, melodrama y romanticismo»; el argumento de muchas de ellas «gira en torno a la necesidad de transformar el mundo a partir del ideal cristiano de la fraternidad y de la solidaridad». Basten el título y los últimos versos de su obra El mundo que nace: «El socialismo abrazado / a la cruz. ¡Hosanna…! ¡Hosanna…!».

Sus postulados combinan como vemos influjos anarquistas, socialistas y cristianos a la manera del misticismo de Tolstoi que estuvieron tan en boga a finales del siglo XIX.

En otra de sus obras dice:

                               (…)¡Cárcel triste!

                               Con las galas más hermosas

                               cubre tus negras paredes,

                               porque hoy en tu oscuro seno,

                               nace un mundo de luz lleno. (…)

                               ¡Jesús volviendo a la tierra

                               Predicando la humildad!..

                               ¡La humana fraternidad

                               que evita el hambre y la guerra!..

                               ¡La sombra que se deshace

                               por divino resplandor!..

                               ¡La justicia y el honor!..

                               ¡Éste es el mundo que nace!..



Ese cristianismo social tan caro a los socialistas que escribían en La Razón estaba bien representado en este autor. El éxito de la obra sería, más que probable, rotundo.



En la imagen vemos a los actores de la compañía Olvido Teatro saludando tras una representación de la obra ya en el siglo XXI. 







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