REPASO A LOS NÚMEROS 51 A 55 DE LA RAZÓN. 1932


Portada de La Razón, treintaiuno de enero de 1932. 




El número 51 de La Razón apareció el 10 de enero de 1932. En él no aparecía nada relacionado con Mollina.

El siguiente número, el 52, vio la luz el 17 de enero. Tampoco traía nada sobre Mollina. Destacar la intervención de García Prieto en el Congreso de los Diputados donde se reproducía el diario de sesiones:

Decía el señor Presidente del Consejo de Ministros en uno de sus admirables discursos, que la República no había entrado en los pueblos. Y yo os digo: que en Málaga y su provincia no sólo no ha entrado, sino que estamos muchísimo peor que antes; la reacción es dueña absoluta de toda la provincia, pues los republicanos de hoy son los monárquicos de ayer; los mismos perros con diferentes collares (risas y rumores), que unidos a la burguesía están sitiando por hambre al trabajador en general. Sucede en aquellos pueblos que el obrero, para trabajar en el campo o en otra profesión cualquiera, ha de dejar de ser socialista. Ahora bien; si ingresa en el partido republicano, entonces sí se le dan medios para que trabaje; de lo contrario, a morir de hambre se ha dicho. Y esto se hace con el beneplácito de las autoridades.

En la última página traía la crítica al maestro de Los Carvajales: ahora que se había conseguido una escuela para la aldea resulta que el maestro se dedica a representaciones y cobranzas y, además, exige un duro a un alumno adulto con la excusa de pagar la luz. Ya vimos en otras publicaciones que el magisterio tuvo un comportamiento desigual en aquel tiempo. En esas seguimos.

Tampoco el número 53, del 24 de enero traía nada de Mollina. Contra el clero sí que traía y bastante.

El número 54, del 31 de enero de 1931 sí que traía en su primera página este raro suceso:

De Mollina

El día 27 fueron detenidos y conducidos a la cárcel de Antequera los compañeros concejales de ese Ayuntamiento, obedeciendo según nuestras noticias a órdenes del gobernador civil.

 Por los informes que hemos recogido parece que se acusa a los citados compañeros de haber tramado un complot para deshacerse del secretario del Ayuntamiento y de los individuos del Puesto de la Guardia civil, cosa que nos resistimos a creer pues no se distinguían los acusados por sus extremismos puesto que de lo contrario han dado pruebas en muchas ocasiones atreviéndonos a suponer que todo ello sea pura fábula elaborada por los interesados en desacreditar y perjudicar a los concejales obreros obedeciendo a fines que no es de dudar se pongan en claro, ya que a pensar en maniobras caciquiles invitan circunstancias sospechosas que concurren en este asunto por cuanto se refiere a la procedencia del forastero encartado y que fué reducido a prisión por orden precisamente del alcalde.

Como las referencias que tenemos no son muy concretas nos limitamos a reseñar el caso sin más comentarios que nos reservamos para cuando poseamos los suficientes datos sobre este extraño suceso, del que han resultado los primeros sorprendidos los interesados.

Es de esperar que ,la verdad se abra paso y la dignidad de nuestros compañeros resplandezca como es de justicia, pese a las artimañas puestas en juego por el enemigo.

De este suceso hablaremos en la siguiente publicación ya que apareció no solamente en La Razón sino en otros medios nacionales.

El 7 de febrero de 1932 aparecía el número 55 de La Razón. Curiosamente no traía nada relacionado con Mollina.



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