REPASO A LOS NÚMEROS 131 A 135 DE LA RAZÓN. 1933


Página 4 del número 134 de La Razón, trece de agosto de 1933.





El número 131 del semanario socialista antequerano La Razón, aparecido el 23 de julio de 1933 traía en su página 2 un escrito sobre el mitin del día 16 anterior. Decía:

El acto del pasado domingo en Mollina

El pasado domingo, invitados por la Agrupación Socialista de Mollina, pasaron a la misma varios compañeros nuestros. El objeto no era otro, que asistir a una comida íntima organizada por la citada Agrupación y el Comité del Partido radical socialista, en homenaje a don Emilio Baeza Medina y nuestro camarada García Prieto, al primero como abogado defensor de la minoría socialista de aquel municipio, y al segundo por las gestiones particulares realizadas en beneficio de la misma.

 A la salida de Antequera recibió el camarada Prieto un telefonema de Baeza Medina exponiéndole causas que imposibilitaban su ida y recomendándole saludos a los amigos.

A nuestra llegada a la Caleta observamos un gran gentío que nos esperaba, dándose algunos vivas, y con las banderas nacional y socialista enlazadas a la cabeza de la manifestación, nos dirigimos al pueblo.

 En la Plaza de Fermín Galán, donde se había congregado un gran gentío, se notaba la alegría producida por haberse reintegrado la minoría socialista al Ayuntamiento y haber resplandecido la justicia.

Desde el balcón de uno de los establecimientos públicos se le dirigió la palabra al pueblo, el que se manifestó con el mayor orden y entusiasmo.

 Los discursos

El camarada Mejías, alcalde reintegrado a su puesto, víctima del atropello caciquil y del funesto Coloma Rubio, hace la presentación de los oradores y "expone las causas por la incomparecencia del señor Baeza Medina motivada por razones de alta política. Ofrece el homenaje a Baeza y Prieto. Censura al cacique, que usó los medios más monarquizantes y rastreros para producir los trastornos que ha venido sufriendo el pueblo de Mollina.

 Detalla con la brillantez y entusiasmo que se manifestó en la Audiencia el señor Baeza, y refiere el aspecto bochornoso que producía la presencia del enemigo acusador, con la cara baja y corrido de vergüenza.

Promete desde la alcaldía y colaborando la minoría socialista y radical socialista, hacer justicia y cubrir las aspiraciones del pueblo.

 Pide agradecimiento para García Prieto, Baeza Medina y los socialistas de Málaga, por las gestiones realizadas por cada uno de los manifestados. Se extiende en las injusticias cometidas por el cacique y las persecuciones de que habían sido objeto los procesados durante los diez y ocho meses que han mediado hasta reintegrarse a sus puestos.

 A continuación hace uso de la palabra el compañero Parrado, quien coincide en las manifestaciones hechas por el anterior y se extiende aun (sic) más en los atropellos cometidos con los procesados por los inquisidores que les hicieron sufrir un calvario con sus procedimientos rastreros.

 Censura al obrero que se arrastra a los pies de los patronos burgueses, reptiles que entorpecen las reivindicaciones de la clase trabajadora y que llevan como premio a sus procedimientos de Judas y esquiroles el desprecio de los mismos que los amansan. Una salva de aplausos ahoga las últimas frases pronunciadas, y le reemplaza nuestro muy querido Villalba.

Empieza dirigiendo un saludo a los trabajadores y al pueblo de Mollina, expresando su satisfacción por el reintegro de la minoría socialista al Ayuntamiento.

En breves palabras ataca al enemigo que asolapado espera ocasión de hacer victimas de sus malos instintos a los hombres buenos y honrados, como ha reconocido la justicia.

 Pide el concurso de todos para facilitar la labor a realizar por sus representantes populares, los que procurarán en todo momento el bien del pueblo que les vió nacer. Termina recomendando no se pierda de vista al enemigo emboscado.

Al aparecer Prieto una ruidosa ovación, que dura algunos minutos, nos deja ensordecidos, y por causa del calor que nos acarrea malestar, nos vemos precisados a tomar los precisos apuntes.

Saluda a paisanos, amigos y enemigos, por ser todos de Mollina.

 Dice viene a demostrar la satisfacción que le produce el fallo de la justicia resplandeciendo sobre un delito que no cometieron sus amigos.

 Ataca al enemigo que vió defraudados sus malos instintos y que debió ocupar el banquillo de los acusados y después la celda.

 Considera que Mollina es más sindical que política, y que de los sinsabores sufridos por sus representantes obreros es él causante, por la presión que hizo sobre ellos para que fueran a la elección popular que premió el pueblo llevándolos al estrado del municipio. Se extiende en consideraciones sobre la buena administración que han de desarrollar los concejales que se han reintegrado a sus puestos y explica las consecuencias que se están sufriendo por haber proclamado una República sin sangre.

Proclama la honradez de los concejales socialistas de Mollina. Lamenta que las representaciones radicales socialistas de los pueblos no hayan hecho acto de presencia por la imposibilidad de realizarlo Baeza Medina, a quien iba dedicado el homenaje, y la decepción sufrida por la incomparecencia de las comisiones circunvecinas.

Censura a los caciques de la monarquía, que se acogen a partidos republicanos para nuevamente incluirse en el destino de los pueblos, sin perder su matiz de monárquicos.

 Dice que en aquellos momentos representa a un compañero diputado a quien le une buena amistad, que es Baeza Medina, y quien ha puesto todo su entusiasmo por resolver como abogado defensor el pleito de los concejales socialistas.

Al igual que el resto de los oradores fué muy aplaudido.

Seguidamente marchamos al local destinado a la comida, la cual fué servida por el acreditado industrial y respetado amigo nuestro don Manuel Vergara Nieblas, quien en todo momento se preocupó por la buena asistencia a los comensales.

 A los postres ofreció el homenaje el alcalde, compañero Mejías, e hicieron uso de la palabra varios comensales.

Durante la comida reinó la alegría del caso, y tanto socialistas como radicales socialistas estuvieron en excelente armonía. Sólo nos resta decir que deben hacerla extensiva y eterna en el municipio para que el pueblo de Mollina en sí lleve los beneficios, a lo que sus representantes están obligados.


En efecto, Joaquín Mejías Velasco había sido nombrado nuevamente alcalde el 15 de julio de 1933, así como se había restituido la condición de concejal a José García Pérez, Demetrio Carmona López, y Juan Pedro Delgado Llamas (Miguel Ramos, Días de plomo, págs. 49 y 50, CEDMA, Málaga, 2011)



El número 132 del 30 de julio no traía nada sobre Mollina. Tampoco el 133 del 6 de agosto. El 134, que apareció el día 13 de agosto, antevíspera de la festividad de la Virgen de la Oliva, traía en su página 4 el anuncio de las fiestas firmado por primera vez por una Junta de Festejos y no por los hermanos mayores de la Hermandad:

Fiestas en Mollina

 La junta de festejos del Ayuntamiento del vecino pueblo ha organizado los siguientes para los días 14, 15 y 16 del actual, con motivo de la feria:

Día 14 —A las siete de la tarde, entrada a la población de la banda municipal de Huétor Tajar, la que recorrerá las principales calles tocando el Himno de Riego y la Marsellesa.

 A las diez de la noche, vistosa función de fuegos artificiales, por acreditado pirotécnico de Málaga.

A las once, gran baile en la Plaza pública, concediéndose un bonito regalo a la pareja que mejor se distinga.

A las doce, gran función de teatro en la Casa del Pueblo por una Compañía de Málaga, que dejará un tanto por ciento en beneficio de la citada Casa.

 Día 15.-A las siete de la mañana, alegre diana por la citada banda de música, que hará el recorrido de todas las calles del pueblo.

 A las once, elevación de globos y fantoches en la Plaza de Fermín Galán.

 A las seis de la tarde, en calle Pablo Iglesias, concurso de cante flamenco en el que tomarán parte varios jóvenes del pueblo.

 A las nueve de la noche, concierto musical en la Plaza de Fermín Galán y bailes públicos.

 Día 16.—A las seis de la mañana, despedida de la banda de música—que marchará al inmediato pueblo de Alameda interpretando el Himno de Riego.

 A las diez. Concurso de feos en la Caseta de baile, adjudicándose un premio en metálico al más horroroso.

 A las cuatro de la tarde, cucañas en la Caleta.

A las seis, carreras de burros y en sacos, siendo gratificados los individuos que ganasen las mismas y también será elegido el burro más flaco que ha de ganar dicha gratificación.

 A las nueve de la noche empezarán los cines, teatros, bailes, etc.

 Debut de la Compañía de la Casa del Pueblo, representándose entre otras obras «Anacleto se divorcia», de Muñoz Seca, y «Santa Rusia», de Benavente.

Aviso importante. — La entrada en la Casa del Pueblo será en general para todos los ciudadanos.

 Por la Junta de Festejos,

 JOSÉ CARMONA ALVAREZ.

Hay que hacer notar que no aparece para nada ni cultos ni procesión ni nada relacionado con la Virgen de la Oliva. Ni hay constancia de que hubiera procesión. Consultados los números de El Sol de Antequera, diario clerical y conservador,  de esas fechas no aparecen esos cultos por ningún sitio.

En la primera página de ese mismo número aparecen una serie de peticiones del diputado mollinato García Prieto a distintos ministros. Concretamente al de Gobernación pide, entre otras cosas, Que el cabo, comandante de puesto de Mollina, al igual que el de Humilladero, sean trasladados por haberse demostrado en ellos tales abusos cometidos con los vecinos de dichos pueblos y denunciados por las Sociedades obreras, que de no cambiarles de puesto pueden ocurrir sucesos que todos debemos evitar.

El número 135, aparecido el día 20 de agosto de 1933 no traía nada sobre Mollina.



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