EUGENIO NOEL HABLA DE CULTURA, 1922
Página de El Sol de Antequera, veintinueve de octubre de 1922.
Decía en su página 5:
Las conferencias en el Círculo Mercantil
Hacia ya tiempo que la Directiva del Círculo Mercantil, tenia en proyecto dar comienzo al ciclo anual de conferencias culturales que son preceptivas en su Reglamento; pero agobios económicos y de tiempo, por las obras de restauración llevadas a cabo, no habían permitido que fuera una realidad tan provechosa orientación.
El paso por ésta del culto escritor y periodista Eugenio Noel, vino a ser el impulso definitivo que se necesitaba para dar comienzo a dichas conferencias, inaugurándolas con un orador de tanta valía y que necesariamente había de dejar bien sentado el pabellón del Círculo Mercantil.
Organizada la conferencia con gran premura, no fué ello obstáculo para que el amplio salón del expresado Círculo se viera completamente lleno de público, deseoso de escuchar al notable orador y publicista, que en su notable conferencia desarrolló con magistral conocimiento, con singular acierto, los temas: "Cultura moderna y el genio de nuestra Raza."
La falta de espacio nos impide ser lo extensos que merece este asunto, que ya en el próximo número trataremos con más amplitud; pero sí hemos de hacer constar, que la conferencia ha sido un éxito para el conferenciante que durante dos horas tuvo pendientes de sus palabras, al numeroso y selecto auditorio; un triunfo para el Círculo Mercantil, que con pocas horas organizó y procuró para .sus socios un rato de cultural asimilación de ideas; y para los asociados de este Centro, que han dado una nueva prueba de amor a la cultura, de que no en vano en sus Estatutos, se atiende al aspecto cultural.
Nuestra felicitación a todos, y que siga por ese camino el expresado Círculo, seguro de que habrá de conquistarse la estimación de la ciudad toda.
Ya lo dijo Noel: El problema de España, el de Antequera, el de Mollina, es un problema de cultura.
Según nos dicen, la conferencia próxima estará a carga de nuestro querido amigo, D. Francisco Blázquez Bores, que ya es conocido de sus paisanos como conferenciante, si bien desde la última vez que le oímos en ésta, ha cultivado bastante la oratoria, y cosechado muchos aplausos.
La fecha no está señalada por tener que ser aquella en que el señor Blázquez Bores, pueda prescindir de sus ocupaciones, pero es casi seguro sea en los últimos días del próximo Noviembre.
Eugenio Noel es el seudónimo de Eugenio Muñoz Díaz. Nacido en Madrid en 1885 fue un novelista, ensayista y publicista español que se significó como un enconado detractor de la tauromaquia y el flamenquismo. De orígenes humildes estudió con curas e incluso estuvo internado en un seminario. Enamorado de la actriz María Noel, tomó de ella su apellido para formar su seudónimo.
Tras dejar la religión, llevó una vida de periodista bohemio, de ideología republicana y socialista. Asistió a la tertulia valleinclanesca del Nuevo Café de Levante. En 1909 se alistó voluntario para luchar en Marruecos. Sus artículos sobre la campaña de África en España Nueva, periódico republicano, fueron recopilados en Notas de un voluntario y uno de ellos, el primero, «Cómo viven un marqués y un duque en campaña», le valió la cárcel Modelo; al salir de allí conoció a la cubana Amada, que sería la pasión de su vida.
En 1913 inicia su campaña antiflamenca recorriendo toda España, viajes de los que dejó escritas varias crónicas, en las que se fijó en especial en las injusticias sociales. Comprometido siempre con causas sociales, mantuvo a lo largo de toda su vida una pertinaz campaña contra el flamenquismo y contra la fiesta de los toros lo que le supuso no pocos disgustos.
Considerado epígono del 98, él mismo se consideraba más bien entre los novecentistas.Cejador y Frauca dijo de él:
Madrileño, admirable satirizador de las lacras españolas, flamenquismo, toreo, etc., etc.; perspicaz observador, pensador levantado y noble; prosista sincero, brioso, pintoresco, suelto y castizo; pintó vivamente las costumbres, sobre todo de la gente maleante, de arriba y de abajo, y copió del natural el habla de chulos y toreros.
Murió en la miseria en una cama alquilada de un hospital barcelonés, el 23 de abril de 1936; al enviarse su cadáver a Madrid, se extravió en una vía muerta de Zaragoza, lo encontraron y fue enterrado en el cementerio civil de Madrid.
Datos biográficos tomados de Wikipedia.
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