ESBOZO DE RESUMEN HISTÓRICO. 1987




Este trabajo se hizo en setiembre de 1987 a petición del Concejal de Cultura, Francisco José Campaña Rodríguez, Paco Campaña, para responder a peticiones de distintas entidades sobre datos de Mollina. Esbozo de lo que sería Memoria para el Escudo nuevo que resultó frustrado.
De ahí que no lleve bibliografía. Al ser exclusivamente divulgativo no se le puso. Mea culpa. Ya pondré aquí el resumen definitivo con su bibliografía correspondiente. Lo incluyo por ser el primer trabajo que recoge de una forma global y somera la historia del pueblo tomada de datos reales y no inventados.


Estas son las páginas que se enviaban a todo aquel que lo solicitaba. Como veréis es un totum revolutum. Pero algo es algo. Gracias por la comprensión. 

MOLLINA




Resumen histórico.



            Los primeros pobladores del término municipal de Mollina se asentaron en la época neolítica en la Sierra de la Camorra preferentemente. De este tiempo es la cerámica cardial encontrada en la Cueva de las Goteras (Sierra de la Camorra), así como en la Cueva de la Higuera, en la misma sierra. En otra de las cuevas (la de los Porqueros) encontró Henri Breuil en 1918 unas pinturas rupestres muy deterioradas, representando unas figuras humanas esquemáticas de tipo cruciforme, las cuales fueron reproducidas en la obra que él mismo, Burkitt y Polloc publicaron en Oxford en 1929 con el título de “Rock Painting of Southern Andalucía”.
Asimismo se han encontrado restos neolíticos en los parajes denominados Cerro de la Fuente y Cerro de las Viñas.

            De la época romana se conservan un mausoleo-templete en el Cortijo de la Capuchina, un molino de aceite y un fuerte (Castillo del Capiruzón, en Santillán) único en Andalucía con esas características. Tiene una superficie de 624 metros cuadrados, repartidos en varias dependencias: zona de habitaciones, todas ellas rectangulares y de pequeño tamaño, dividida por pasillos, junto a la que aparece otra zona más noble, de habitaciones más amplias con gran cantidad de sillares; delante de ella aparece un gran barracón, posible vivienda de los soldados. El resto del fuerte estaba dedicado para avituallamiento: silo para cereales, aljibe, etc. En la parte exterior, a pocos metros de los muros laterales hay dos cercas donde se cree estaban los establos y el almacén.

            No tenemos noticias de lo que ocurrió aquí durante la edad media. Tan sólo tenemos los restos de una torre vigía en el Cerro de la Fuente, de la que aún se pueden ver sus cimientos en forma circular, y que dado que estas tierras eran fronterizas podía servir para avisar a Antequera de las incursiones castellanas.

            Una vez que Fernando el de Antequera conquista estas tierras en 1410, empiezan los repartos de las mismas, aunque con dificultades, ya que seguía siendo tierra de frontera y no había bastante seguridad. Con la conquista de Granada en 1492 empieza de nuevo la repoblación. Por la zona de Torre Molina –donde ahora se asienta el pueblo- queda un troza grande sin repartir, que queda en propiedad del Cabildo de la Ciudad de Antequera. Este trozo será el llamado “Cortijo de la Ciudad” que con 1.816 fanegas de tierra se reparte en 1575. Esta fecha es la que cabe considerar como origen del pueblo, ya que hasta entonces la población no había estado agrupada, y siempre en sitios con agua potable (Santillán y Cerro de la Fuente, entre otros sitios) como era lógico en esos tiempos. Los colonos de las tierras repartidas tenían que tratar las condiciones de arrendamiento con el Cabildo de la Ciudad de Antequera, propietario de las mismas. Estas condiciones fueron algunos años causa de problemas y pleitos entre los mollinatos y el Cabildo de la Ciudad.

            La población concentrada fue suficiente para que ya en 1582 tuviera Parroquia propia. De esta fecha es el primer libro de bautismos y desposorios de la Parroquia. En 1687, cuando el pueblo contaba ya con unos 220 vecinos – o sea, alrededor de 900 habitantes- el obispo Fray Alonso de Santo Tomás amplía la iglesia y regala al pueblo la primera imagen de la Virgen de la Oliva, cambiando por este nombre el de la Parroquia, que se llamaba antes de San Cayetano.

            A mediados del siglo XVIII D. Mariano Nipho describe a Mollina de la siguiente Manera: “Mollina y Humilladero, ... , corren bajo de una, aunque las distingue alguna distancia y para ambas hay sólo una Parroquia, y Pila Bautismal, y dos Párrocos y un Teniente, que en la realidad son precisos por la grande extensión de las dos Poblaciones, pues sus moradores exceden el número de quinientos; y se componen de las Haciendas rurales, de caserías, cortijos y molinos de aceite, que se necesitan preparados para el cultivo de una gran porción de olivares plantados en esta situación, y para beneficio de los aceytes que se labran del fruto de la aceituna que produce: Están poseídos la mayor parte por vecinos de esta ciudad (Antequera), y ambas distan de su capital (Antequera) poco más de dos leguas hacia el norte: Las casas habitadas están dispersas, quanto se hallan las Haciendas, los olivares y zumacares que ocupan aquél término, vasto y dilatado.”
            Para final de este siglo, Humilladero consigue la creación de parroquia propia, independizándose así de la de Mollina.

            La Constitución de 1812 ordenaba que los pueblos que tuvieran 1.000 habitantes o más y que no tuvieran Ayuntamiento propio debían tenerlo y además concedérsele término municipal. Al ser este el caso de Mollina, un grupo de vecinos del pueblo se desplazó a Sevilla –a cuyo reino pertenecían las tierras de Antequera- a “solicitar la demarcación y deslinde con Antequera y la separación del Barrio del Humilladero”. No sabemos la fecha de nuestra segregación de Antequera, aunque la primera acta del Ayuntamiento de Mollina tiene fecha de 9 de junio de 1820. El año anterior  -concretamente el 19 de diciembre de 1819- se habían hecho las escrituras de las tierras del Cortijo de la Ciudad, repartidas por el Ayuntamiento de Antequera en 1575.

            Con una situación económica difícil comienza la época de Mollina independiente de Antequera. Y con esta situación se organiza en el centro de Andalucía una sociedad secreta cuyos miembros tenían diversos criterios políticos –demócratas republicanos, socialistas,...- distinta composición social –jornaleros, pequeños propietarios,...- aunque coincidían en que el deber del hombre era reorganizar el aspecto social y económico de los pueblos de acuerdo con una ideología democrática. En Mollina, de unos 500 padres de familia, más de 300 estaban afiliados a la Sociedad. Estos afiliados se autodenominaban garibaldinos en nuestro pueblo. Esta sociedad estaba promovida por el albéitar de Loja Rafael Pérez del Álamo, el cual relató en uno de sus libros la organización de la misma y los sucesos de 1861 conocidos como Revolución de Loja y que en realidad comenzaron en Mollina, con una asonada en la que hubo varios muertos y heridos.

/.../ ya en nuestro siglo del “Almirez”, aunque este ya no bandolero en el sentido clásico de la palabra. (1)

            Lo más característico del siglo XX en Mollina es la emigración. Los 5.098 habitantes de 1950 quedaron reducidos a 3.049 en 1980. La crisis económica en las zonas industrializadas de Europa y España, así como la creación de cooperativas y el trabajo domiciliario han frenado este descenso demográfico, verdadera sangría de gente joven para el pueblo.

(1) Falta un trozo, perdido, sobre la extensión del bandolerismo.


Arte


Aparte del fuerte romano ya descrito en el resumen histórico tenemos:
Iglesia de Ntra. Sra. de la Oliva:
Edificio de 1687, con dos capillas construidas en 1720 y una nave de final del XIX. Rivera Valentín proyecta la reforma general de la iglesia en sus partes ruinosas en 1897.
Actualmente presenta tres naves, la central cubierta con armadura de tirantes ya muy tardía, separada de las laterales por arcos de medio punto sobre pilares octogonales, alzándose coro de madera a los pies. Un arco triunfal de medio punto sobre pilares cruciformes da paso al presbiterio de planta rectangular, muy angosto, cubierto con bóveda de medio cañón, transversal al eje de la iglesia, con fajones sobre placas, cruzándose en el tramo central con otro cañón que determina en éste una bóveda de arista. A él se abre un camarín de planta octogonal con pilastras en los ángulos cubierto con bóveda semiesférica de gruesos nervios. Bajo éste y tras la cabecera una sacristía rectangular en la que se repite la cubierta del presbiterio.
            Las naves laterales también rematan por la cabecera en sendos camarines, semiesférico el del lado del Evangelio y ultrasemicircular el de la Epístola. Estas naves se estructuran en tramos cuadrados cubiertos con bóveda de arista, separados por fajones sobre placas recortadas.
            A los penúltimos tramos de la nave del Evangelio se abren dos capillas cuadradas cubiertas con bóveda semiesférica sobre pechinas decoradas con yeserías y segmentadas por ocho nervios con decoración naturalista colgante que surgen de un medallón central. Están dedicadas a la Virgen Dolorosa y a Jesús del Dulce Nombre y es su dedicación la que determina el cambio en la decoración, pues la simbología respectiva se plasma en medallones ovales apoyados o coronados por veneras entre acantos carnosos de plasticidad semejante a los del camarín del convento de la Victoria de Málaga. Puede fecharse en 1720.
(Tomado de Rosario Camacho Martínez, Málaga Barroca)

Convento-colegio de la Ascensión (Antiguo Cortijo de la ciudad) :
Su construcción responde al s. XVIII, conservando de esta época la entrada principal abierta en la cerca de ladrillo del patio con arco carpanel de clave resaltada entre esbeltas pilastras rematadas por pináculos piramidales, que descienden con ritmo mixtilíneo hasta alcanzar la altura de la cerca.

Construcciones populares:
Construidas básicamente en tapia y/o piedra tosca, con tres vanos en la planta baja y uno en la superior. Se conservan también algunas casas del tipo casa-cortijo con patio delantero.



Geografía

Situada en la Vega de Antequera su terreno es llano si exceptuamos la Sierra de la Camorra, al norte del casco urbano y algunos cerros sin alturas importantes.
Las aguas del término desaguan a tres cuencas: la del Genil, Guadalhorce y Laguna de Fuente Piedra. Los arroyos más importantes son los de Machangrillo, Berdún, Aceitero, Gaén, Santillán y Almenillas.
En la sierra de la Camorra hay que destacar varias cuevas con estalactitas, una de ellas con graffiti del siglo XVI.
Los cultivos fundamentales son el olivo, la vid y los cereales. La vegetación silvestre está compuesta por pinos, acebuches, lentisco, tomillo, romero, hinojo, chaparro y matagallos.
El término de Mollina produce el 80 % del vino con denominación de origen Málaga.



Gastronomía

Prácticamente la misma de toda la zona de Antequera: la porra, la olla (cocido de garbanzos) y los gazpachos.



Literatura

Los datos sobre Mollina están dispersos en distintos libros de historia, guías, etc., sin haber ningún libro específico sobre ella. De publicación propia, aparte de los programas de feria, sólo hay un fanzine: “La Embajada”, publicado sin periodicidad.



Superficie total del Municipio:          7.424 Has.
Superficie de montes:                            550 Has.
Superficie labrada:                             6.100 Has.
            De secano:                              5.814 Has.
            De regadío:                                286 Has.





Fiestas:
Feria del 14 al 17 de agosto aprox.
Feria de la Vendimia: Fin de semana en septiembre.
Romería: Segundo domingo de mayo.


Antonio García López
Setiembre de 1987




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