ELECCIONES GENERALES. 1918
Recorte de La Unión Liberal, Antequera, veintitrés de febrero de 1918.
En 1918, en medio de la crisis política y económica
provocada por la Asamblea de Parlamentarios y la huelga general de 1917, se
convoca para el veintiocho de febrero de nuevo elecciones generales bajo
sufragio universal masculino.
El Heraldo de
Antequera, en su edición del día tres de febrero de 1918 da cuenta de un
mitin celebrado en el Salón Rodas el día veintisiete por los partidarios del
partido liberal-conservador. Así nos habla del público asistente:
A las ocho en punto
había de comenzar el mitin, y antes de las siete no había un solo asiento
vacío, antes bien, vetasen muchas personas en pié en los pasillos, tras las
sillas en el piso alto, y en todos aquellos sitios dedicados de ordinario a la
circulación del público. A las siete y media, no era posible entrar, y mucho
menos salir, porque la aglomeración en los pasillos lo impedía.
La casi totalidad de
las plateas se hallaban ocupadas por bellas y distinguidas damas, que daban la nota
de color que más vigorosamente se destacaba entre las grises tonalidades de los
trajes masculinos.
Muy de hacer constar
es que no sólo asistía el público en gran cantidad, sino que hallábanse en el
teatro todas las personas de calidad de Antequera, que rara vez se hallará un
público más heterogéneo en ciase social, aunque tampoco suele darse mayor
homogeneidad política.
Entre los asistentes destacaba:
Asistían casi en pleno
los Comités de Antequera, Alora, Fuente de Piedra, Humilladero, Mollina y Valle
de Abdalajís.
Como representante de
la autoridad gubernativa, asistía el jefe de la Guardia Municipal, don José
Rodríguez Zambrano.
Por cierto, en este mismo número, en su página dos aparece
la noticia de la muerte de Patrocinio Ramírez Moreno, viuda de Casero y suegra,
entro otros de Antonio Vergara Pérez.
El día diecisiete de febrero de 1918, también en el Heraldo de Antequera, año IX, número 421
aparece la crónica de un mitin conservador en Mollina, Humilladero y Fuente
Piedra en sus páginas dos y tres:
Por los pueblos
Leemos en nuestro
querido colega «El Cronista»:
En Mollina
Señor Director de El
Cronista
Muy señor mío: A las doce en punto, llegaron
en cinco potentes automóviles los señores don José de Luna Pérez, don José
García Berdoy, don José León Motta, don Bernardo Laude Bouderé, don Rafael
García Talavera, don Jerónimo Santolalla Salguero, don Antonio Sánchez Puente,
don Manuel Luna Pérez, don Antonio García Gálvez, don Agustín Burgos, don
Manuel León Sorzano, don Miguel Luna Pérez, don Rafael Blázquez Bores, don Juan
Alvarez Luque, don Antonio Cabrera España, don Alfonso Rojas Pareja, donjuán
Blázquez Pareja, don José Rojas Garrido, y algunos otros amigos, cuyos nombres
no recordamos.
Fueron recibidos por
todas las personalidades más significadas de este pueblo y por un inmenso
gentío que llenaba las calles de entrada a la Plaza principal.
La música tocaba alegres notas. Las mujeres
lucían sus mejores galas. La villa presentaba el aspecto de los días señalados.
Inmediatamente de cambiarse los saludos de
rigor, se encaminó la comitiva a un local abierto, espacioso, en el que una
plataforma que da acceso a la casa-habitación, fué acertadamente destinada paaa
(sic) lugar de los oradores.
Minutos después,
comenzaba su discurso el señor León Motta, tributando, en primer término,
cariñoso recuerdo a la memoria de algunos correligionarios fallecidos desde el
último acto político de esta índole celebrado aquí, y especialmente a la de don
José Morente López, anciano que murió hace pocos meses, con cerca de ochenta
años de edad, y que actuando casi toda su vida en política, y habiendo luchado
mucho y ocupando los puestos más importantes de este pueblo, bajó a la tumba
entre el respeto y cariño de amigos y adversarios.
Hace historia de la
labor desarrollada en Mollina por el partido liberal-conservador a partir del
día, a raiz de la muerte del inolvidable Romero Robledo, en que el señor Luna
Pérez tremolara la bandera política, ostentando el lema: “Administración
honrada”.
Cita mejoras llevadas a cabo, en el orden
cultural en este pueblo, y en la transformación de algunos pavimentos y
construcción del matadero público. Demuestra que en cuantas etapas mandaron los
conservadores brilló la honda honradez administrativa, Y contrasta esa
actuación con la de los adversarios, determinando hechos notables, entre ellos,
el de que tres días antes de abandonar el Poder figurar una obra en el
Cementerio por valor de 1.500 y pico de pesetas, sin sujetarla al presupuesto,
proyecto ni formalidad alguna, y el Juzgado de instrucción ha comprobado que
sólo se invirtieron en aquélla treinta y tres pesetas. Preguntó que donde había
ido a parar la diferencia. Hace un llamamiento a la clase obrera, y le pide que
se fije en quiénes pueden ofrecerle más garantía de mejoramiento y bienestar, y
termina pidiendo a Mollina, que, si como cree. Luna Pérez cumplió cuanto
ofreciere cuando por vez primera se presentó en el pueblo, le otorgue ahora sus
sufragios también, seguro el vecindario de que seguirá laborando por el bien de
Mollina.
El auditorio le tributa cariñosa prueba de identificación.
Le sigue en el uso de la palabra el abogado señor
Sánchez Puente. .Saluda al pueblo de Mollina muy afectuosamente. Extiéndese en
consideraciones sobre el cunerismo, rechazando que se intente imponer en el
distrito un candidato cunero, teniéndolo propio, hijo de Antequera, con
aptitudes excepcionales, cual tiene demostrado, y que tal coacción sobre la
voluntad del pueblo la realice un Gobierno renovador, según pregona.
Pide al cuerpo electoral
que dé sus sufragios al señor Luna, incluso ciertos elementos de ideas
avanzadas, que no son incompatibles con tal candidatura, pues que, sean cuales
fueren los ideales del señor Luna Pérez, aquellos elementos sólo deben ver en
éste al buen ciudadano, amante del bienestar de sus paisanos y del progreso de
los pueblos del distrito. Con tal motivo, diserta algo sobre la idea socialista
y concluye reiterando el ruego de que se preste apoyo a ía candidatura
legítima.
Es muy aplaudido el orador, que estuvo feliz
en su discurso.
Y últimamente el señor
Luna Pérez hace uso de la palabra, pronunciando un hermoso discurso.
Rinde homenaje a la
memoria del señor Morente López. Dice que viene a someterse al fallo de los
vecinos de Mollina para que juzguen de su actuación como político y digan si
merece la aprobación de los electores y lo consideran éstos digno de volver a
favorecerlo con sus votos.
En párrafos grandilocuentes
analiza la situación de España con motivo de la guerra. Declárase partidario de
continuar manteniendo a todo trance la neutralidad más estricta, salvando al país
de la hecatombe. Anatematiza a los españoles que por simpatías con unos u otros
beligerantes, nos empujan a !a intervención, y a los que aprovechándose de las
circunstancias, explotan al pueblo español. Dice cual debe ser la norma de
conducta de los ciudadanos ricos y pobres, expresando la de cada cual, ante los
críticos momentos actuales. Excita al ejercicio de los derechos de ciudadanía y
al cumplimiento de los deberes cívicos, y termina pidiendo a Mollina que si lo
estiman acreedor a ello, le otorgue sus sufragios.
La muchedumbre ovaciona largamente al señor
Luna, y despide a éste y sus acompañantes en la Plaza, en donde toman los
autos, partiendo con dirección a Humilladero.
El triunfo del señor Luna no lo discute aquí
nadie.—El Corresponsal.
Mollina 12 Febrero.
Para el mediodía la comitiva estaba ya en el Humilladero,
eso sí, sin recibimiento con música y mitin desde un balcón.
A las cuatro de la tarde estaban ya en Fuente Piedra, sin
música, pero con un recibimiento señorial en la casa-palacio de los marqueses
vergonzosamente destruida en 1994 (sic):
El pueblo en masa les
aguardaba, dirigiéndose al domicilio de los señores marqueses de Fuente Piedra,
en donde después de saludar a la virtuosa marquesa, pronunció un discurso desde
el balcón central dé la casa-palacio el joven abogado don Manuel León Sorzano,
hijo del señor León Motta, debut, según parece, como orador, demostrando
serenidad grande y firmeza en los conceptos y en la expresión, al par que
vehemencia en la defensa de la causa del candidato señor Luna. Fué muy
aplaudido el joven orador.
Por su parte La Unión Liberal da cuenta en su número del día
veintitrés de febrero de 1918, año IV, número 105, página uno del mitin
celebrado en el salón Rodas el domingo anterior a las ocho y media de la noche,
donde señalaba los apaños conservadores para controlar la gente que iba al
mitin y relataba los liberales de los pueblos que asistían.
Decía:
Cuanto los adversarios
conservadores intentaron para restar importancia al acto, no les dió el
resultado apetecido, y sí se evidenciaron de una manera descarada, realizando
públicamente actos de despreciable coacción. En la esquina de calle de Mesones,
se situó una comisión de espantajos integrada por Rogelio, sus sobrinitos, los
hermanos García Gálvez, Bernal, Rafael Blázquez, Ruíz Ortega y otros, que con
miradas sentenciadoras, a modo de celadores del Santo Oficio, parecían guardar
para su día la delación archivando en sus bolsillos una gran serie de listas
negras. ¿Por qué no utilizaron esas pequeñas máquinas fotográficas que Ilevan
los policías extranjeros en los ojales de la solapa? Así podrían tener un álbum
en el que se viera, entre los que habían acudido al mitin, quién tenía cara de
conservador y quién de liberal.
A las ocho y media,
hora indicada para dar comienzo al acto, presentaba el teatro brillantísimo
aspecto, pues se hallaba totalmente ocupado de público. Salieron al estrado los
señores que habían de tomar parte en el mitin, seguidos de la presidencia y
representantes de los pueblos del distrito. Ocupó aquélla el exalcalde don
Antonio Casaus Arreses Rojas, teniendo a su derecha a don Luis García Guerrero,
don Francisco Timonet Benavides y don Francisco Trascastro, y a su izquierda al
exdiputado a Cortes por Antequera don Diego Salcedo Durán, don Salvador Morales
Morales, de Alora; don José Morón y don Ildefonso Palomo Vallejo. Ya comenzado
el acto llegó el Excmo. Sr. D. Eduardo Ortega y Gasset, sentándose a la derecha
del presidente.
Ocuparon también diversos asientos del
estrado, comisiones de Humilladero, Mollina, Fuente Piedra y Valle de
Abdalajís, integradas por los siguientes señores: Don Juan Palomo Gómez, don
Andrés Palomino Vegas, don Juan Cabrera Carmona, don Juan Sevillano del Arca,
don Juan Torres Cabrera, don José Montalvo Vallejos, don Antonio Sevillano del
Arca, don Joaquín Prieto García, don Juan García Gallegos, don Carlos Palomo
Carmona, don Rafael Carmona Llamas, don Enrique Gamito Molina, don Francisco
Mora Morente, don José Palomo Carmona, don Juan García Palomo, don Juan Palomo
Díaz, don Manuel Palomo González, don Francisco González Carmona, don José
Guerrero, don Antonio García Jiménez, «don José Rodríguez Alarcón, don José
López Sánchez, don Francisco Borrego Casero, don Antonio Lozano Ruíz, don
Francisco Doblas Ruíz, don Rafael Pardo Porras, don Dionisio Paradas Vallejo,
don Manuel Lozano Díaz, don Antonio Díaz Pachón, don Francisco Rubio Ruíz, don
José Rojas, don Enrique y don Antonio Prieto García, don Cristóbal Palomino,
don Antonio García de la Cruz, donjuán Ramón Acuña, don José Palomino Capitán,
don Antonio Carvajal, don Juan Rodríguez Gallegos, don Cristóbal Alcalá
Soriano, don Juan Palomo Carmona, don Diego Reyna Verdugo, don Juan Antonio de
la Torre y don Francisco López Flores.
También asistió al
acto una numerosa comisión del inmediato pueblo de Villanueva de la Concepción
presidida por el exalcalde don Francisco Rivera Gutiérrez.
En su página cuatro traía la crónica de los mítines
celebrados en los pueblos:
Mitines en los pueblos
No nos queda espacio para reseñar
detalladamente el resultado de-los actos políticos celebrados en Mollina,
Humilladero y Fuente Piedra; pero hemos de consignar que fueron lucidísimos y
que li entusiasmo superó a toda ponderación.
Hicieron uso de la
palabra don Francisco Timonet Benavides, don Antonio Casaus Arreses, don
Cristóbal Alcalá Soriano, don Cristóbal Ciria, el obrero del pueblo de Mollina
señor Giráldez y el candidato por este distrito don Luis García Guerrero. Todos
ellos pronunciaron elocuentes discursos siendo aclamados con verdadero
entusiasmo. Se exteriorizaron infinitas demostraciones de adhesión al partido
liberal dándose vivas a la democracia y a los propagandistas de las ideas
renovadoras. En los citados pueblos reinó un entusiasmo indescriptible,
pudiendo asegurarse que los liberales se aprestan a la lucha con fe y que la
victoria será en los dos primeros pueblos del candidato demócrata nuestro
querido amigo don Luis García Guerrero.
Análogos actos se
llevarán a cabo hoy en el Valle de Abdalajís y Alora donde también existe gran
animación. Ya contaremos sus resultados en el próximo número.
Justo al lado de esta noticia aparecía un gran anuncio que
advertía contra los efectos del caciquismo y formas de combatirlo en las
elecciones que traemos reproducida en la imagen primera.
Este aviso de la Unión Liberal no cayó en buena tierra. El
lunes veinticinco de febrero de 1918 el Heraldo de Antequera anunciaba a toda
página el triunfo de la verdad y la razón
y con ella de su candidato Luna Pérez.
En la imagen segunda se pueden ver los resultados en la
zona.
Demoledores para las fuerzas progresistas: en Mollina 401 votos para Luna
Pérez, liberal conservador, y 85 para García Guerrero, liberal demócrata. Aunque debemos tener en cuenta que siendo las
elecciones generales, pero restringidas a los hombres nos da una cantidad
inferior a quinientos votos. La abstención enorme. Suponemos que la masa
trabajadora –la consciente de ser trabajadora queremos decir- estaría en esa
abstención.
La alegría conservadora tuvo que esperar varios días para su
celebración. Así decía el Heraldo de Antequera del domingo diecisiete de marzo
de 1918:
Aplazamiento de
banquetes
Después de comunicarnos la comisión
organizadora del banquete que había de celebrarse en el Teatro Rodas, compuesta
de los señores D. Ramón Casaus Almagro, D. Marcelino Sorzano Blanco, D. Rafael
García Talavera y D. Alfonso Rojas Pareja, que desde luego, el jueves tenía
aquél efecto, se nos avisó que se suspendía el acto, en razón a que D. José de
Luna y D. José García Berdoy habían tenido que marchar a Madrid, este último
señor con motivo de asuntos azucareros, y el diputado electo, porque hubo de
recibir telegrama de la Corte anunciándole que su acta hallábase en el Supremo
y de un momento a otro se celebraría la vista; pero el aviso lo tuvimos cuando
ya estaba terminada la tirada de nuestro anterior número, y no pudimos, por
tanto, advertirlo a los lectores que estuvieran interesados en el particular.
Por la misma causa fué
suspendido el banquete que las representaciones de los pueblos proyectaran
celebrar el viernes en Bobadilla. Este acto promete estar muy animado también.
Sólo de un pueblo, Mollina, están inscriptos treinta y cuatro comensales.
Asistirá lucida representación de Alora, cuyos amigos se adhirieron a la idea
inmediatamente de conocerla.
Hasta que se halle de
regreso el Sr. Luna Pérez, pues el Sr. García Berdoy ya se encuentra en
Antequera, no se señalará fecha, a fin de evitar nuevo aplazamiento, aunque el
ocurrido está muy justificado, y hasta es oportuno, porque así, cuando se
celebre, hasta habrá resuelto el Tribunal Supremo el asunto político
favorablemente, según es de justicia.
En total fueron elegidos cuatrocientos nueve diputados al Congreso, y
el partido más votado fue el Liberal Conservador, dirigido entonces por Eduardo
Dato (98) , pero las dos facciones del Partido Liberal dirigidas por García
Prieto (92) y Romanones (43), en conjunto, obtuvieron más votos.
Como novedad, cabe destacar la presentación de una Alianza
de Izquierdas, formada por el Partido Reformista (9 diputados), Federación
Republicana (10 escaños), Partido Socialista Obrero Español (6 escaños), Partit
Republicà Català (4 escaños), Partido Republicano Radical (2 escaños), PURA (un
escaño), Partido Republicano Democrático Federal (un escaño) y republicanos
nacionalistas catalanes independientes (2 escaños), que intentaron presentar
una alternativa al turnismo bajo la dirección de Melquíades Álvarez. Sólo
obtuvo 35 escaños, pero con cierto eco en Cataluña.
Portada del Heraldo de Antequera, veinticinco de febrero de 1918.
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