REPASO A LOS NÚMEROS 26 A 30 DE LA RAZÓN. 1931


Vista aérea de Mollina en la que se puede intuir el tejado de la Casa del Pueblo, derribada hace pocos años por defensores de la memoria histórica. 



El número 26 de La Razón, en su año II, apareció el día 19 de julio de 1931. En él Antonio García Prieto daba cuenta de su estancia en Madrid, tanto en el congreso del Partido Socialista como en el Congreso de los Diputados.

En la página 3 aparecía un escrito de Francisco González contra el poder del clero y la participación de mujeres de socialistas en las labores de la parroquia:

Mollina

Parece mentira que en tiempos como los que corren, se ocupen las damas catequistas de este pueblo en buscar firmas para proteger al clero, o sea para que no nos vayamos a ocupar de que se queden sin cura. Yo digo que si les es muy preciso que lo costeen y que siga; pero a nosotros que no nos hace falta para nada, lo que protestamos es de la paga que les dá el Estado, que debe ser invertida para sostenimiento de una escuela que tan precisa es en este pueblo y utilizar el edificio iglesia en pro de la enseñanza y no en embaucar al pueblo sacándole el dinero para meterlo en el banco, en vez de cumplir las doctrinas de Cristo que son socorrer al necesitado con lo que le sobre del día.

Entre esas señoras también las hay esposas de socialistas. ¡Buena idea societaria tienen esos compañeros que dejan a sus esposas que hagan esa propaganda que como a nosotros debiera infundirles risa!

 Ya estamos hartos de tanta explotación y no nos dejamos engañar por ninguno de los que se empeñan en sostener al clero. Y a nuestro camarada y paisano Antonio García Prieto le recomiendo que si está a su alcance mande tres maestros de escuela que todos caben en la iglesia, y vayan los curas a vivir, no digo fuera del pueblo sino de la nación; y las señoras catequistas si quieren firmas que las hagan ellas y si no, que cada una pague un cura y lo tenga siempre a su lado.

 ¡Abajo el clero! ¡Abajo la tiranía! ¡Viva el Socialismo!

FRANCISCO GONZÁLEZ.

El número 27, del 26 de julio de 1931 no fue dirigido ya por Antonio García Duarte, ya diputado en Cortes, sino por J. Villalba, redactor-jefe, aunque la sede del semanario seguía estando en la sastrería del paisano.

En su página cuatro traía la noticia de la creación de la comarcal de Antequera:

Hacia una Comarcal

Con un entusiasmo grande y con asistencia de unas tres mil personas se celebró ayer mañana en el Salón Rodas la reunión de delegados de los pueblos circunvecinos para crear una Comarcal, que funda en una sola Sociedad a todos los trabajadores.

Asistieron delegados de Mollina, Humilladero, Fuente Piedra, Valle de Abdalajis, Cartaojal, Villanueva de Cauche, Villanueva de la Concepción, Almogía, Sierra de Yeguas, Alameda, Villanueva del Rosario y muchas más—hasta 35—que mandaron su adhesión.

 Presidió Ruiz Zurita, presidente de los Agricultores, e hicieron uso de la palabra varios compañeros de ésta y los delegados de los pueblos, y en último lugar nuestro compañero diputado Prieto.

Todos coincidieron en la necesidad de que empiece a funcionar lo antes posible dicha Comarcal, a cuyo fin después del acto se reunieron nuevamente en la Casa del Pueblo, Botica 8, nombrándose una Comisión que se encargará de redactar el reglamento por que ha de regirse.

 Esperamos que dé frutos óptimos y que dentro de muy poco no existan fronteras para estos pueblos y que todos unidos consigan los beneficios a que tienen derecho. Nos lo hace creer así el entusiasmo que reinó durante el acto y la buena disposición de los delegados y en particular de la directiva de esta Sociedad agrícola, que ha sido la iniciadora del acto.

El número 28, del 2 de agosto de 1931 traía dos noticias relacionadas con Mollina. Una de ellas, la primera noticia de ecos de sociedad del periódico:

Mollina

Actos civiles.

Han sido inscritos en el Registro Civil dos niños con los nombres de Helios y José, respectivamente, hijos de nuestros estimados compañeros José Moreno Matas y José Rodríguez García y sus compañeras Elena Castañeda Carmona y Pura Matas Zamorano.

 Tanto las madres como los pequeñuelos gozan de perfecta salud.

 El acto que con este motivo se ha celebrado ha sido brillantísimo. La Juventud Socialista, para festejar y al mismo tiempo dar la enhorabuena a los padres, celebró una importante manifestación en la que se desbordó el entusiasmo, principalmente de la gente moza, acordándose también abrir una suscripción para hacer un regalo a los afortunados recién nacidos que se han librado del remojón clerical.

 Aprendan a despojarse de los prejuicios religiosos imitando a estos compañeros, todos los que tengan a honra el ser socialistas.

 Juventud Socialista.

 Ha quedado constituida la de esta villa, en asamblea celebrada el día 29 de julio, en la que fueron nombrados para ocupar sus respectivos puestos en la Junta directiva los compañeros siguientes:

 Presidente, Andrés González Páez; Vicepresidente, Juan A. Palomino García; Tesorero, Joaquín Castañeda Luque; Contador, Joaquín Morente Becerra; Bibliotecario, Antonio Díaz Borrego; Vocales: Juan Gómez Páez, Francisco Romero Reyes, Antonio García Ramírez; Secretario, Francisco González Matas.

 ANDRÉS GONZÁLEZ.

El número se cerraba con un ataque al anarcosindicalismo por creer que éste favorecía los intereses de la reacción.

El número 29, del 9 de agosto de 1931 traía en su primera página un artículo sobre Mollina con un título bastante llamativo:

EL HAMBRE EN MOLLINA

Es la primera vez que cojo la pluma para redactar unas cuartillas en este digno periódico; pero la aguda crisis por que atraviesa este pueblo y el hambre que hoy día se enseñorea de todos los humildes hogares proletarios me impulsan a ello para mostrar mi dolor ante esta injusticia cometida por los caciques, que en tiempos de la dictadura no ocurría ni siquiera la milésima parte de lo que hoy pasa en este honrado pueblo.

 He aquí el caso: Con motivo de las bases de trabajo que se están llevando a cabo firmadas por patronos y obreros, dichos, patronos cuando han encerrado toda su cosecha nos han declarado el boicot y nos han acorralado en el pueblo acogiéndose al decreto del 28 de Junio que prohibe atojar obreros; pero una cosa es alojar obreros y otra cosa es plantar todas las faenas agrícolas, condenando así al hambre a todo el pueblo.

 Pues que se entere el cacique que ningún obrero está dispuesto a morir de hambre, porque sería prueba de cobardía que unos obreros que saben que en Mollina se pavonean los más exquisitos alimentos consientan que sus pequeñuelos clamen sin cesar que quieren pan.

Hay que oponerse a esto, compañeros: este pueblo no ha dado todavía ninguna nota y yo lamento tener que darla. Ponga el cacique de su parte por remediar tan doloroso trance, porque sépanlo todos, que los obreros no piden gollerías: sólo quieren pan y trabajo.

JUAN ADALID.

Sorprende ver en un periódico socialista de 1931 cómo al lado de este escrito aparece este otro del capitalista Henry Ford. Decía:

La jornada de trabajo debe ser corta para que el trabajador tenga tiempo de gastar y consumir Dice Henry Ford:

„ Todo el consumo de los ricos no sostendría una sola industria. Nuestra clase compradora es la trabajadora y esta debe disponer de tiempo libre si nuestra inmensa producción ha de equilibrarse con el consumo."

„El pueblo que tenga implantada la semana de cinco días consumirá más mercancías que el que trabaje seis días semanales. Las personas que disponen de más horas libres necesitan más vestidos, alimentos más variados, más facilidades de transporte y, naturalmente, exigen un número considerablemente mayor de servicios diversos.

„Este aumento de consumo requerirá mayor producción que la que ahora tenemos. En lugar de paralizarse los negocios por carecer los obreros de trabajo, se activarán aquéllos, porque la gente dispondrá de más tiempo para comprar y consumirá más en sus horas libres que durante las horas de trabajo. Esto producirá un aumento de trabajo; este aumento dará lugar a mayores utilidades, y estas a salarios más altos. El resultado de aumentar el descanso será completamente opuesto a lo que la mayoría supone."

En la página tres vienen dos escritos relacionados con el pueblo. El primero, de un hecho bastante curioso. Decía:

Mollina

Caso gracioso.

Contestando a un artículo publicado en “EI Popular”, titulado «El salvajismo en Mollina»:

 Me duele que se trate de salvaje a un pueblo como este que habitamos nosotros, cosa que no hay motivo para ello, porque referido al caso que publica dicho periódico es incierto que los mozalbetes de la localidad le tiraran piedras a la salida de la iglesia, a los concurrentes al acto matrimonial que se celebró el 23 del pasado.

Lo ocurrido fué que como el padrino que figuraba en el acto era forastero y le apodaban «El Rey» pues enterados los pequeñuelos vociferaban ¡muera el Rey! ¡que se marche! y uno de los acompañantes le dió un cogotazo a un pequeñuelo y de ahí resultó la trastienda; pero fué cosa de niños como ya está probado en el juicio de faltas celebrado el día 26, y no es para publicar que somos salvajes cuando no tiene el articulista motivos para ello.

 Desde las elecciones del 28 de junio, que borraron de las candidaturas a nuestro paisano y compañero Antonio García Prieto "os vienen desafiando todos los republicanos de este pueblo que serán próximamente cuarenta, a todos los socialistas que somos mil y tantos, y nosotros no queriendo dar ninguna nota discordante nos hemos sufrido y nunca les hemos hecho cara, pero ya que dice que nosotros buscamos el desorden le digo que nosotros estamos dentro del orden más que es menester, porque cobardes no somos sino que nos pasamos de prudentes cuando admitimos a el articulista y a otros en el Ayuntamiento, que no se merecen estar, porque las autoridades en los pueblos son para imponer el orden y no para alterarlo como en días anteriores, embriagados como siempre en la Puerta del casino, con las armas de fuego en la mano para que los viera todo el pueblo, porque dicho casino está situado en la Plaza.

Si eso le pertenece a los llamados a poner orden, pues muy bien, pero si no, ¿por qué nos tilda a nosotros de salvajes cuando no hay motivo para ello? Hasta aquí me he resistido y he sobrellevado todo lo que llevan hecho, pero queriéndonos cambiar el nombre ya no me callo, porque me han tocado el amor propio a mí y a todo el pueblo y eso es intolerable.

 Ha llegado la hora de esclarecer los hechos y ponernos frente a frente, pero con la verdad y la justicia. Nosotros hablamos la verdad como socialistas que somos, dispuestos a todo, pero ustedes nunca vais dentro del orden y nunca pueden decir verdad, porque siempre estáis embriagados y el hombre embriagado nunca puede ir por su sitio, siempre faltando y hablando injusticias.

 Y por hoy basta, republicanitos. —UN SOCIALISTA.

El escrito al que se refiere es una carta dirigida a El Popular, diario republicano de Málaga, que hemos podido ver incompleta, de ahí que no sepamos su remitente.

Por último, también en la página tres aparece la relación de ingresos para la construcción de la Casa del Pueblo:

 Casa del Pueblo.

Donativos hechos por compañeros y simpatizantes, para la construcción de la Casa del Pueblo:

 Don Antonio Moreno, 500 pesetas; Empresario de Cine Gamito, 180.70; Los cabreros, 250; Juan Ruiz Nieblas, 25; Antonio García Palomino, 20; Juan Chicano Castillo, 20; Francisco Sevillano Reyes, 20; Antonio Ramos Romero, 15; Miguel López Gallegos, 20; Juan Rodríguez Gallego, 12; Juan Rodríguez Alvarez, 10; Antonio Estudillo, 10; Francisco González Matas, 10; Andrés Pozo Vallejo, 10; José Pozo Reyes, 10; Miguel Tortosa Alarcón,- 7; José Rojas Palomino, 5; Francisco Pozo Palomino, 5; Antonio Rubio Gallego, 5; Antonio Lozano Ruiz, 5; Rafael Lozano Colorado, 5; Manuel García, 5; Juan Díaz Rojas, 2.

Vean, vean los aduladores de los caciques, esos que siguen comiendo a costa del pueblo y que rebajan a la Sociedad «El Progreso» porque sólo la componen los trabajadores, los desheredados de la fortuna, cómo hay personas que contribuyen con su óbolo a la realización de los altos fines que la inspiran. Sean menos parciales y midan bien lo que dicen, que algún día se alegrarán de ser hijos del pueblo de Mollina.—JOSÉ CARMONA.

El número 30 apareció el día 16 de agosto de 1931, coincidiendo justo con la feria de Mollina. Así en su página 3 aparecía esto:

Mollina

La gran farsa

. Cuando estas líneas aparezcan en nuestro querido semanario LA RAZÓN, en el pueblo de Mollina se estará celebrando la fiesta tradicional: el día de la Virgen de la Oliva.

Todo será entusiasmo, alegría, expansión. Las mejores galas que cuidadosamente permanecen conservadas en el fondo del armario se exhibirán en este día donde todo nos convida a divertirnos, a cantar a la vida, a vivir un día lleno de emoción, de paz y de franca camaradería.

La gente moza aguarda con impaciencia este día fausto; la satisfacción se refleja en todos los semblantes; todos ríen, todos cantan; se sienten felices... Pero ¡ah, la hipócrita felicidad! ¿Por qué se oculta con una farsa ridícula, con una farsa hipócrita, pretendiendo cubrir con un manto vistoso y brillante, el dolor que hay a nuestro lado, y aún dentro de nosotros mismos?

 Es inminente este contraste:

Comparemos la calle,—escenario donde se representa esta mentira—la plaza, donde todo es fingimiento absurdo, que deslumbra por el atavío, por las sedas, por los vistosos mantones de Manila, por las joyas, por los zapatos finos, por los trajes de lana... Comparemos este cuadro de alegría, de vida, con el dolor inmenso que hay en los hogares de los mismos que se agitan, confundidos entre la gran masa que llena la calle. Recordemos que en las míseras viviendas, en las bohardillas, en el tugurio negro, maloliente, falto de luz y de vida, está el dolor y la desesperación, con sus fauces abiertas, enseñoreándose por doquier.

Recordemos las escenas que en esos sitios se desarrollan y quizá sintamos un poco de remordimiento, de sonrojo, que nos hará ver aunque de manera muy distinta, la gran mentira, la gran farsa que se representa en la calle. Niños famélicos que piden pan y que a sus descoloridos labios se llevan las manos y se retuercen entre lastimeros ayes y dolorosos gemidos; madres que lloran sobre el niño que tienen en su regazo lágrimas de fuego que abrasan sus ojos mezclándose con los besos que le prodiga, para así mitigar el dolor del pequeñuelo que pide pan.

 Entretanto, y mientras el dolor y la miseria hacen presa en los parias del régimen capitalista en toda su asombrosa realidad, la calle en todo su esplendor, reirá, mezclándose el ruido bullicioso y alegre, presagio de una felicidad que podía existir, con los ayes y exclamaciones de dolor que salen de los negros tabucos donde habita el proletariado, el esclavo perpétuo del señor, del amo, del tirano, del déspota, que habiéndose aprovechado del sueño en que ha estado sumido durante siglos, lo ha explotado y ha acaparado en informe montón toda la riqueza producto de su sudor, de su trabajo, de su laboriosidad Sin embargo, punto final ha de tener todo cuanto censuramos. Un tenue rayo de luz ha iluminado el cerebro obscuro del obrero, y le ha hecho ver esta terrible farsa, en toda su asombrosa realidad.

ANDRÉS GONZÁLEZ, Presidente de la Juventud Socialista.

De lo ocurrido en la feria ya nos darán noticia en los números siguientes, ya aparecidos en estas publicaciones.




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