CRISIS DE SUBSISTENCIAS. 1915
Mientras Europa se hallaba inmersa en la
Primera Guerra Mundial –la Gran Guerra-
Mollina y toda España sufrían una nueva crisis de subsistencias. La causa de esta crisis fue el incremento de
la presión inflacionista como consecuencia de la fuerte demanda exterior, la
desaparición de la oferta extranjera y las exportaciones sin control alguno.
Las producciones de trigo desaparecían para entrar en el mercado negro y
disparar así los precios. De la neutralidad que preconizaba España se
beneficiaban sólo unos pocos.
Esta crisis no fue solamente española. En
México, por ejemplo, para las clases populares urbanas, 1915 fue el año del
hambre.
Son varias las veces en que aparece
Mollina con motivo de esta crisis en la prensa. La antequerana más
concretamente. La primera es en el Heraldo de Antequera del veintiocho de marzo
de 1915 –Domingo de Ramos- cuando da cuenta de la reunión del ayuntamiento
pleno de esa ciudad. Dice:
El Sr. Palomo –concejal-,
dice que el problema de las subsistencias en Antequera es una cuestión honda e
importante, que bien merece la pena de preocuparse seriamente de él. Desde
luego estima que por las relaciones juradas que se han presentado es imposible
conocer exactamente la cantidad de trigo que hay en la población, y tiene el
convencimiento que no son suficientes las existencias para abastecer las
necesidades de Antequera hasta la recolección. Pregunta si hay medio de velar
por que esas existencias no se exporten. Estima que hay que proceder
radicalmente, evitando en lo posible lesionar intereses. Afirma que se exporta
mucho pan a Sierra Yeguas, Mollina y Alameda, y aunque resulte inhumano
prohibir esa exportación, evitándolo podrían mantenerse las existencias de
trigo. Afirma que con respecto a las harinas faculta la ley de subsistencias
para su incautación, y llevando esta a efecto podrían luego facilitarse a pequeños
industriales.
En la misma página pone los precios del
pan vendido por el Ayuntamiento:
La venta de pan
El Excmo. Ayuntamiento venderá desde mañana lunes en la Plaza de
Abastos y en el local de la Cruz Roja; pan de 1.a clase a 0,43 y de 2.a a 0,40
el kilo.
En las tahonas se expenderá desde mañana pan de 2.a a 0,40 el kilo, y
tanto en ellas como en los puntos de reventa el de 1.a a 0,45 el kilo.
Denúnciese a la Alcaldía cualquier falta de peso.
El problema de la salida de pan para
Mollina, Alameda y Sierra Yeguas aparece también en Patria Chica, revista
antequerana, del 31 de marzo de 1915 –Miércoles Santo-.
El veintitrés de mayo de 1915 el Heraldo
de Antequera, conservador, nos dice:
Por otra parte, se ha
prohibido la exportación de harinas y pan a otros términos, aún realizándose en
compensación de trigos procedentes de otros pueblos. Podía haber en ello alguna
pérdida de existencia para Antequera, no obstante llevarse cuenta a cada
fabricante, y se ha querido evitar. La única partida de trigo existente aquí
perteneciente a otro término, es una de trescientas y pico de fanegas, traída
por el Alcalde de Mollina para la molienda y retirada de la harina.
El alcalde al que se refiere es Antonio
Vergara Pérez, conservador. La actuación de este señor en la crisis de
subsistencias de 1915 nos la explica el Heraldo de Antequera del día treinta de
mayo de ese año, año VI, número 279, página 2, insertando una carta anónima de
un republicano de las Cuatro Casas –así firma-. Se inserta aquí con el reparo
lógico ante todo lo que se publica de forma anónima:
(DESDE
MOLLINA)
Las subsistencias
Sr. Director de HERALDO:
Muy Sr. mío y amigo: La
situación de este pueblo vá siendo muy crítica a causa de la escasez del trigo
y lo sería mucho más, sino (sic) tuviese Mollina el Alcalde que por fortuna, tiene en
estas circunstancias, y asi hay que reconocerlo y proclamarlo hasta por los
mismos adversarios políticos, entre los cuales me encuentro yo, republicano de
toda mi vida. Salvo algunas excepciones, honrosísimas por cierto, varios
señores de aquí que tenian trigo lo han vendido en estos últimos meses
aprovechando los buenos precios para fuera del término municipal, importándole
un comino que el pueblo no tuviera algunos días pan. Ha habido ricachete que
cuando vendía trigo, encargaba a los corredores que dijeran que era cebada lo
que transportaban las caballerías. No vendrá, pero si sobreviniera el conflicto
del hambre, como el pueblo sabe quienes son esos, claro es que acudiría a sus
casas a pedirles el pan que ellos han sacado de aquí en trigo. Y gracias que al
convencerse el Alcalde de que había muy poco trigo, lo ha recogido y para
evitar molestias a los dueños, teniendo en cuenta la justificada vigilancia que
se lleva a cabo en Antequera para evitar la salida de trigos, harinas y pan, se
ha hecho cargo de entenderse con las autoridades de esa población y fabricantes
de harinas a fin de conseguir, que ahí se muelan los trigos estos, sin
perjuicio para ese vecindario, ni para los mollinatos; así como ha tomado a su
cargo también, la ordenada distribución de harinas.
Es claro, que todo ello
supone sacrificio de tiempo y de dinero, para el citado Alcalde D. Antonio
Vergara, a quien secundan otros varios señores de este vecindario, y el
corredor Antonio Fernández, que por cierto está prestando buenos servicios;
pero Mollina lo agradece; los mollinatos, sin distinción de clases, pregonan la
honradez, generosidad y buenas iniciativas de este Alcalde, a despecho de algún
que otro encubierto bandido, que siendo sus instintos criminales, no pueden
admitir que haya hombres que amen a su tierra, sin egoísmos, sin estímulos de
medro, y que la administren desinteresada y honradamente.
Hasta otra, señor Director,
que será pronto; se reitera a sus órdenes affmo. s, s. q. s. m. b. UNO DE LAS
Cuatro Casas.
A continuación, el periódico da su opinión
sobre la actuación del alcalde Sr. Vergara:
La anterior carta fué
recibida en esta redacción hace dias, y la falta de espacio impidió publicarla
en el anterior número. Felicitamos al Alcalde de Mollina por sus gestiones en
favor de aquél vecindario, las cuales son continuación de las que en otro orden
de cosas, viene realizando en pró del pueblo, desde que ocupa la Alcaldía. Ese
camino que él sigue, es el que deben cruzar los hombres honrados y amantes de
sus conciudadanos, al ocupar la Alcaldía. ¿Que hay algunos egoístas que lejos
de ayudarle en estas circunstancias, ván exclusivamente a sus conveniencias,
importándole un bledo el prójimo....? ¿Qué hacer? Así es la vida. Por ello hay
hombres buenos y malos, dignos e indignos, patriotas-y renegados. ¿No hay quien
escupe y mata a su madre, qué extraño es que haya quien se le hable de la
Patria, del bien general, del interés supremo del vecindario, y haga una mueca!
No importa, adelante, que la senda de la Honradez y la Verdad es la que lleva
al hombre al éxito y al triunfo, dejándose atrás a los egoístas ruines y
miserables para que se hagan añicos entre sí, y a los calumniadores para que se
revuelquen en el cieno de sus fantasías de hienas.
La imagen corresponde a una fotografía de
Alfonso de ese tiempo.
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