NOVENA A LA VIRGEN DE LA OLIVA. CIRCA 1960

 

El Concilio Vaticano II –uno de los eventos históricos que marcaron el siglo XX- fue un concilio ecuménico de la Iglesia Católica convocado por el papa Juan XXIII, quien lo anunció el 25 de enero de 1959.

El Concilio constó de cuatro sesiones: la primera de ellas fue presidida por el mismo papa en el otoño de 1962 (11 de octubre). Él no pudo concluir este Concilio, ya que falleció un año después (el 3 de junio de 1963). Las otras tres etapas fueron convocadas y presididas por su sucesor, el papa Pablo VI, hasta su clausura el 8 de diciembre de 1965.

Comparativamente, fue el Concilio que contó con mayor y más diversa representación de lenguas y etnias, con una media de asistencia de unos dos mil padres conciliares procedentes de todas las partes del mundo. Asistieron, además, miembros de otras confesiones religiosas cristianas. –Qué buena es la Wikipedia-

En esa época de cambios en la Iglesia se imprime en los talleres de Gráficas San Rafael, en la calle de la Santísima Trinidad, 4, de Antequera, la segunda novena a la Virgen de la Oliva de la que tenemos constancia. La impresión constaba de ocho páginas de 15 x 10 cm. aproximadamente. El contenido tiene toda la apariencia de ser un collage.

A continuación, transcribimos el ejemplar que se nos ha proporcionado y luego haremos unas cuantas precisiones para contextualizarlo mejor.

Ésta es la transcripción:

 

Página 1. Bajo un anagrama bastante barroco de María…

 

 

Novena

EN HONOR DE

Nuestra Señora. (sic) la Stma.

Virgen de la Oliva

PATRONA DE MOLLINA

 

GRAFICAS SAN RAFAEL.- ANTEQUERA.

 

Página 2

 

A NUESTRA SEÑORA DE LA OLIVA

     La Virgen de la Oliva,

                         Nuestra abogada,

que en penas y trabajos

graciosa ampara.   Bis

 

     Viva María,

Nuestro Consuelo,

que a sus amantes hijos

los lleva al Cielo.   Bis

 

 

     La Virgen de la Oliva,

                                    Nuestra Patrona,

tiene un niño en los brazos

 que nos perdona.

 

 

     La Virgen de la Oliva,

Nuestra abogada

que en penas y trabajos

graciosa ampara.

 

 

Página 3

 

 

HIMNO A LA VIRGEN DE LA OLIVA

 

     ¡Oh Virgen de la Oliva,

Madre amorosa,

por mirarse en tus ojos

 brilla la aurora!

 

 

     Tu pureza es sin mancha,

 Blanca Paloma,

tu mirada divina,

luz de la Gloria.      Bis

 

 

 

     En las nieves divinas

 de tus mejillas,

¡Oh Virgen de la Oliva,

 Madre de amores

 son tus ojos de cielo

 cual campanillas

 en un canto risueño

 lleno de flores.

 

 

 

     Azucenas del Cielo,

 Flor de las Flores,

 hacia Tí van sedientos

 los corazones;

vuelve Madre amorosa

 tus ojos bellos

que son, Virgen hermosa,

de Dios, destellos.       Bis

 

 

Página 4

 

LECTOR.—En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

TODOS.—Amén.

PRECES Y OFRECIMIENTO

L.- Con el saludo del Angel nos acercamos a Ti Virgen Santísima de la Oliva.

T.- Dios te salve María. Llena de Gracia El Señor es contigo.

L.- Inflama nuestros corazones para que proclamemos tus glorias.

T.-Bendita Tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre.

L.- Somos tus hijos amantísimos. Ante tu altar presentamos nuestra oración humilde y confiada.

T.- Ruega por nosotros pecadores.

L.—Esa preciosa y Santa Imagen tuya aparece entre nosotros Nuestra Madre y Reina. Venimos a Tí para hacernos dignos de tu protección amorosa, y aprender las admirables lecciones de tu vida ejemplar. Nos ofrecemos y consagramos a Tí.

 

 

Página 5

 

 

 

 

T.- Ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

 

INVITATORIO (de pie)

 

L.- Alegrémonos todos festejando la gloria de Nuestra Señora la Virgen María.

T.- Alegrémonos todos. etc. (repiten lo mismo.)

 L. Porque fuiste elegida y bendita entre todas las mujeres; porque fuiste concebida sin pecado.

 T.—Alegrémonos todos festejando... etc.

L.- Porque aceptaste la voluntad divina en la gozosa luz de la Encarnación. (sic) y el Señor hizo en Tí maravillas.

 T.—Te llamarán bienaventurada todas las generaciones.

L.—Porque nos distes (sic) al Verbo de Dios hecho hombre; y al ser Madre de Cristo te hicistes (sic) Madre nuestra.

T.---Alegrémonos todos festejando la gloria de Nuestra Señora la Virgen María.

L.—Porque sufristes (sic) el dolor de ser madre de pecadores, porque intercedes por nosotros ante tu Hijo.

 

 

Página 6

 

 

T. Te llamarán bienaventurada todas las generaciones.

L.- Por el gozo del nacimiento virginal de Jesús y el dolor de tu alma junto a la Cruz.

T.- Alegrémonos todos festejando... etc.

L.- Porque  merecistes (sic) triunfar sobre el tiempo en el día de tu Asunción dichosa, porque eres Reina celestial.

T.- Te llamarán bienaventurada todas las generaciones.

L.- Alegrémonos todos.

T.- Festejando la gloria de Nuestra Señora la Virgen María.- (Se sientan).

 L.—(Lee algún trozo de la Sagrada Escritura cada día).

 

INVOCACIONES

 

L.—Yo te saludo ioh María! (Repiten todos) por la omnipotencia del Señor, Dios Padre. (Repiten).

Que supo elevarte sobre toda criatura. (Repiten).

 Ave María y canto.

2.ª.- Yo te saludo, i oh María! (Repiten to-

 

 

Página 7

 

Dos) por la sabiduría del Señor, Dios Hijo (repiten) que supo elevarte sobre toda criatura. (Repiten) Ave María y canto.

3ª Yo te saludo ¡oh María! Por el amor del Señor, Dios Espíritu Santo. (Repiten). (sic) que supo elevarte sobre toda criatura (Repiten). Ave María y canto.

L.- Ahora pidamos a la Stma. Virgen de la Oliva la gracia que deseemos alcanzar por su mediación… (de rodillas).

L.- Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.

T.- Para que nos hagamos dignos de las promesas de Cristo.

L.- Oración final para todos los días.

                Madre dulcísima e Inmaculada Reina, Virgen de la Oliva adornada de todas las gracias y virtudes puesta en medio de nosotros para ser Patrona y protectora de estos hijos que te aman con todo su corazón, te bendicen y te alaban con toda devoción y ternura: Aquí nos presentamos llenos de confianza en tu maternal amparo.

                Esperamos que nos concedas las gracias que, sabes bien, necesitamos para servir a Dios con fidelidad y vivir como buenos cristianos, particularmente las que suplicamos en esta No-

 

 

Página 8

 

vena; el perdón de nuestros pecados y la perseverancia final.

No deseches las intenciones por las cuales te pedimos; para los justos la constancia en el bien; para los pecadores el perdón; para las almas del Purgatorio el descanso eterno, para los enfermos la salud; para los tristes el consuelo, para estos fieles que siempre han experimentado tu tierno amor, misericordia y protección.

Ruega por todos nosotros. Por los que estamos aquí; por los que no pueden venir; por los hermanos emigrantes que, ausentes, te profesan una filial devoción; por los que se han apartado de tu amor maternal; por los que te aman de verdad y, aun, por los que te olvidan sin comprender tu bondad. Por todos nosotros. porque todos somos hijos de tu corazón.

 Ruega por los niños, por la juventud, por los mayores, por los pobres y enfermos, por los padres de familia, por las autoridades, por las vocaciones religiosas y sacerdotales, por la iglesia y la paz del mundo.

Atiende favorablemente nuestras peticiones; dadnos a todos una vida santa, una buena muerte y la eterna gloria.

Todos.- Amén.

 

 









 









Pasemos ahora, como prometimos, a contextualizar este texto.


Por la época en que apareció, estaba aquí de párroco don Juan Narváez Gómez. Nacido en El Burgo el 21 de julio de 1928, fue ordenado sacerdote el 19 de mayo de 1951. Pasó por las parroquias de Iznate, Cajiz, Macharaviaya, Benamocarra, Zafarraya y Alozaina antes de ser destinado a la de Nuestra Señora de la Oliva de Mollina en 1960, según datos parroquiales. Aquí estuvo hasta 1968 en que fue destinado a la parroquia de San Andrés de Coín. Falleció en Málaga el jueves 5 de junio de 1969, festividad del Corpus Christi, sin haber cumplido aún los cuarenta y un años, víctima de un cáncer. Lo más probable es que la persona que recopiló los textos editados en este cuaderno, los adaptó y actualizó fue don Juan Narváez.

Aquí ponemos la recordatoria editada por la familia.

 






 

Analicemos ahora el texto. En la página uno aparece el título y el pie de imprenta. Sin fechar. Son los recuerdos personales los que nos indican que esa novena sería publicada circa de los años 60 del siglo XX.

Si hay algo que llame la atención en una primera lectura de los textos es la apariencia de collage. Como esas obras artísticas creadas a partir de recortes de otras obras o de prensa o revistas. También podríamos hablar de popurrí. Y este popurrí ya lo encontramos en la página dos.

 

Es lógico que el nombre de Juan Francisco Muñoz y Pabón –Hinojos, 1866 – Sevilla, 1920 – sea el que primero se nos viene a la mente al pensar en seguidillas dedicadas a la Virgen. Las diecinueve que compuso para la coronación canónica de la Virgen del Rocío no se han dejado de cantar en estos últimos cien años.

 

Como es sabido, una seguidilla –en su acepción como estrofa poética- es una estrofa de arte menor formada por cuatro versos: los impares heptasílabos y libres, y los pares pentasílabos con rima asonante. Es de origen oral y tradicional, y fue adoptada desde el siglo XVII también por la poesía culta. Muchas composiciones en honor de María –sobre todo en ámbitos populares- están escritas usando esta métrica.

 

Una composición en forma de seguidillas bajo el epígrafe de A NUESTRA SEÑORA DE LA OLIVA aparece en la página 2. Esta composición se ha venido cantando en las novenas, hasta nuestros días, pensando que era un himno a nuestra Patrona, pero no es así. Si lo comparamos con el Himno a la Virgen del Carmen publicado por los Padres Carmelitas Descalzos de Medina vemos que el verso primero Es la Virgen del Carmen ha sido cambiado por La Virgen de la Oliva. La supresión de Es es bastante lógica. Si se mantiene, el heptasílabo primero de la seguidilla se convertiría en octosílabo atentando contra la estructura de la estrofa. Los otros tres versos –Nuestra abogada, / que en penas y trabajos / graciosa ampara- se conservan iguales.

En el estribillo se han hecho algunos cambios más, aunque para mantener la musicalidad del himno original, la rima consonante Carmelo-Cielo se ha conservado como Consuelo-Cielo. Así Viva María, viva el Carmelo, viva el Escapulario prenda del cielo, en Mollina se adaptó como Viva María, Nuestro Consuelo, que a sus amantes hijos los lleva al cielo. Esta modificación no impide que pueda ser cantado como el original.

La segunda seguidilla de esta composición sí tiene visos de ser mollinata, aunque de autoría desconocida. La que dice La Virgen de la Oliva, / Nuestra Patrona, / tiene un niño (sic) en los brazos / que nos perdona, ya había aparecido en los años de la posguerra en una estampa que reproducía una fotografía de la primitiva imagen de la Virgen de la Oliva.

Ésta es la página de los Carmelitas descalzos de Medina a la que hacemos referencia. Seguramente es posterior a 1891, ya que en esa fecha volvieron los Carmelitas al convento de Medina del Campo tras la exclaustración.

 


 

La forma oral de transmisión de textos hace que pueda haber algunas modificaciones sobre el original. En este mismo himno a la Virgen del Carmen –más completo- impreso por los Carmelitas calzados de El Henar, en Cuéllar, en 1939, hacen cambiar en penas y en trabajos por en penas y en peligros, sin que eso afecte para nada ni en la estructura ni en la melodía, al ser versos sueltos.

 

 




 


Y, para comparar, ponemos el enlace del archivo de la Universidad de Jaén donde se puede oír cantado este himno. Comprobaremos que la música es la misma con la que se canta en Mollina.

https://corpusdeliteraturaoral.ujaen.es/archivo/2066c-es-la-virgen-del-carmen

Si lo que queremos es oír una versión más actual, podemos enlazar aquí y oiremos este himno con arreglos del carmelita mexicano César López García.

https://padreeduardosanzdemiguel.blogspot.com/2018/07/viva-maria-viva-el-carmelo.html

 

Esa idea de collage de la que hablábamos más arriba sigue haciéndose patente en la página 3. Bajo el epígrafe HIMNO A LA VIRGEN DE LA OLIVA aparecen unas cuantas seguidillas.

No aparece el autor, aunque la partitura original está compuesta por el padre don Manuel Gámez.

Manuel Gámez López había nacido en Fuengirola en 1927 y fue ordenado sacerdote en 1950. Casi coetáneo de don Juan Narváez tuvieron que compartir años de seminario. Antes de ser ordenado ya fue director de la Schola Cantorum del seminario de San Sebastián y Santo Tomás de Málaga, cargo que ocupó hasta 1968. Al año siguiente fundó la coral Santa María de la Victoria. Canónigo y director del Museo Diocesano de Arte Sacro, revitalizó la vida musical religiosa en Málaga.

En los primeros años sesenta, coincidiendo con el Concilio y con el abandono del latín en las celebraciones litúrgicas –cuando en el seminario se amontonaban inservibles cientos de Liber Usualis Missae et officii, más conocido como Liber Usualis, donde se recopilaban los cantos de la Iglesia durante el año- el padre Gámez tenía que ir componiendo los cantos en castellano para las distintas celebraciones de una semana para otra. Muy posiblemente este Himno sea de esa época o de muy poco antes.

Eso sí, el padre Gámez no hizo un himno a la Virgen de la Oliva. Esto no es contradictorio con lo dicho anteriormente sobre quién compuso la partitura. Aclaremos. Lo que aparece en la partitura del himno –estamos tras la pista y en cuanto lo tengamos se publicará- no es ¡Oh Virgen de la Oliva, / Madre amorosa, / por mirarse en tus ojos brilla la aurora!/ etc. sino ¡Oh Virgen Sacrosanta, / Madre amorosa,/ etc. con lo cual el padre Gámez compuso un himno comodín que con pocos arreglos –con la interjección Oh o sin ella para respetar el heptasílabo- podía servir lo mismo para la Virgen de la Oliva, como para la del Rosario, la de las Virtudes, los Llanos, los Remedios, los Reyes, la de Araceli, las Angustias…

Esta es la fotografía del padre Gámez poco antes de morir en 2019.

 


 

 

No debe tener Mollina resquemor alguno por estos dos himnos importados. Por poner un solo ejemplo cercano, Fuente Piedra, comprobamos en  https://patronasdemalaga.jimdofree.com/comarca-de-antequera/fuente-de-piedra/ cómo aparece el siguiente himno: Es la Virgen de las Virtudes / hermoso faro del mar. /  Es la que adora mi alma / desde que yo supe amar. / Ella en mi niñez mis pasos guió (sic), /  por eso desde niña, / siempre la quise yo. Y se repiten los tres últimos versos. Dejando aparte la herejía contenida en el tercer verso, comparemos con esta otra que aparece, entre otros sitios, en el boletín de mayo de 2020 de la parroquia María Auxiliadora de Orense en su página 2

https://salesianosourense.com/wp-content/uploads/2020/06/24mayo__2020.pdf

y dice así: Es María Auxiliadora dulce faro de la Mar es el amor de mi alma desde que yo supe amar, ella en mi niñez mis pasos guió (sic) por eso desde niño siempre la quise yo. Con igual repetición al final que en Fuente Piedra. Es obvio que el himno de la Patrona fontepedreña no es propio, sino una adaptación de un cántico salesiano a María Auxiliadora.

                Para aquellos que estén interesados en cómo se repiten los distintos himnos locales tomados como propios por los distintos habitantes, pueden consultar en https://www.bailendiario.com/el-himno-de-nuestra-senora-de-zocueca-un-canto-autoctono-bailenense-con-influencias-nacionales/ el sesudo estudio de Francisco A. Linares Lucena sobre el himno a la Virgen de Zocueca, patrona de Bailén, y otros diecisiete himnos de distintos patronos y patronas con bastante similitud. Precisamente uno de esos diecisiete es el de la Virgen de la Oliva, patrona de Valdilecha.

 

                Pasemos ahora a repasar el cuerpo de la novena en sentido estricto. La estructura es la siguiente: Preces y ofrecimiento, invitatorio, con lecturas de la Sagrada Escritura, invocaciones y la oración final.

                Es bastante posible que los textos de las páginas 4 a 8 estén tomados de novenas editadas anteriormente sin que estuvieran dedicadas a la Virgen de la Oliva. Don Juan Narváez intervendría en la modernización del lenguaje y del ritual. Si en la novena de Muñoz Herrera de 1878 el lenguaje era ampuloso y a María se le trataba de vos, en la de Juan Narváez a María se le trata dey, además, con un lenguaje accesible a la gran mayoría del pueblo. Por los años en que este cura estuvo destinado en la parroquia, se tuvo que hacer cargo de la adaptación del altar mayor para que estuviera acorde con la normativa conciliar. La simpatía y cercanía que le caracterizaba, y de la que aún quedan recuerdos en la gente mayor del pueblo, puede verse reflejada en la adaptación de los textos. La inclusión en la novena de lecturas bíblicas es una muestra más del esfuerzo modernizador de la Iglesia en los años sesenta en la que la labor pastoral del cura Narváez estaba inmerso.

                Analicemos por partes esta novena. La primera es la relativa a PRECES Y OFRECIMIENTO. Esta parte es muy similar a la parte introductoria de los cultos a María durante el mes de mayo promovidos por el seminario menor de Toledo. Lo podemos ver en https://www.seminariomenortoledo.es/wp-content/uploads/2020/04/Mes-de-Mayo.pdf y también en la página de las siervas de María https://www.yumpu.com/es/document/read/11905288/novena-a-nuestra-senora-de-la-salud-siervas-de-maria

con un comienzo de la novena a la Virgen de la Salud editado por esta congregación religiosa.

Parece ser tomado de una novena preexistente.

Tras el INVITATORIO, las INVOCACIONES.

Estas invocaciones están tomadas de la novena de Muñoz Herrera de 1878. En esa edición aparecen como JACULATORIA PARA TODOS LOS DÍAS en la página 6 de la edición consultada. La diferencia está en que en la edición del siglo XIX a la Virgen se le trata de vos y en la de los sesenta se le tutea. También se añade un canto al final de cada Ave María.

En la ORACIÓN FINAL es donde –al parecer- se nota también la mano modernizadora de don Juan. Es cierto que, si leemos los primeros ruegos de la novena a la Virgen de la Salud, ya citada más arriba, los vamos a ver reproducidos en esta oración final. Pero también es cierto que la oración de esta novena recoge el drama de la emigración que estaba sufriendo Mollina en esos años.

En resumen, esta novena de tiempos de don Juan Narváez, a pesar de estar hecha –según todos los indicios- de trozos de otras anteriores, usa un lenguaje mucho más comprensible que la de 1878. La modernización que supone la inclusión de textos bíblicos en una novena mariana también es de destacar. Los que recordamos a don Juan diciendo a los padres que no dijeran a los niños que el Señor castigaba, no tenemos más que recordar con simpatía su memoria, tras años de estar siendo amenazados con las llamas eternas del infierno por las señoras que vivían justo enfrente del cura.



Agradecemos a María Dolores López Velasco las facilidades dadas para la transcripción de esta novena, tomada de su colección privada.

 

Mollina, 28 de mayo de 2021.

 

































 

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