REUNIÓN DEL SINDICATO VERTICAL. 1957

 

Mientras Mollina estaba en los comienzos de una etapa de pérdida brutal de población, emigrando a las regiones favorecidas por el régimen franquista –Cataluña, País Vasco y Madrid-,  el diario Pueblo, de Madrid, en su publicación del martes 19 de marzo de 1957 traía esta información sobre reuniones del sindicato vertical, único permitido en la dictadura:

 

MALAGA

Las Asambleas plenarias de las Hermandades de Labradores y Ganaderos persiguen el incremento de la producción

 DURANTE todo el mes de febrero y lo que va de marzo las jerarquías sindicales malagueñas, animadas de un gran espíritu de trabajo, han presidido las Asambleas (bajo, han presidido las Asam-) plenarias de las Hermandades de Labradores y Ganaderos de la provincia, trasladándose a los pueblos de la región y estableciendo un contacto directo con los agricultores, que respondieron de modo unánime a esta llamada sindical, que ha de reportar interesantes beneficios a los pueblos, especialmente en su aspecto económico.

 Las Asambleas, dado el número de asistentes, se han celebrado en los locales más amplios de los puntos visitados. Hasta la fecha se han llevado a cabo en Sierra de Yeguas, Campillos, Teba, Mollina, Estepona, Marbella, Humilladero, Casabermeja, Peñarrubia, Gaucín y Alameda, abarcando en total el plan de visitas más de sesenta localidades.

 Estas Asambleas fueron abiertas por el vicesecretario provincial de Ordenación social, quien explicó el objeto de las mismas, centrado en dos puntos principales: Primero, dar a conocer a los agricultores las mejoras de salarios dispuestas por el Ministerio de Trabajo, y después, resolver cuantas dudas pudieran surgir en su aplicación a las diferentes faenas agrícolas.

 El letrado asesor que acompañaba en estas visitas a las jerarquías sindicales resolvió cuantas consultas le fueron formuladas sobre jornales en la recogida de aceituna, labores de escarda, descanso dominical y otros aspectos laborales.

 Otro de los objetivos de estas Asambleas ha sido estudiar las posibles fórmulas para aumentar la producción en las zonas visitadas, mejorando así el nivel de vida de los trabajadores agrícolas. A este propósito se ha pedido a los propietarios que contraten preferentemente personal masculino siembre que hubiese hombres en paro, y que utilizaran en la mayor medida posible personal fijo en las labores del campo, haciendo de este modo desaparecer la sombra del paro estacionario.

  A fin de incrementar la producción se ha señalado también en estas Asambleas la conveniencia de crear pequeñas granjas avícolas, sistema que resolvería el problema de muchas familias.

 Igualmente en las localidades olivareras se ha sugerido la creación de Cooperativas.

 Aunque es aún prematuro para recoger los frutos de estas Asambleas, cuyo ciclo de celebración está en marcha, hay que hacer notar que en este periodo de tiempo transcurrido entre la celebración de la primera Asamblea plenaria y el día de hoy se han constituido ya dos Cooperativas olivareras en Periana y Jimera de Líbar, sin olvidar la creación de la colla del puerto de Estepona, y en este mismo pueblo la confección de un censo para que todas las peticiones de mano de obra para trabajos agrícolas se efectúen a través de la Hermandad de Labradores y Ganaderos.

 He aquí en líneas generales la política de la Delegación Provincial de Sindicatos de Málaga a través de estas Asambleas de Hermandades, cuyo fin es incrementar la producción en la capital y en las restantes zonas agrícolas, recomendando e impulsando por todos los medios, según las posibilidades de cada pueblo, Cooperativas olivareras, artesanas, creación de granjas avícolas, repoblación de frutales y viñedos, medios éstos para contribuir a la total revalorización de la provincia en su espléndido horizonte agrícola.

 

El texto iba firmado por Guillermo Jiménez Smerdou, que pertenece a una familia acomodada de Málaga, ciudad en la que nació en 1927.  Sobrino de Porfirio Smerdou, cónsul honorario de México, al que se le ha llamado ‘El Schindler de la Guerra Civil’, al haber ocultado a casi seis centenares de personas de ambos bandos (principalmente del bando nacional, en su propiedad malagueña, Villa Maya) durante el periodo bélico. Nieto de un fundador  de las bodegas Larios. Su padre, empresario y falangista, tuvo que escapar en un barco inglés. Por cierto, Villa Maya fue destruida en 2019 en aras de un mayor desarrollo y difusión de la cultura histórica y el culto neoliberal al dinero. Así nos va.


                                   


                                        



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