PROGRAMA DE FERIA DE 1977
Ese año el día de la Virgen cayó en lunes, mientras en España sonaba en los primeros puestos de las listas Mi buen amor, de Camilo Sesto, y en los Estados Unidos el radiotelescopio The big ear –El gran oído- operado por la Universidad Estatal de Ohio como parte del proyecto SETI, recibía una señal de radio desde el espacio exterior. Este evento sería bautizado como señal wow –debido a la exclamación guau (como lo que dicen los perros) de un voluntario del programa.
Llegados a este punto de la publicación de los programas de la feria de Mollina tenemos que hacer alguna que otra explicación para su mejor entendimiento.
-En los últimos años del franquismo, los años de la transición y los primeros del Neocaciquismo Democrático la feria era organizada por una Comisión de Festejos, excepto en 1979.
-Las distintas Comisiones de Festejos la componían jóvenes entregados que no cobraban absolutamente nada por su trabajo. Repetimos: absolutamente nada. Como mucho, ya en las primeras corporaciones municipales democráticas, el Alcalde invitaba a un almuerzo una vez pasada la feria.
-El Ayuntamiento de Mollina carecía de vehículos propios. La ingente cantidad de funcionarios municipales que hay hoy era impensable imaginársela en aquella época, así que los propios miembros de la Comisión eran los que aportaban, además de su esfuerzo, tiempo y entrega personales, sus vehículos particulares –el que lo tenía- para ponerlo a disposición del pueblo. La gasolina, la mayoría de las veces, a costa del miembro de la Comisión que ponía el vehículo.
-La colocación de adornos se hacía con esfuerzo personal gratuito.
-La situación financiera del Ayuntamiento de Mollina era desastrosa. Recordemos que el listón más bajo de población en Mollina desde los más de cinco mil habitantes en 1950 nos lo encontramos en 1975 con la parte más laboriosa, juvenil y vital de Mollina en Cataluña, Madrid o País Vasco, zonas mimadas por el franquismo, o en la cercana Costa del Sol, que empezaba a despegar como motor económico. Si a eso le añadimos el final de un régimen dictatorial de varias décadas, la derrota de España ante Marruecos mientras los españoles miraban impasibles el robo de la provincia del Sáhara y una crisis económica sin precedentes nos daremos cuenta que, salvo el conflicto con Marruecos ante quienes aún a pesar del tiempo transcurrido no hemos firmado el tratado de rendición, no tiene nada que ver con lo que hoy tenemos. Ya veremos cómo el Ayuntamiento soportaba un mínimo de los gastos de la feria. La mayoría de los ingresos eran generados por la Comisión de Fiestas que, repetimos, no cobraba nada. Concretamente, si no nos falla la memoria, el Ayuntamiento pagaba los cohetes –algo más de seiscientos euros- y una aportación de veinticinco mil pesetas, unos ciento cincuenta euros, cantidad que no cubría ni una mínima parte de los gastos de feria.
-Este año de 1977 actuó en Mollina el grupo Triana. ¿Cómo fue posible esa actuación dentro de esta situación tan calamitosa? La Comisión de Fiestas buscaba dinero debajo de las piedras. De hecho, ese año se organizó la Feria de la Vendimia –entonces conocida como la Feria del Barrio Alto- para ver de recoger algo de dinero para pagar facturas de la feria de agosto. Insistimos, los componentes de la Comisión de Fiestas no cobraban nada.
-La Comisión de ese año –y las de algunas siguientes más- estaban encabezadas por Miguel Muñoz, Miguelín, luego concejal. Evidentemente no todos los miembros de la Comisión trabajaban por igual. Mientras que algunos formaban parte de ella para darse lustre, un grupo entregado se hacía cargo de la mayoría del trabajo. Aún hoy algunos de los más mayores del pueblo se acuerdan de quiénes eran. De estos años sí que hay que mencionar entre los más entregados, aparte de a Miguel Muñoz, a Antonio Delgado, Antonio el Municipal, y a Juan Andrés Palomino Rojas –que la tierra le sea leve- que incluso ponía su casa a disposición de la Comisión para las reuniones.
-Aparte de todo eso, el programa de 1976 se caracterizó por la inserción en los anuncios de pareados, con rimas, o más bien ripios, que hicieron las delicias de los lectores. En la portada el dibujo de una flamenca que no fue realizado para el programa, sino que era de una plancha que tenía la imprenta.
-La procesión de ese año, silenciosa. ¿Protestas de las fuerzas vivas? Ninguna en este sentido. Sí en el aspecto religioso donde la relación con los distintos párrocos cristianos era hostil llegando incluso a las amenazas y a las agresiones físicas.
Aquí está el programa de la feria de 1977.
Comentarios
Publicar un comentario