PROGRAMA DE LA FERIA DE LA VENDIMIA. 1989
El verdadero empuje a la Feria de la Vendimia de
Mollina se produjo en 1989. Por una parte la Feria pasó de dos días a tres
–viernes, sábado y domingo- tal y como está ahora. Además el cartel ya iba en
colores. Se reproducía un cuadro del retratista Antonio Segovia, que ya había
hecho también el cuadro para la feria de agosto.
Por otra parte, el pregón. Cierto que los pregones de
Antonio Nadal y Juan Torres fueron escritos y pronunciados con estilo, afecto y
técnica, pero los nombres no trascendían. Así que aprovechando que Rafael
Alberti (1902-1999) venía a Fuengirola acompañado del poeta Marcos Ana
(1920-2016) a la casa de Teodulfo
Lagunero (1927-2022)–el que le proporcionó peluca y coche a Santiago Carrillo
en su vuelta a España- el alcalde Paco Sánchez propuso que el poeta fuera el
pregonero de ese año. Este alcalde fue el que realizó las gestiones oportunas
para que el poeta de la Generación del 27 viniera a Mollina y que esa visita
coincidiera con la Feria de la Vendimia.
Se sabía perfectamente que Alberti no iba a dar un
pregón como los anteriores, escrito ex profeso para la ocasión, sino que iba a
dar un recital de su obra. De ahí que se anunciara como Pregón-recital. Aparte
de la repercusión que este hecho tuvo en casi toda la prensa, Mollina pudo
desde entonces encargar a cualquier figura de la creación literaria la
confección de un pregón para su Vendimia. Como de hecho así ocurrió.
El diseño del programa de la Vendimia de 1989 fue obra
–y regalo a Mollina- de Miguel Ramos. No era un cuadernillo, como ya sí lo
fueron en años posteriores, sino que era un estuche que contenía cuatro
impresos cada uno de tamaño y colores distintos.

Parte trasera del estuche con los organizadores,
patrocinadores y bodegas que participaron en la feria.
A partir de ese año los programas de la Vendimia de Mollina conservan el formato ideado por Miguel Ramos de 29,5 x 14 cm.
La repercusión de la venida de Rafael Alberti a Mollina fue extraordinaria. Y eso por dos hechos fundamentales. Rafael Alberti, con ochenta y seis años era superviviente de una generación, la Generación del 27, con nombres tan señeros en la literatura en español –y en la universal- como García Lorca, Dámaso Alonso, Jorge Guillén, Luis Cernuda, Pedro Salinas, Vicente Aleixandre, Rafael Altolaguirre, Emilio Prados… Por otra parte María Teresa León, esposa y compañera de Rafael Alberti desde 1932, había fallecido el 13 de diciembre de 1988. Desde esa fecha Alberti había dejado toda actividad pública. Por eso su reaparición en Mollina levantó tanta expectación.
Canal Sur Televisión abrió esa misma noche del viernes 22 de setiembre su último telediario con la noticia de la reaparición de Alberti. Lógicamente el protagonista era el poeta, pero Mollina se aprovechó de que esa reaparición fuera aquí.
No todos los medios de comunicación actuaron de la misma manera. Hubo uno que se distinguió por su ninguneo –del verbo ningunear, en inglés to ignore- al esfuerzo que un grupo de mollinatos hicimos para que el poeta de El Puerto de Santa María estuviera aquí.
Aunque hubo presentes en el pregón de Alberti dos redactores del Diario Sur, de Málaga, la verdad es que en la edición del sábado día 23 no apareció absolutamente nada sobre ese hecho en las páginas del periódico. Absolutamente nada. Ni en las páginas culturales ni en otras.
Se pensaba que quizá tendrían reservado un espacio suficientemente amplio en las páginas del domingo día 24.
Ese día, para más inri, apareció una reseña en las páginas de la provincia en las que hacía referencia a una feria en Mollina. Y, ahondando aún más en el desprecio, advertía que, si el lector se daba un poco de prisa, podría asistir a una yincana infantil en el patio del colegio. La lástima era que la yincana se había celebrado el día antes.
Tamaño desaire al esfuerzo en la organización de la Feria de la Vendimia de Mollina indignó profundamente a los afectados, organizadores y cooperariva. Se decidió entonces escribir una carta al director, Sr. Marín, quejándose del ninguneo. La carta, obra colectiva, estaba redactada en términos duros para el periódico. Duros, aunque suavizados, ya que ante todo primaba los intereses superiores de Mollina al tener que vender sus caldos.
Se decidió que fuera firmada por los dos cargos más afectados. Por un lado Francisco José Campaña Rodríguez, como Concejal Delegado de Cultura, y por otro por Juan Caro Ordóñez, como Presidente de la Sociedad Andaluza Agrícola Virgen de la Oliva.
Esa carta no fue jamás publicada por el periódico.
Días después de la feria, y estando el concejal trabajando en las cuentas del festejo, recibe la llamada de un jefe de redacción del diario Sur. Lógicamente la hora era la tarde-noche, ya que tanto él como su colaborador que lo acompañaba en la tarea de los números, trabajaban durante el día y su trabajo en el Ayuntamiento era gratis et amore.
Ante el tono que la conversación alcanzaba, el concejal indica a su colaborador que cogiera el teléfono supletorio, sin hablar.
El redactor del diario Sur, totalmente alterado y usando un tono bastante irrespetuoso y altanero exigía al concejal la retirada de la carta. Además, advertía, si la carta no era retirada hacía responsable al concejal de que los vinos de Mollina no aparecieran en su periódico durante varios años.
En vista de estas amenazas se decidió su retirada.
No fue éste el único menosprecio que soportó el trabajo de los que hicieron posible la visita del poeta de Marinero en tierra a Mollina. Si bien la oposición municipal socialista actuó dignamente en la recepción al poeta y en el pregón, sus juventudes no estuvieron a la altura.
Por esas fechas el grupo musical Mecano –el del inefable Nacho Cano- estaba de gira. Precisamente el jueves 21 había actuado en el estadio Benito Villamarín de Sevilla y días después por otras partes de Andalucía. Pues bien, ese grupo político organizó un viaje a Écija el mismo día 22 para oír su Descanso dominical . Se podía haber elegido otro lugar y fecha, pero…
Las bodegas malagueñas seguían apoyando la feria. La caseta del Consejo Regulador ofrecía degustaciones de una variedad enorme de vinos de la denominación de origen “Málaga”. Algo que, desgraciadamente, se perdió.
Si queréis leer el pregón-recital de Rafael Alberti lo tenéis en https://lopez29532mollina.blogspot.com/2020/01/iii-pregon-recital-de-la-vendimia.html
Una de las actividades de la feria era una exhibición de Danza de la Academia de Barbara Bamberger. Éste es el programa de mano elaborado en fotocopiadora:
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